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Cuando llegaron al hospital rápidamente los atendieron, Meng Shi se negaba a ser atendida ella prefería que atendieran a sus hijos, ella podría curarse sola; Sāndú aprovechó ese momento para llamar a Jiang Cheng e informarle todo, hizo una segunda llamada al guardaespaldas de Meng Yao para que investigara sobre lo sucedido.

¿Que tenía que ver Meng Yao con Jin GuangShan?

Tanto Meng Shi como Xue Yang estaban esperando respuesta del médico, Sāndú estaba al pendiente por si algo más llegaba a suceder hasta que la doctora encargada de turno salió.

— Está fuera de peligro, se le hicieron varias radiografías y notamos que tiene dos costillas rotas. Lo dejaré en observación por el día de hoy y dependiendo de su reacción lo pasaremos a una habitación privada... — se dirigía a Sāndú y Meng Shi calmándola con estas palabras, Xue Yang soltaba un suspiro de alivio.

— Muchas gracias doctora, se lo agradezco mucho... — mencionaba Meng Shi entre sollozos.

— Es mi deber, pero vamos a atenderlos a ustedes, parece que también sufrieron lo mismo — con un ademán de su mano los instaba a seguirla.

— No, no me separare de mis tesoros, mejor cure a mi hijo A-Yang... — rápidamente empujaba a Xue Yang para que fuera a curación, la doctora miro a Sāndú y este con un gesto le decía que si lo atendiera.

— Vaya joven Yang, yo me quedare con su madre en lo que llega mi señor Jiang... — Sāndú se situó a un lado de Meng Shi calmando al joven.

— Solo un detalle... — levantó sus manos enseñando las esposas que aún estaban en sus muñecas.

Sāndú se acercó abriendo las esposas con una llave que traía, se disculpó por su actuar tardío y el joven Yang se iba con la doctora a un cuarto donde ya lo esperaban las enfermeras.

— ¿Puedo preguntar sobre su relación con Jin GuangShan? — Sāndú intento preguntar sobre lo sucedido aunque no tenía una idea clara de cómo debía empezar.

— No, no hablare de ese cerdo maldito... si hablo la policía me arrestara y asesinara, la policía está de su lado... — mencionó Meng Shi sin mirarlo, una enfermera de acercaba con ellos para curarla, ella se negó pero cuando escuchó que su hijo la había enviado acepto ser curada.

Se sentaron en la sala de espera sólo estaban esperando que Meng Yao mejorara un poco más para poder cambiarlo a una habitación privada, tenía el privilegio de ser el esposo del líder Jiang. Xue Yang salió rápido traía varios vendajes en las manos y unos cuantos en el rostro cuando Meng Shi lo miro se soltó a llorar de nuevo...

— Es mi culpa... mis niños yo no debí huir... — mencionaba cada que podía hablar.

— Mamá Shi, tranquilízate, estos golpes son nada comparados a cuando peleo... — Xue Yang no sabía cómo calmarla, quería tocar su rostro pero ella también estaba bastante lesionada y no quería lastimarla.

Sāndú sintió un pesar en su pecho al ver la escena, no entendía o más bien trataba de no hacerse juicios sobre la situación del esposo de su jefe pero tal parece que Jin GuangShan era la peor escoria que el mundo había conocido. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de Jiang Cheng, Yu ZiYuan y Zidian, los saludo con una reverencia y miro a la mamá de Meng Yao y su hijo dándoles a entender quiénes eran.

Cuando Xue Yang se dio cuenta de los extraños rápidamente se postró delante de su madre tapándola con su cuerpo.

— No dejare que le hagan daño a mi mamá ni a mi hermano, ese maldito miente en todas sus porquerías, nosotros solo huimos de él... — habló Xue Yang

Estrategia inesperada || ChengYaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora