Cuando entré a clases de pociones, quedé anonadada. Guirnaldas y globos de todos los colores adornaban el que solía ser el sombrío salón del profesor Snape y en la pizarra un cartel de tiza amarillo patito decía:
"BIENVENIDOS A LA CLASE DE POCIONES"
—Si Snape viera esto le daría un infarto—dijo Neville, sentado junto a mi.
—Creo que eso sería lo mejor que nos podría pasar, Neville—contesté—. Solo festejo que ya no tendré que soportar más al profesor Quejicus Snape. Me da igual si su remplazo hace del aula un cumpleañitos de niños.
—¿Quejicus?—preguntó Neville frunciendo el ceño.
—El tio Sirius me lo enseñó este verano—reí.
El profesor Slughorn se levantó de su escritorio cuando notó que el salón se llenó y se paró frente a todos.
—¡Bienvenidos a un nuevo año aquí, en Hogwarts!—bramó—. Puede que los anteriores le hayan resultados cómodos, pero este será muy distinto ¡Oh!—rió— Como su nuevo profesor y ex-alumno me propuse ayudarlos a mejorar la convivencia entre ustedes y terminar de una vez por todas esta ridícula rivalidad entre casas—se escuchó un abucheo en el salón—¡Silencio! No quiero ni una queja. Y si alguno tiene algo que decir al respecto, el profesor Dumbledore, quien aceptó encantado mi idea, no tendrá inconveniente alguno en recibirlos en su oficina—el silencio reinó de vuelta.
—¿Y cómo planea hacer que me lleve con una asquerosa serpiente?—gritó alguien del fondo.
—Excelente pregunta, Weasley—se volvió a mi—. Tu, chica ¿Cómo te llamas?
—Andy, señor—respondí—. Andy Lupin.
—Muy bien, señorita Lupin ¿Quién es el caballero junto a usted?—preguntó.
—Neville Longbottom.
—¿Y hace cuanto conoce al señor Longbottom?
—Desde primer año, señor. Es mi mejor amigo.
—¡Ven!—bramó, revoloteando los brazos en el aire—¿Cómo pretenden llevarse bien los unos con los otros si no se conocen?—rodé los ojos, él sacó una bolsa de su saco—. Aquí he escrito todos los nombres de mis estudiantes de Gryffindor en esta clase. Quiero que cada Slytherin saque un papelito y se siente junto al compañero o compañera que le tocó. Serán compañeros el resto del año.
Neville, a mi lado, bufó nervioso. Yo, en cambio, permanecí tranquila. Me resultaba fácil sociabilizar con gente nueva. Y de hecho, me llevaba bien varios de Slytherin, como Zabini o Parkinson. No tenía problemas con nadie... excepto uno.
Draco Malfoy era como caminar con medias mojadas, la resaca o estudiar un fin de semana. Draco Malfoy era, en otras palabras, un jodido grano en el culo.
La persona más fanfarrona y molesta que jamás he conocido. El chico tenía una habilidad especial para sacarme de casillas porque de tan solo escucharlo hablar me daban ganas de estampar mi puño contra su gran bocota.
Tiró su morral al suelo y se dejó caer en la silla. Respiré ondo y, con la mejor predisposición de hacer la clase un poco mas llevadera, me giré hacia él.
—Buenos días, Malfoy.
Sus labios se curvaron en una sonrisa burlona.
—Mis días jamás serán buenos si tengo que estar junto a ti, Lupin.
Bufé frustrada y me giré a la pizarra. No sé que pensaba. Entablar una conversación con este idiota sin querer matarlo era prácticamente imposible.
—Mi objetivo es terminar con todos los tontos prejuicios entre ustedes—comenzó Slughorn—. Y, si todo sale como lo planeé, para fin de año se habrán dado cuenta que en realidad tienen mucho en común y, si no se dejaran llevar por esta rivalidad absurda, podrían encontrar nuevos grandes amigos—Malfoy, junto a mí, murmuró algo como "viejo ridículo" entre dientes—. Así que para la próxima clase, espero un ensayo sobre su compañero de banco. Quiero que me cuenten cosas interesantes del otro, su color preferido, que hace en su tiempo libre, como es su familia... Lo que ustedes quieran, pero deberá estar listo para mañana ¡Ahora, comiencen!—todos lo abuchearon.
Saqué una hoja y una pluma de mi morral y me dispuse a empezar mi ensayo. No iba a permitir que Malfoy me hiciera reprobar la clase. Quizás para él no era importante porque solo bastaría con una visita al colegio de su adorado padre para pasar el año. Pero ese no era mi caso.
—Bien. Nombre, Draco Malfoy. Casa, Slytherin. Familiares, tus padres son Lucius y Narcisa Malfoy y tus tías Bellatrix Lestrange y Andromeda Tonks—escribí—¿Algo más que pueda saber?¿Algún pasatiempo?¿Canción favorita?
—No hago nada tiempo libre y definitivamente no escucho musica—respondió a secas.
Respiré ondo y traté de mantenerme calmada.
—¿Comida favorita?
—Me gusta todo.
—¿Película favorita?
—No veo mierda muggle.
—¿Un libro que te guste?
—No leo por placer.
—¿De qué trabajaras cuando salgas de Hogwarts?
—Mantenido.
—¿Asignatura preferida?
—Ninguna.
—¡Eres insufrible!—chillé enojada—. Mira, Malfoy, se que no soy tu persona favorita, pero tu tampoco me agradas. Estamos obligados a estar juntos hasta fin de año, así porqué no me la pones fácil. Y debo recordarte que tu tampoco sabes nada acerca de mí y no pienso ayudarte con tu ensayo hasta que no respondas cada una de mis malditas preguntas.
Rió divertido y se reclinó en el respaldo de la silla, entrelazando las manos detrás de la cabeza.
—Vives con tu padre y su mejor amigo, mi presunto tío Sirius Black. Eres huérfana de madre, falleció cuando apenas tenias dos semanas. Tus amigos son Longbottom, Potter, las comadrejas Weasley y otros Gryffindors inmundos. Seguramente escuchas Mariah Carey o alguna de esas basuras muggle. Tu libro preferido es Orgullo y Prejuicio, como el de todas las chicas que he conocido. Y en tu tiempo libre cocinas, obviamente sin varita porque amas la inmunda vida de los muggles—lo miré boquiabierta—. Oh, y además acabo de descubrir que eres tierna cuando te enfadas—agregó.
—¿Cómo sabes todo eso?—pregunté estupefacta.
—No te sientas especial, cariño. Eres demasiado predecible—respondió antes de que la campana sonara y se encaminara hacia la puerta.
Rápidamente guardé mis cosas y me dispuse a alcanzarlo.
—¡Espera!—le grité a lo lejos—¡Todavía no tengo nada sobre ti!
Se volteó y me miro fastidiado.
—En la biblioteca, a las 5. Solo te daré 10 minutos—rebuznó antes de seguir su camino murmurando algo como "jodida Gryffindor molesta" por lo bajo.
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PROYECTO GRYFFERIN, draco malfoy (editando)
Fanfiction"Ella vivía su vida al máximo, él dejaba que el resto controle la suya". Andy Lupin y Draco Malfoy solo estaban de acuerdo en una cosa: se odiaban. O al menos eso creían. Hasta que en un acto de locura su nuevo profesor de pociones intenta enmendar...