Capítulo nueve. Fiebre

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Harvey


Ya es por la tarde. Estoy muy nervioso. Cuando Piper terminó de comerse la barrita, estuvimos hablando un rato. Después se desvaneció en mis brazos. ¡Sabía que debía comerse la barrita entera, joder! Me paso las manos por el pelo nervioso y beso la frente de Piper. Está ardiendo. Le quito la manta que la cubre para ver si su fiebre cesa, aunque lo único que consigo son un par de quejidos por su parte.

-¿Harvey? ¿Harvey dónde estás? -susurra confundida.

Me acerco a ella y le retiro un tirabuzón chocolate de la cara.

-Aquí, aquí estoy cariño -digo mientras llevo su mano a mi pecho.

Piper ronronea tranquila y suspiro aliviado. Vale, no está muerta.

-Tengo frío -se queja y vuelve a taparse con la manta.

-No. No, cielo -le digo destapándola -. No te va a bajar la fiebre si te tapas.

Un idea loca pasa por mi mente, aunque con la rapidez con la que viene se va, puesto que es imposible llevar a cabo lo pensado estando aquí. Lo dejo pasar y cojo la botella de agua -a la cual le falta un cuarto de agua- y mojo el último pañuelo que tenemos. Agarro el pañuelo mojado y lo coloco en la caliente frente de Piper, deseando que la fiebre se vaya.

-Mi garganta... -murmura Piper frotándose la mano por el cuello.

Lo miro alarmado. ¿El cuello? ¿Le duele el cuello? Ahora sí estamos jodidos. No tengo nada para el cuello a no ser que tengo algo en su bolso de Mary Poppins.

-¿Te duele el cuello?

Asiente con la cabeza.

-Por casualidad... ¿No tendrás algo en tu bolso no? -pregunto.

Ríe débilmente.

-La verdad es que tengo caramelos de miel y menta -admite con voz ronca.

Me uno a su débil risa. Tiene de todo en su bolsito. Vuelvo a coger el -ya muy conocido para mí- bolso de Piper y rebusco entre sus cosas. La botella de agua, pintalabios, dinero, ¿compresas? ¿Tampones? Vale. Creo que he mirado demasiado. Encuentro el caramelo y se lo entrego a Piper.

-Gracias -murmura.

Se lleva el caramelo a la boca y pone su mano sobre el pañuelo mojado. Incluso en ese estado se ve hermosa. Sonrío como bobo.

-¿Harvey?

Sacudo la cabeza y borro automáticamente la sonrisa de mi cara. Miro a Piper nervioso.

-¿Qué?

-Oh... pensaba qué... Nada, nada...

-¿Nada?

-Nada.

-¿Estás segura?

-Sí -dice mirando a su izquierda -. Nada...

-Mientes.

-¿Cómo?

-Sé que mientes. Dime, ¿qué pasa?

-Pensé que habías entrado en shock... -admite.

Frunzo el ceño. ¿En shock? ¿Por qué debería haber entrado en shock?

-¿Por qué? -pregunto claramente confundido.

-Sonreías como idiota -dice mientras suelta una risita.

Me sonrojo a una velocidad vertiginosa. Me paso las manos por mi azabache cabello y me rasco la nuca. De verdad que esto, no me lo esperaba. Piper suelta una carcajada.

-¿Parece que ya estás mejor, no? -le digo.

Asiente divertida con la cabeza. Me acerco a ella y le toco la frente. Sigue teniendo fiebre y está anocheciendo.

-Vamos, a dormir -anuncio estirándome a su lado.

-¿Ya?

-Sí. Ya.

-Buenas noches -dice cerrando los ojos.

Abraza mi cuerpo y tapo nuestros cuerpos con la manta.

-Buenas noches... -susurro entre su cabello para luego caer en los brazos de Morfeo.

LOCKED [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora