Capítulo dos. Despertar

308 31 2
                                    

Piper

Me despierto con un dolor de cabeza terrible. Tengo toda la sangre en la cabeza y siento que me va a explotar de un momento a otro. Entonces lo recuerdo todo. El coche, la lluvia, la caída. Parece que el corazón se me vaya a salir del pecho de un momento a otro. Miro a mi alrededor y me fijo en que estamos dentro del coche. El coche está lleno de sangre, y tengo mi cabeza rozando el techo. De una cosa estoy segura; el coche está patas arriba. Me quito el cinturón con delicadeza para caer sobre el techo y hacer que el coche se tambalee un poco. Cierro los ojos y como puedo me acerco a la ventanilla. Miro hacia abajo y me doy cuenta que estamos entre dos árboles. Dos grandes árboles que sujetan el coche entre sus ramas. Debajo nuestro hay el vacío de los vacíos. Me pongo a hiperventilar en seguida. ¿Dónde está Harvey? Miro a mi izquierda y ahí lo encuentro. Con heridas por todas partes, la cara roja como la sangre por estar boca abajo y con sangre, mucha sangre. Rápidamente, le quito el cinturón de seguridad con suavidad y Harvey cae al suelo, provocando de nuevo el movimiento del coche. Lo estiro sobre mi regazo e intento despertarlo.

-Harvey... Harvey despierta -nada, no hay resultado -. Vamos Harvey. Despierta por favor, despierta -nada. Esto no puede estar pasándome.

Es increíble. Zarandeo a Harvey un par de veces. No puede estar muerto. Me pongo a chillar su nombre como una loca. No quiero quedarme sola.

-¡Harvey! -vuelvo a chillar.

Apoyo mi cabeza sobre su abdomen mientras las lágrimas caen de mis ojos como si fueran chorros. Entonces siento una mano sobre mi cabeza.

-Tranquila... -susurra una voz ronca.

Me incorporo en seguida. Es Harvey. Harvey ha despertado. Lo abrazo corriendo, manchando su camiseta ya sucia de mis lágrimas.

-Ouch... -se queja él.

-¿Qué? ¿Qué pasa? -le pregunto alarmada.

-Nada...

Ese “nada” hace que me enfurezca.

-¿¡Cómo que “nada”?! ¡Estoy harta de que me contestes con “nadas”! ¿¡No ves que ha pasado por contestarme con esa maldita palabra?! -vocifero yo mientras lágrimas de impotencia caen de mis ojos.

Harvey mira hacia abajo.

-Lo siento... -murmura, cosa que hace que llore más.

Entonces es cuando me doy cuenta de que estoy siendo muy dura con él. Tampoco es todo culpa suya. Durante todo el viaje lo he puesto de los nervios. Si hubiera podido calmarme un poco, puede que tampoco hubiera pasado lo ocurrido.

-No. Lo siento yo. También ha sido culpa mía. Lo siento -me disculpo abrazándole una vez más.

Harvey vuelve a quejarse. Me quita de encima y pone una mano sobre su pecho. Arqueo una ceja y levanto poco a poco su camiseta. Ahogo un grito.

-¡¿Cómo que nada Harvey...?! -murmuro pasando mi mano por esa profunda herida.

Tiene un corte que le llega desde el hombro hasta la pelvis, aparte de numerosos moretones por todo el cuerpo.

-¿Te duele mucho? -pregunto con suavidad.

Me mira a los ojos y asiente. Los ojos se me aguan y le doy un beso en la mejilla. Me vuelvo a incorporar y le miro a los ojos. Sus bonitos ojos azules se le están llenando de lágrimas. Un puchero se forma en sus labios y se pone a llorar como un niño pequeño. No puedo evitar hacerlo yo también.

-Ya está... Ya está... Cariño ya no llores -intento consolar a Harvey.

Aunque no sé ni porque digo eso, ya que yo también estoy llorando a lágrima viva. Cojo a Harvey y lo acuno entre mis brazos, manchando mi blusa de sangre. Harvey apoya su cabeza en el espacio de mi cabeza y hombro y yo apoyo la mía en la suya. Ahora mismo necesitamos el uno del otro, y nada puede cambiar eso.

LOCKED [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora