WANNABE (HWANG HYUNJIN)

20.

Estar enamorada de Hwang Hyunjin significa luchar contra una multitud de personas que tienen el mismo sentimiento.

Pese a ello, la mirada en sus ojos y la delicadeza de sus palabras para dirigirse a mí, me hacía sentir como si nadie pudiese contra mí.

Eso era estar enamorada de Hwang Hyunjin.

La primera vez que tomó mi mano...

Estaba intentando evitar mirarlo directamente. Pero, me era imposible. Su perfil a contraluz era simplemente arte. Aun cuando estaba cubierto por una gorra y una bufanda enorme.

"¿Ocurre algo?" -Preguntó, pestañear confundido.

"Tienes una basura" -Señalé su pómulo.

En el momento en que sus orejas se tornaron rojas y comenzó a tocar sus pómulos desesperadamente, me sentí culpable. Pues, no había tal basura en su mejilla.

"¿Está bien ahora?" -Sus ojos estaban brillando mientras mordía su labio inferior, atacado por la vergüenza.

Vi el momento perfecto y lo tomé. Me acerqué a él, posicionándome justo frente a su cuerpo y deslicé mi dedo pulgar por la longitud de su mejilla, como si hubiese algo qué sacar. Hyunjin mantuvo su mirada fija en mi rostro y yo en sus labios. Era inevitable no hacerlo después de que hace unos días había llegado de golpe a mi departamento y me besó sin pudor.

Alcé mi barbilla hacia su rostro. El picor en mis manos me rogaba que él intentase tocarme, aunque sea un mechón de cabello.

"Ya no está" -Hablé un tono más bajo de lo habitual- "La basurita"

Hyunjin asintió. Sin quitar su mirada de mis labios. La atmósfera nos pedía a gritos que nos abalanzaramos sobre el otro, pero un par de chillidos femeninos, nos alejaron de golpe.

"Huye" -Murmuró, subiendo su bufanda para cubrir la mitad de su rostro.

Me volteé en 45°, sólo para ver a las chicas con photocards en las carcasas de sus teléfonos y un lápiz en su manos, corriendo hacia nosotros. Pude ver que la felicidad de las chicas se disipó al percatarse que su querido Hyunjin estaba acompañado de una chica.

Intenté hablar, pero ya me encontraba siendo arrastrada por las calles, rumbo a la empresa. Hyunjin estaba riendo a carcajadas mientras corríamos, intentando esquivar a las personas y los automóviles que no respetaban las señaleticas.

Cuando finalmente llegamos al elevador y las puertas se cerraron frente a nosotros, vi en el reflejo que nuestras manos estaban unidas, la suya sosteniendo la mía. Quise apartar mi mano, pero él entrelazó nuestros dedos y me sujetó con seguridad. Y así nos quedamos durante cuatro pisos más, sonriendonos a través del espejo como dos bobos enamorados mientras tenían sus manos entrelazadas luego de haber huido de un par de fanáticas.

Un recuerdo que jamás olvidaré.

Esos pequeños detalles eran tan significativos para mí que me sorprendía de mi misma y mi memoria fotográfica. Podía recordar nuestras palabras, atuendos e incluso el contexto en el que estábamos.

El sonido de mi teléfono me distrajo completamente. 

"¿Esa comadreja inmunda se dignó a despertar?" -Solté una carcajada, olvidando por completo que Hyunjin estaba en la habitación continua.