Capítulo siete. Frío

225 26 1
                                    

Piper


Ha empezado a llover y hace más frío que nunca. Nos vamos a helar. Me abrazo más a Harvey. Él me devuelve el gesto. Se lo agradezco y me aferro más a él. Estamos en un coche, con airbags cubriéndonos y ¡sigue haciendo frío! Tiemblo y Harvey hace lo mismo.

-Tengo frío -me susurra Harvey al oído.

-Lo mismo digo -le aseguro.

Me hago bolita y dejo que Harvey me rodee con sus brazos. Ahora mismo sólo quiero calor. Las gotas de lluvia siguen cayendo desenfrenadas del cielo. Parece que nunca va a terminar de llover.

-¿Piper? -murmura Harvey.

-Dime.

-Mírame.

Obedezco y le miro a los ojos. Rápidamente pone cara de preocupación.

-Tienes los labios morados Piper.

Instintivamente me llevo los dedos a los labios. Casi no los siento por el frío que estoy pasando. Me de un escalofrío y me acurruco contra Harvey. Puede que él tenga frío, pero su calor corporal me mantiene caliente. Se oye un rayo y el coche se mueve levemente. A quién pretendo engañar. Tengo un miedo terrible de que este coche caiga al vacío. No está bien agarrado, y al dar cualquier movimiento en falso puede provocar la caída de éste. La temperatura del coche cada vez es más baja. No creo poder soportarlo más.

-Seré idiota... -se regaña Harvey a sí mismo.

Frunzo el ceño y lo miro.

-¿Qué pasa?

-Me olvidé de que traía una manta en el maletero.

Lo miro boquiabierta. Será imbécil. Dejo que se separe de mí para que vaya a buscar la manta. Al irse ha dejado un vacío inmenso. Se ha llevado su calor consigo y ahora hace más frío que nunca. Me abrazo a mí misma y cierro los ojos. Noto como algo me recubre el cuerpo y entonces sé que Harvey ha llegado con la manta. Harvey se tumba a mi lado y me abraza por detrás. Me da un tierno beso en el lóbulo de la oreja.

-No tienes ni idea de cuanto lo siento, pequeña -me susurra.

Lo miro a los ojos.

-No lo sientas.

Harvey apoya su cabeza en mi hombro. Harvey tiembla de frío a mi lado. Hago lo mismo.

-Maldita lluvia... -maldice él.

Río sin fuerzas y me giro para tenerlo cara a cara. Le sonrío débilmente. Sin pensarlo, llevo una mano a la ventana del coche. Está tremendamente fría. Nota mental: no volver a hacer eso. Froto mis manos en busca de calor y hecho vaho en éstas. Espero que funcione. Vuelvo a frotarlas y Harvey las toma. Las lleva dentro de su camiseta. ¿Qué demonios...? Pero... Ah... Se siente tan condenadamente bien. Está calentito, y es justo lo que ahora necesito. Harvey tiembla un par de veces.

-Harvey...

-¿S-s-sí? -dice temblando.

-Gracias...


LOCKED [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora