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La puerta de la habitación fue abierta de nuevo a pocos minutos de que salio el alfa, un beta de una estatura promedio hizo aparición con una bandeja de comida.

- El Alfa Kinn ordenó esto para usted.

Bingo, ya sabía el nombre del alfa.

- Puedes dejarlo en la mesa - contestó - Y necesito ropa.

- No tengo ordenes de darle prendas de vestir.

Alfa psicópata, es un idiota.

- El estupido alfa me dejara desnudó, estoy en celo - exclamó.

- Precisamente por eso no necesita ropa, nunca he pasado por un celo pero si he tenido parejas omegas y bueno, usted sabe, solo desean - mueve sus manos tratando de explicarme - ¿Satisfacerse?

Todos son unos locos.

- Pete, sal ya.

Otra voz se asoma desde la puerta y en ese momento reconozco el rostro, el estaba cuándo sucedió todo, tenía una mirada sería y un pequeño moño en el cabello, era un beta igual que Pete.

- Ya voy, lo siento debo dejarlo. El baño esta por allá - señalo una puerta blanca, las ventanas son apruebas de balas osea que no puede romperlo, y no trate de escapar, tiene a 10 guardaespaldas custodiando su puerta y no se preocupe, todos son betas así que puede pasar su celo sin mayor problema - Sonrió tiernamente causando que unos pequeños oyuelos relucieran en ambas mejillas.

Porsche se quedo atónito escuchando ya que todas sus posibilidades de escapar se redujeron a cero, ¿10 guardaespaldas? Qué carajos queria ese alfa de él, no tenía dinero, no tenía más familia que su hermano, era un simple omega. Tal vez querían vender sus organos. Ese pensamiento lo hizo asustar.

Antes de levantarse de la cama se fijo que no hubiera alguna camara en las paredes, pero no vió ninguna, enrolló la sabana alrededor de su cuerpo y se acerco a la mesa, su estómago rugía de hambre, había un plato de frutas picadas, y un mísero vaso de agua, sin olvidar unas pastillas para su celo.

Se paso la hora buscando algo con que defenderse pero no encontro nada útil, ni siquiera cubiertos le habían dejado, cansado y sin síntomas que su calor regresara decidió irse a bañar, no sabía cuánto tiempo lo iban a deja en aquella habitación así que lo aprovecharía al máximo. En el baño era lo mismo, solo había lo necesario e incluso no había espejos.

Resignado hizo de sus necesidades y se tomo un largo baño.

Mientras se lavaba el cabello el calor volvió a él, su cuerpo empezo a temblar y su respiración comenzó a dificultarse, su mano se dirigió a su polla la cuál comenzaba a ponerse dura, la floto con las yemas de los dedos sacándole pequeños gemidos, con movimientos más rápidos empezó a satisfacerse tratando de llegar, masturbándose en lo único que pudo pensar era en aquel alfa, Kinn, en su voz ronca y fuerte, en su aroma picante y café, en su mano tocando su cuerpo, en él penetrandolo.

- Ahhhhh Alfa~

Su semen mancho sus manos dejándolo agotado.

Como pudo se terminó de bañar y seco, se acostó en la cama cuándo otra ola de calor llego a él, su espalda se arqueó y sus manos empezaron a tocar su tetillas, no tenía sus juguetes con los cuáles pasaba estos días, como iba aguantar si no tenía como liberarse. Sus dedos fueron a su entrada el cuál estaba húmeda y resbaladiza.

Estaba tan concentrado en tocarse que en ningún momento se percato que alguien había entrado hasta que aquél olor ya familiar apareció en el aire.

Levantó su mirada y ahí parado estaba el alfa, con la mirada perdida en los movimientos de sus dedos, sus ojos pasaron de negros a rojos. Un gemido salió de mis labios, y abrí más grande mis piernas sin pudor dándole una clara invitación. Mi juicio me había abandonado dandole paso a mi lujuria.

- ¿Quieres que pase contigo tú celo? - preguntó con voz ronca aún en el mismo lugar.

- S-si, alfa.





















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KinnPorsche: El amor del Gángster por mi  [ Omegaverse ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora