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Había llegado el día en que partiría, Izuku no quería dejarme ir porque yo era todo lo que le quedaba a el. Como pude, me safe de su tierno agarre y me despedí de él prometiéndole volver pronto con ese gran tesoro.

-Ve con cuidado Keigo...Siempre tomas demasiados riesgos-dijo la madre del cenizo dándome mis provisiones

-Lo sé Mitsuki-San, cuida de Izuku por mi ¿ok?-dije a la rubia dándole un abrazo de despedida

Salí de la casa y me dispuse a buscar ese tesoro, sería el regalo de cumpleaños de mi hermanito y con eso posiblemente acabarían mis días de buscar tesoros.


La leyenda del Fénix


Ya llevaba horas caminando, mis pies dolían como nunca antes y sentia que mi espalda se rompería en cualquier momento pero no me rendí y seguí buscando con el mapa que habíamos armado mi pequeñín y yo, era importante ese tesoro para mi y tenía que encontrarlo aunque eso me costara la vida.

Finalmente llegué a una vieja aldea, era conocida por sus peculiares leyendas y comida extraña, tome un descanso y comí algo para recuperar fuerzas. Mientras descansaba se me acercaron unas pequeñas, una de pelo rosado y otra castaña, me ofrecieron un poco de agua a cambio de dinero pues parecía ser que no tenían suficientes recursos como para seguir viviendo.

-Buenas tardes señor ¿No quiere un poco de agua?-pregunto la castaña extendiendome un vaso con agua

-Muchas gracias pequeña-dije tomando el vaso de agua

-Serían 2 yenes...-dijo la castaña algo tímida extendiendo nuevamente su brazo

-¡Oh! Claro, ten-dije dándole un poco más de lo que me había dicho

-¡P-Pero señor! E-Esto es demasiado...N-No podemos aceptarlo-dijieron las 2 pequeñas mirándome extrañadas

-Tomenlo, prometo darles más cuando vuelva-dije parandome de mi lugar para seguir con mi camino

Las 2 niñas me sonrieron y dieron las gracias, después se fueron corriendo y yo me sentí aliviado pues me recordaban a mi pequeñín. Me di la vuelta y seguí con mi camino sin dejar mi fe de lado, mi mapa indicaba que en la siguiente montaña encontraría el tesoro que tanto anhelaba, esto había sido demasiado fácil que no dudé de nada.


La leyenda del Fénix


Ya había anochecido y todavía no llegaba hasta lo más alto de la montaña pero todavía no me rendiría y seguí con mi camino con la poca luz que me quedaba. Finalmente llegué a la cima y calculé que eran aproximadamente las 12 de la madrugada, estaba exhausto pero eso no me iba a impedir seguir con mi camino.

Después de un buen rato de caminar llegue a una casa abandonada, era enorme para estar aislada del mundo pero no me importó, entre a la casa y miré con la poca luz que había como estaba todo polvoriento y un poco desordenado, era increíble ver que tan bien conservada había estado después de mucho tiempo que estuvo expuesta a la luz y las lluvias.

Mientras exploraba la casa, una luz azul de pronto apareció por afuera de la casa, deje mi mochila en el suelo por un momento y salí a ver de que se trataba no sin olvidar mis armas para defenderme. Trate de ser lo más sigiloso posible pero de un momento para otro el pánico me atrapó dejándome en la entrada de la casa con los nervios hasta el cielo, no podía moverme y la luz azul cada vez se volvía más fuerte que incluso empezaba a cegarme, pero en un instante desapareció y el pánico se fue.

Salí corriendo de la casa para ver si podía encontrar una pista de lo que se trataba pero no encontré nada, guardé todo y entre nuevamente tomando mis cosas y subiendo al segundo piso que se veía aún más viejo que el primero. Entre en una habitación y me sorprendió lo enorme que era, incluso tenía un par de cosas que se parecían a mi habitación ¿Que extraño? Me acerqué a la cama y traté de quitarle el polvo lo más que pude, cuando la considere limpia me acosté en ella revisando por última vez mi mapa, solté un suspiro y lo dejé a un lado.

Dentro de mi me sentía bien, sabía que estaba cada vez más cerca del tesoro y con eso supuse que pronto estaría volviendo a casa, solte otro suspiro, mis ojos se cerraron y los sueños empezaban a llegar dándome paz y tranquilidad.


La leyenda del Fénix


Habían pasado ya 3 horas y sentía como alguien me observaba, en mi sueño pasaba lo mismo y eso me mantuvo alerta pues no quería ser emboscado y que todo mi esfuerzo se fuera a la basura. Pronto la misma luz azul inundó la habitación donde me encontraba, también empezó a hacer calor y eso empezaba a sofocar me pero tenía que mantenerme tranquilo y sereno para no levantar sospechas.

Abrí uno de mis ojos y la luz azul se hacía cada vez más grande, hasta que por un momento desapareció y por la ventana entró una sombra negra, cerré los ojos y esperé a que se acercara para poder agarrarla en guardia baja. La sombra sólo deambulaba por la parte delantera de la cama, miraba con detenimiento las cosas que se encontraban en los muebles de enfrente y cuando menos lo esperé estaba volteada, mirándome fijamente, con la cabeza ligeramente doblaba, como si fuera un pájaro mirándome con confusión.

Cerré nuevamente mis ojos y esperé un poco más pero la sombra no se movía, así que tuve que moverme como si todavía siguiera durmiendo y para mi sorpresa la sombra brinco de sorpresa y retrocedió un poco. Era extraño pero yo sabia que era normal espantarse así de pronto cuando alguien que se encuentra durmiendo se mueve repentinamente.

La sombra se quedó un momento más mirándome y luego se dio la vuelta para tomar algo que estaba ahí, después corrió hacia la ventana y la luz azul volvió, asegurandome de que no me viera corri hasta la ventana sintiendo nuevamente ese calor abrumador, abrí las cortinas y me lleve una enorme sorpresa que me dejó inmóvil por un momento ¿¡De verdad estaba viendo bien!? O ¿El sueño me estaba haciendo ver cosas? Sea lo sea yo seguía asombrado y cuando recupere la conciencia corri hasta mi mapa y señale un lugar, tenía planeado seguir en esa casa esperando que al próximo día volviera esa misteriosa sombra y ese brillo azul.

___________Continuara______________________

La Leyenda Del Fénix|Dabi×Hawks|•Vivi_Ary•|Alternative Universe (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora