Jamás te compares

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Jamas te compares con nadie, ni a tu favor, ni en contra, cada cual recibe de la vida lo que ha merecido y cosecha lo que ha sembrado. Oriéntate a lograr lo mejor de ti mismo y de tu vida; cada cual tiene una diferente misión para cumplir y lo que hace felices a unos puede ser infelicidad para otros; concéntrate solo en tus ventajas y beneficios.

No te pongas triste, no te apures, no te angusties, ni te deprimas por haber cometido algún error, tómalo positivamente y consideralo un aprendizaje, una importante lección.

Lo grave no es equivocarse, lo delicado es seguir cometiendo el mismo error analizate, búscate, piensa en donde estuvo la equivocación e intenta remediarla de esta manera cada error se convertirá en un paso adelante y en una lección aprovechada positivamente. Procura mejorar internamente y superarte en lo que haces por y para los demás, estas son las cosas que te merecerán prestigio, respeto y aceptación.

Enfoca tus problemas, tus preocupaciones y tus angustias desde el punto de vista de lo que puedas hacer para superarlas y no desde lo que ellas puedan hacer para destruir y amargarte la vida. Indudablemente tu eres mas, puedes y vales mucho mas de lo que te preocupa; no te dediques a angustiarte dedica tus mejores esfuerzos a las soluciones.

Procura ser la mejor persona en lo que haces, procura la excelencia en lo que te ocupes, en tu trabajo, estudios y relaciones familiares, laborales y personales ya que cualquier actividad te proporcionara crecimiento si procuras hacerlo lo mejor que te sea posible exigiéndote a ti mismo.

NUESTRO PEREGRINAR POR LA VIDA

Como seres humanos estamos siempre buscando la manera de encontrar nuestro "lugar" en la vida.

Se suele decir que la vida es corta, que somos aves de paso y que peregrinamos por la vida sin descanso... A veces caminamos seguros, otros nos tambaleamos... pero cada paso que damos tiene guardada una nueva enseñanza para nosotros.

  Muchas veces necesitamos tener osadía para aventurarnos en nuevos proyectos, no importa cuan difíciles parezcan, confiando que de alguna manera lograremos suplir nuestras deficiencias, necesidades y carencias. Necesitamos ser fuertes para atrevernos a descubrir lo desconocido, así como tener valentía para vivir de acuerdo a nuestros sentimientos, creencias y sueños. Si nos tenemos a analizarlo, nos daremos cuenta que nunca encontramos un "sitio" definitivo. No encontramos el lugar que nos corresponde,no en el sentido físico (como una casa, ciudad o país) sino en el sentido emocional, algo en lo que nos sintamos plenos y realizados.

Nos desplazamos por la vida en búsqueda de algo, a veces intentando dejar algo atrás, otras veces simplemente intentando progresar pese a los obstáculos que encontramos en el camino de nuestra vida. Pese a todo, nunca nos detenemos, o al menos no debiéramos, porque eso sería como estancarnos.

En nuestro peregrinar por la vida, muchas veces nos adentramos en laberintos que nos traen recuerdos y hacen que los fantasmas congelados del pasado se agolpen. Es necesario alcanzar el silencio, aquel lugar donde no podemos mentir, allí donde podemos quitar el antifaz de lo que muchas veces hemos ocultado, temiendo volver a sufrir. Después de todo, el peregrinaje hacia nuestro interior es el más intenso de todos nuestros viajes, puede incluso ser el más despiadado, porque es donde podemos ver nuestro propio rostro, un rostro que muchas veces puede parecernos el de un desconocido. Pero seguimos surcado por los sufrimientos y las angustias que hemos superado, de los que hemos trascendido.

Entramos al cementerio de nuestros recuerdos y nos damos cuenta que los que creíamos muertos están allí, listos para despertarse. La conciencia juega con la memoria y los recuerdos pueden ser seleccionados, a capricho podemos seleccionar los buenos recuerdos y desechar los malos, y construir o reconstruir los "depósitos" mentales de nuestros recuerdos auténticos de lo que hicimos o dejamos de hacer y que después de todo, rebelan quienes realmente somos.

La peregrinación hacia nuestro interior, la que realizamos o que al menos debiéramos realizar, debe ser con sinceridad y el propósito autentico de saber y aceptar en qué hemos fallado y ver en qué nos hemos equivocado... no para quedarnos estáticos sino para destacar nuestra valentía y no seguir aturdidas o tristes por los errores del pasado. Nuestro objetivo debe ser hacer cambiar las piezas de nuestra vida que estimemos necesarias cambiar. Muchas veces nos refugiamos en el pasado, detenemos nuestro peregrinaje por esta vida en lo que nos atormenta, sin percatarnos de que buscamos abrigo en un castillo de naipes que pretendemos mantener de pie, por nuestra cobardía y miedo a avanzar.

  Muchas cosas que se esconden en nuestro interior, de forma consciente o inconscientemente hacen que nos culpemos y excusemos las adversidades, traiciones, ofensas ajenas y propias, porque es más fácil callar y esconder que enfrentar la realidad. Pero debemos solucionar las cosas para así continuar nuestro constante peregrinar por nuestra vida.  

  Comencemos ahora, recomencemos, si caemos levantémonos, después de todo, "nadie es tan fuerte que no caiga y nadie es tan débil que no se pueda levantar".  

LOS POBRES RICOS Y LOS RICOS POBRES

  ¿Cuántas veces hemos pasado por casas que por fuera son lujosas y deseamos para muy adentro que esa casa fuera nuestra? Ponemos a funcionar la imaginación y pensamos que allí nos sentiríamos como princesas sacadas de un cuento, cuántas veces hemos visto por la calle coches del año, algo que no lograríamos comprar ni con el sueldo de un año sin embargo, no dejamos de sentir cierta envidia por lo que ni tenemos ni podríamos tener. 

 Poco se nos ocurre pensar que adentro de esa casa, pueden haber personas que se lamentan por que no tienen las cosas mas sencillas de la vida,

  Poco se nos ocurre pensar que adentro de esa casa, pueden haber personas que se lamentan por que no tienen las cosas mas sencillas de la vida, cosas que no se compran con dinero, esas cosas maravillosas que a nosotros los pobres muchas veces nos sobran, cosas sencillas pero que nos hacen tan felices, que no las cambiaríamos ni por todo el oro del mundo.

  Cosas tan sencillas y tan increíbles como tiempo para dar y recibir amor, un abrazo de los que amamos, de conocidos y hasta desconocidos, tiempo para dar la sonrisa, la palabra amable que hará feliz a quien la reciba, etc. 

 La felicidad no se compra con dinero, y muchas veces sentimos celos y hasta envidia por lo que los ricos tienen, no nos damos cuenta que las lágrimas del rico son tantas o más que las de los pobres, no nos damos cuenta que en la misma cama donde agoniza un pobre morirá un rico, no podemos entender que atrás de esas paredes de una mansión, agoniza en soledad un padre rico, y le ruega al cielo que le traiga al hijo, que se encuentra estudiando en la mejor universidad del mundo, pero lejos de casa, para verlo por ultima vez, le pide al cielo con todas sus fuerzas que ese hijo que lo tiene todo, al que nunca le faltó nada, deje las drogas, que aprenda el valor del dinero, porque será el heredero del cuantioso patrimonio de la familia.

 ¡Pobres los ricos!

Nada les cuesta comprar una casa para cada hijo, cuando el invierno llega a sus vidas, se encuentran sentados en el trono que edificaron a fuerza de negarse así mismo el placer de compartir alrededor de una mesa con risas y gritos de sus hijos, se negaron a sí mismos, el placer de los primeros pasos, las primeras palabras de un bebé que se hizo hombre o mujer sin que ellos se dieran cuenta, se encuentran sentados en un trono poblado de soledad en una casa habitada por la soledad, el silencio y la tristeza.

Pobres lo ricos, que con todo su dinero no pueden comprar las risas y los gritos de la algarabía de una casa humilde, pobre, pero tan millonaria en amor.

¿Cambiarías tus riquezas de pobre,

por las pobrezas de un rico?



BÁLSAMO DE SABIDURÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora