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AU Moderno, donceles.
Lan XiChen quería a Jiang Cheng pero no lo amaba, el seguía amando al único hombre de su vida, Nie MingJue.
Meng Yao el mejor amigo de Lan XiChen fue el primero en enterarse que se habían fugado d...
Las notificaciones en su teléfono no dejaban de llegar y era extraño pues el solía ser una persona hasta cierto punto aislada aunque aquello se lo impuso por el tipo de vida que tenía, sólo Xue Yang era su compañía hasta que conocieron a Su She y fueron un gran trío.
Reviso su teléfono encontrándose con una notificación extraña, atendió aquella invitación pero jamás espero tener una respuesta inmediata.
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Leyó la respuesta y al momento unos toques desesperados se escucharon en la puerta de su habitación haciéndolo brincar de un pequeño susto.
— Abre que soy tu hermano — definitivamente solo sería él por la forma tan desesperada que tocaba.
— Pasa, está abierto — mencionó saliendo de su cama para ponerse una ropa mas cómoda que una pijama.
— Viste eso. Yo no conozco a ningún Wen WuXian o patriarca de no se qué — mencionó un poco alterado.
— Cálmate, si es un bar el que va a inaugurar puede que sea para alguien a quién trabajamos o solo tú trabajaste para él y como soy tu hermano... — pensó un poco y algo no estaba funcionando — A-Yang su apellido es Wen pero el maestro RuoHan no tiene más hijos que Chao y Xu.
— Hace tiempo escuche un rumor en las "alcantarillas" un tipo que se auto nombraba patriarca preguntaba por un accidente que hubo hace muchos años... en Yiling.
Ambos se quedaron en silencio analizando los detalles de este suceso extraño, realmente les causaba intriga saber cómo los conocía y porque los estaba esperando pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el móvil de Meng Yao empezó a sonar ambos lo vieron y exhalaron de alivio al ver que era una llamada de Jiang Cheng, Yao contesto rápidamente poniéndolo en altavoz, Cheng solo le dijo que se arreglara que en la noche tendrían una salida y colgó.
— Espero que dure más tiempo en otras cosas, fueron los treinta y cinco segundos más románticos de tu vida... — mencionó Xue Yang.
— Cállate, sólo es muy directo, siempre me habla para saber cómo estoy o cuando llega a la oficina — le respondió Yao mientras lo sacaba de la habitación — Lárgate, tengo que buscar que ponerme y tú también.
Ni siquiera espero que su hermano le contestara cuando cerro la puerta en sus narices. Meng Yao se dirigió al inmenso closet que ahora poseía esas prendas con sedas de la mejor calidad pero había algo que no le gustaba mucho, todo era violeta desde más claros hasta los oscuros aunque le gustaba los colores no eran lo que él buscaba, el quería algo más claro, un color ámbar, beige o amarillento eran sus colores y que quedaban perfectos con su piel. Cuando estaba ya cansado de buscar y no encontrar algo adecuado para él en ese inmenso closet de ropa vio un destello cuando movía la ropa, se acercó y encontró una camisa transparente negra con destellos dorados, quedaba perfecto para un bar.
