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Días después...

— ¡Maldición!

Su cuerpo aún estaba tibio cuando escuchó algo peculiar sus sentidos se agudizaron al darse cuenta a quien pertenecía esa voz, se removió en la cama al notar donde estaba y con quien había compartido lecho ahí sus mejillas se sonrojaron. Jiang Cheng notó cómo se removió en la cama sintiéndose un poco culpable por haberle despertado pero ignoro aquello mientras se miraba en el espejo de cuerpo completo que había en la habitación, estaba ultimando detalles de su apariencia, hoy había optado por un traje de dos piezas en color negro con la camisa en tonos lila, su apariencia iba adornada con el broche de la familia en color amatista.

Por medio del espejo vio como Meng Yao seguía removiéndose en la cama como esperando a que saliera la la habitación para "despertar", solo se burló de ello, tan infantil era para reaccionar así. Tres toques en la puerta le indicaba que todo estaba listo para empezar a trabajar, tomó su celular, el maletín donde tenía su portátil y la argolla de matrimonio para ponerla en su dedo anular, la argolla que se suponía era de Lan XiChen se mandó a hacer de nuevo pues el nuevo esposo tenía manos más pequeñas y delgadas.

— Buenos días y descansa Meng Yao, se que estás despierto... — soltó antes de cerrar la puerta y salir por completo de la habitación.

Una mueca divertida se dibujó en su rostro mientras pensaba en los días que llevaban casados, sólo cinco días habían pasado y Meng Yao seguía sin acostumbrarse a compartir el lecho pero era un idiota porque él tampoco se acostumbraba. La sensación de alguien delicado y pequeño durmiendo a su lado era extraña, nada parecía igualarlo, ni siquiera con aquél de fragancia a sándalo con quién escapaba en ocasiones.

— Señor, su madre quiere desayunar con usted, su suegra también está ahí esperándolo. — comentó Zidian detrás de él mientras miraba su tableta y revisaba el itinerario.

Eso lo trajo a la realidad y su semblante cambió a uno molesto...
¿Porqué si su madre es tan productiva en el día él sigue durmiendo?... se detuvo pensando aquello y por un instante estaba tentado a regresarse y levantarlo...

— Él aún sigue con medicamento, según HenSheng solo toma el medicamento, come y duerme. ¿Quiere que lo despierte, señor? — Zidian vio las intenciones de un malhumorado Jiang Cheng, era extraño.

Negó con su cabeza y siguió su camino hasta la zona que correspondía a Madam Yu, la servidumbre abrió la puerta y una imagen algo extraña lo recibía.
Ambas mujeres tomando de sus tazas sin decir nada, no conocía a Meng Shi pero su madre jamás estaba callada.

— ¿Buenos días o amanecimos bravos el día de hoy? — aquello llamó la atención de ambas mujeres saludándolo solo con un cabeceo.

— Para nada. Sabes, Meng Shi es la costurera principal de mi boutique, ella ha confeccionado cada pieza que hemos utilizado durante los últimos cinco años — cuando termino por sentarse al lado de su madre volteo de inmediato con su suegra buscando una afirmación.

— Si la situación molesta puedo renunciar y buscar otro trabajo... — respondió apenada.

— No, solo que habían mencionado que se mudaron varias veces y las zonas no eran muy cercanas ¿como le hizo? — pregunto Jiang Cheng pues ciertamente Yunping estaba lejos a pesar de ser muy cercana a Yunmeng.

— Nada que el transporte público no solucione, cuando me quedaba muy lejos me quedaba en una pequeña residencia que pertenecía al maestro de A-Yao — respondió Meng Shi gustosa.

— De los pocos maestros bondadosos qué hay, como el gran maestro Lan QiRen ¿recuerdas, A-Cheng? que pasaste un año en su residencia mientras practicabas etiqueta en Gusu — mencionaba su mamá con entusiasmo.

Estrategia inesperada || ChengYaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora