WANNABE (HWANG HYUNJIN)

2.

Lo último que recuerdo fue que intenté ponerme de pie con ayuda del chico guapo de labios de gruesos pero mi vista se nubló y mi cuerpo cayó al piso. Y ahora me encontraba en una sala de paredes blancas con una bandita color rosa en mi frente.

"... Sólo fue el golpe, estará bien" -Una voz femenina poco a poco se estaba acercando- "Deberían enviarla a casa a descansar"

Hyunjin asintió, entrando detrás de ella a la sala. Nuestras miradas se toparon y el se disculpó con una mueca en mi dirección, me senté en la camilla increíblemente cómoda y miré a la mujer.

"¿Puedo irme a casa? Ha sido un día de mier..." -Me contuve, si, me tragué una grosería- "Estoy cansada"

Ella sonrió, percantandose de mi esfuerzo. "Claro. Si te sientes mal, puedes venir a verme" -Me extendió su número- "Yo soy la enfermera a cargo del personal"

Sonreí. "Gracias" -Leí el nombre en su identificador- "Kim Mijo"

Ella me dedicó una reverencia antes de retirarse. El ambiente se tornó incómodo, Hyunjin tenía su mirada clavada en el piso cómo si quisiera que este lo tragara. Aclaré mi garganta para llamar su atención y él me miró instantáneamente.

"¿Puedes indicarme por donde está la salida?" -Hablé con un tono suave, creo que jamás lo había utilizado.

Hyunjin asintió y se acercó a mí rápidamente para sujetarme mientras que ponía de pie. Lo observé con curiosidad bajo su cálido toque y él lo notó un par de segundos más tarde, por lo que quitó su mano rápidamente.

"Me siento culpable" -Se expresó- "Me dijeron que es tu primer día aquí y te recibí con un golpe..." -Una pequeña sonrisa apareció en la comisura de sus labios.

"¿Te estás riendo?" -Busqué su mirada con incredulidad y él ocultó su rostro.

"No. Claro que no" -Suspiró y apretó sus labios- "Si quieres puedo pedirle a nuestro conductor que te lleve a casa"

Negué con la cabeza. "Estoy bien. Probablemente mañana me crezca una segunda cabeza pero hoy, creo que puedo caminar a casa"

Él no aguantó. Soltó una carcajada tan contagiosa que terminé uniendome a su risa, de pronto, olvidé que todos ahí pensaban que era Oh Dohyun, una estilista profesional que tiene una familia. Él no sabía quién era yo, no sabía mi verdadero nombre y probablemente, todos los descubrirían en cualquier momento.

Hyunjin carraspeó luego de quitar las lágrimas de sus ojos. "No quería reírme, lo prometo, es que estaba teniendo un pésimo día hasta que sucedió todo esto y, de verdad lo lamento..." -Lo interrumpí.

"Está bien, Hyunjin. Me alegro de haber mejorado un poco tu día"

Quizás fue la manera en que lo dije o mi mirada fija en su rostro, que él apretó sus labios y asintió, sin agregar nada. Había una especie de química extraña entre nosotros, quería preguntarle si él estaba sintiendo lo mismo pero quedaría de loca e infiel, después de todo, para él, era una mujer mayor y casada.

Le dediqué una reverencia y pasé por su lado para dirigirme hacia la puerta. Pero, su mano me detuvo al sujetar mi muñeca.

"¿Cuantos años tienes, Dohyun?" -Preguntó con una mirada intensa. ¿En qué momento cambió su actitud?

"Uhm. ¿Nunca te han dicho que es de mala educación preguntar la edad?" -Intenté safarme.

"Eres muy joven para estar casada" -Él enreecerró sus ojos y me sentí un poco intimidada, comprendí la situación de las ratas cuando son atrapadas por un gato.

La puerta detrás de mi, se abrió se golpe, provocando que me impulsará directo a los brazos de Hyunjin. Él me sostuvo por los hombros y yo me aferré a la tela de su atuendo. Me volteé, un poco aturdida y maldije internamente al ver a Eunkyung al borde de explotar.