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Calor, sentía mucho calor, con las manos tanteó su cuerpo en la parte inferior de su ramera para poder quitársela, pero no había ninguna, lentamente comenzó abrir los ojos acostumbrándose a la luz que entraba de la gran ventana.

Una habitación un tanto grande y amueblada apareció en su visión, trato de recordar en donde estaba cuándo por su mente pasaron como rayo varías escenas de el buscando el contenedor, el cuerpo del chico, unos alfas agarrándolo, celo, hormonas, un alfa y no cualquier alfa, el jefe de sabra la Diosa luna de qué rescantandolo para llegar a este momento. El se encuentraba acostado en una cama grande, desnudó.

- Mierda - Porsche rápidamente levanto la manta blanca para descubrir que estaba completamente desnudo, habrán abusado de el mientras estaba en su episodio de celo, tenía que salir inmediatamente antes que otra ola de calor lo atacara, debía llegar a su casa.

- Ya despertaste bella durmiente.

Esa voz, era del mismo alfa de ayer.

Inconcientemente se tapo con la manta tratando de resguardarse.

- No tengas miedo omega, ¿Cuál es tú nombre?

Miedo, qué no tenga miedo luego de que iba a matarme como si nada.

- Joy.

- Error. Comenzamos de nuevo mal, yo pregunto y debes responderme con la verdad, yo lo se todo así que no trates de mentirme - su sonrisa cambió a un rostro serio.

- Porsche - susurré.

- ¿Cuántos años tienes Porsche?

Sin querer el llamándome por mi nombre causo de nuevo que las mariposas dentro de mi revolotearan de manera descontrolada.

- Tengo 21 años.

- ¿Qué hacías en el puerto?

Esto era una maldita broma, lo estaba interrogado, que pecado era estar ahí, solo sabía que este alfa no era uno ordinario, el echo de que matara a una persona y no estuviese ya en la carcel lo confirmaba.

- Trabajo en un bar, mi jefa me pidió ir por unas cajas en uno de los contenedores, me perdí, vi al beta para que me orientará y bum estaba en el suelo con sangre y yo siendo llevado a la fuerza - lo último lo dije de manera brusca.

- ¿Cómo se que no me estás mintiendo? - preguntó el alfa acercándose a mi.

- Usted dijo que lo sabía todo, acaso no es verdad - realmente quería morir.

Una mano grande me agarro del rostro haciéndome temblar, la mirada penetrante del alfa y su olor me hizo ladear el cuello de manera sumisa.

Me odie por hacerlo, pero mi naturaleza y mi celo no ayuda en mucho, me soltó y rápidamente se dirigió abrir las persianas de las ventas.

- Qué te tenga acá no significa que te perdone la vida, si quiero en este momento puedo pedir que te maten así que no juegues conmigo.

- ¿Qué pasará conmigo?

- Mandaré que alguien te traiga unos inhibidores para tu celo, pero no podrás salir de acá.

- ¿Por qué? Yo no hice nada malo - grité.

- Agradece que estás enteró y no flotando en el mar como Lucas - gruño molesto - No hagas nada estupido, todo acá esta monitoreado, haz algo que me provoque y no veras la luz del sol tú y tú pequeño hermano - amenazo saliendo de la habitación.

- N-no, Porchay.

Su hermano, a su pequeño no le podia pasar nada malo, haría todo lo que le pidiera ese alfa con tal de que su hermano no sufriese las consecuencias, era su trabajo como el mayor asegurarse de ello.





















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KinnPorsche: El amor del Gángster por mi  [ Omegaverse ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora