WANNABE (HWANG HYUNJIN)

16.

Cuatro años atrás

Detestaba ser la chica nueva pero al fin había logrado convencer a mis padres de que mi destino era la música así que logré entrar a School of Performing Arts Seoul, más conocido como SOPA.

Era mi último año escolar así que tenía que esforzarme el doble que los demás por llegar a su nivel. Por suerte, mis padres me habían pagado lecciones de baile y canto a cambio de tener un rendimiento envidiable en el instituto. Por esta razón, no fue tan terrible el intentar ponerme al nivel de toda esa cantidad de chicos talentosos.

"Oh, chicos" -La profesora se volteó luego de escribir el título de la clase de hoy- "Había olvidado presentarles a su nueva compañera" -Ella me indicó que me pusiera de pie- "¿Puedes decirnos tu nombre y tus metas aquí?"

Asentí. "Mi nombre es Jeon Minha, vine a SOPA para perseguir mis sueños al igual que ustedes. Así que, espero verlos debutar en el futuro y que seamos buenos amigos"

Vi todo tipo de miradas, desde indiferencia hasta empatía y aburridas. Volví a sentarme en mi lugar y presté atención a la clase, me sentía incomoda con el ambiente competitivo pero a la vez, me emocionaba estar allí.

Un papel aterrizó en mi mesa, miré a mi alrededor para ver quien había sido el responsable pero nadie estaba mirando a mi dirección.

Abrí el papel y tragué saliva al leer lo que decía.

Bienvenida. ¿Te parece reunirte con nosotros en el patio trasero de la cafetería después de clases?

Me emocioné. Nunca había sido buena haciendo amigos, pero en el momento en que le dije a Eunkyung que entraría a SOPA, ella me animó a sacar una nueva versión de mi. Me aconsejó ampliar mi círculo social y animarme a ser feliz.

Salí de la clase con una enorme sonrisa en mi rostro, saludando incluso a los chicos de otros salones. Crucé la cafetería y en el momento en que puse un pie en el patio trasero, caí sobre mis rodillas. Me tomé un par de segundos para entender qué estaba ocurriendo.

Uno de los chicos de mi clase tomó el basurero a su lado y lanzó su contenido sobre mi, mientras yo mirada mis rodillas lastimadas. Alcé mi mirada y me topé con una de las chicas de mi salón acercándose a mi con una malteada color rosa en su mano.

"El mundo de la fama es muy competitivo, Jeon Minha" -Ella se agachó frente a mi- "Todos queremos triunfar" -Hizo una pausa- "Así que no esperes una bienvenida calurosa y sólo resalta lo menos posible. Tienes que ser justa con los que llevamos años entrenando para ello"

Me quedé en silencio. Bajé mi mirada. De cierta manera pensé que sería mejor que enfrentarme a ellos, después de todo eran dos chicos y tres chicas. Sería imposible ganarles.

Asentí. Pero no terminó allí, la chica lanzó su malteada sobre mi mientras reía. "Tómalo como una advertencia"

Aquel día fui a casa con mi corazón destrozado. Mi madre me preguntó si estaba bien pero sólo huí a mi habitación y le pedí que no le dijera nada a papá ni a Eunkyung porque podrían empeorar la situación.

Pensé que quedarme en silencio y recibir el acoso haría que se cansarán de mi, pero con el pasar de las semanas empeoró. Ya no me lanzaban basura en el patio trasero, ahora incluso me empujaban abiertamente en los pasillos. Nadie se atrevió a ayudarme porque sabían que no podían hacer nada contra los hijos de los dueños de empresas reconocidas.

En la clase de canto, fue cuando la bomba detonó. Debíamos presentar una canción que representara lo que sentíamos.

Sabía que presentar esa canción sería cavar mi propia tumba pero ya no soportaba el dolor en mi pecho ni el picor en el borde de mis ojos por retener las lágrimas.