06

156 27 4
                                    


Por la mañana despertaba notando lo vacía que estaba la habitación, Jiang Cheng no estaba ahí y no había rastro alguno de él o de Zidian, el dolor en su cuerpo era más tolerable pero sentía la hinchazón de sus golpes empezó a tocar los golpes en su rostro los cuales habían sido pocos pero visibles a comparación de los otros pero detuvo toda acción cuando vio llegar a su hermano con su característica sonrisa burlesca.

— YaoYao, tu hermano favorito, y el único que sabe que tienes más hermanos, está aquí ¿dormiste bien? ¿Tuviste sexo? ¿Fue rudo? — se sentó tranquilamente en el sillón mientras se llevaba un dulce a la boca.

— ¿Que carajos dices? ¿Sexo? ¡Estamos en un hospital! — lo miraba cruzado de brazos.

— ¿Y? Eso no quita que sea menos excitante, debes tener sexo mínimo cinco veces.

— A la semana...

— ¡No! ¡Que aburrido! Al día, si Dianxia te bendijo con un trasero bonito mínimo debes usarlo — le guiño un ojo.

— Eres un idiota. Por cierto... ¿ya le dijiste a mamá?.

— No y no quiero que tú le digas algo. Deberé decirle yo. — toda esa careta burlona se había ido, dejando a un Xue Yang bastante serio.

— A-Yang el tiempo se te está pasando imagino que a XingChen ya le dijiste ¿verdad? — miro a su hermano recibiendo una negativa.

— Un aborto no es una decisión rápida. XingChen y yo estamos separados...

— ¿Desde cuando? ¿No es de XingChen?

— Si es de él, tuvimos una pelea por su trabajo y tenemos casi un mes de separados pero ayer se porto diferente y yo creí que con la pelea lo perdería pero el tonto guardaespaldas me cubría los golpes. Además renunció a su trabajo... estoy jodido — respondía un deprimido Xue Yang.

Su vida siempre había sido complicada nunca quiso aceptar la realidad de ser un Tipo2 y creyó que jamás encontraría alguien con quien querer compartir su vida pero XingChen llegó de una manera extraña, iluminó su vida y complemento cada vacío que tenía. Yao miraba a su hermano y sentía pena por ello quería decirle que todo estaba bien pero la puerta de la habitación se habría siendo esta vez la doctora que lo atendía.

— Señor Meng, puede retirarse cuando vea conveniente, ya está el alta y se le informó a su esposo pero hay un detalle que quisiera hablar primero ¿usted siempre ha sido un Tipo1? — la doctora seguía apuntando en la tabla donde tenía el expediente de Meng Yao.

— Sí, todos mis análisis dicen que soy un Tipo1, mi doctor puede confirmar lo que le digo... — estaba nervioso no sabía que en ese hospital se dieron a la tarea de revisarlo a fondo.

— Hablaré con él, tengo la referencia aquí. Sus análisis mostraban que su sangre no era compatible con su género, por ello la pregunta pero hablaré más tarde con su doctor. Por ahora me retiro y ya su asistente sabe sobre sus cuidados. Hasta luego. — se despidió en una reverencia y se marchó cerrando la puerta, Xue Yang se ponía de pie detrás de ella cerrando con seguro la puerta.

— Hay que avisarle al doc de la madriza que te dieron y de lo que salió acá para que sepa que decir. Iré al estacionamiento, no me tardo...

Otra vez se quedo a solas recordaba todas las veces que solía acudir solo con el doctor ZhuLiu para que curara sus fiebres o golpes y de cómo siempre ocultaba sobre su condición. Era un cómplice muy fiel puesto que jamás pidió algo a cambio, ya no era un simple doctor si no el confidente de su madre y apoyo moral de esa pequeña familia.

Estrategia inesperada || ChengYaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora