–Los cazadores caen muy rápido, ¿no crees? – . Preguntaba Diamond, mientras las tres corrían por el claro del bosque.
–Se han encontrado con una cazadora que ha ganado en casi todas las arenas, una bruja heredera de salem y una fae que por alguna extraña razón, mata con mucha precisión. –
Scarlett le dedicó una sonrisa tierna, arrugando la nariz ante eso último. Diamond rió, ninguna dejando de correr.
–Aun así. Los cazadores son muy fuertes. Y conocen todas las estrategias. – Aliance seguía pensativa.
–Estos son novatos. Los han puesto en el campo de batalla a propósito. – Diamond les indicó con señas que se agacharan.
–¿Por qué?–.
–Porque los vampiros llevan ventaja.–
–Eso no tiene ningún sentid–. Diamond cubrió la boca de Aliance antes de que pudiera seguir hablando.
Esperaron unos segundos. Las orejas puntiagudas de Scarlett sacudiéndose de vez en cuando ante tantos sonidos, atenta.
–Supongo que no es momento de hablarte de historia de Valhalan, brujita.– Volvió a hablar Diamond, incorporándose.
Las tres siguieron el camino, siempre preparadas para defenderse de cualquier ataque. Un grupo de cazadores pasaron caminando a su lado, en sentido contrario. Ambos grupos se dedicaron miradas fugaces, analizándose.
Menos mal que las tres llevaban ropas de cazadoras.
Aliance tragó saliva al sentir la mirada más intensa de un castaño entre todos aquellos chicos. El castaño cesó sus pasos para mirarla fijamente.
–Keiran, ¿qué haces? –. Preguntó uno de sus amigos.
Diamond y Scarlett también se pararon, mirando a su hermana con confusión. Pero el castaño y la bruja se miraban como si el mundo se hubiese paralizado.
Como si algo muy grande acabara de ocurrir.
Él sonrió para sí mismo, bajando la cabeza y continuando el paso con el resto de cazadores. Aliance recobró la respiración, encontrándose con las miradas confundidas de sus hermanas.
–¿Qué mierda fue eso? –. Diamond le pedía explicaciones.
–¡Cuidado! –. Gritó uno de los cazadores más a lo lejos.
Lo siguiente que vieron todos fue una bestia negra como la noche abalanzarse sobre ellos. Aliance miró a ambos lados, alerta, dispuesta a atacar junto a las otras dos. De nuevo se cruzó con la mirada del castaño, que blandía su espada ante la bestia con el resto de sus compañeros.
Le guiñó el ojo a la bruja, y se dispuso a luchar.
–No.No... No, no, no. ¡No! –. Gritó Aliance.
El mundo dejó de tener color. Luz. Vida.
Instantes después, las tres hermanas se encontraban en el gran salón de su casa. De nuevo en el presente.
–¡Joder! ¿Qué coño ha pasado? – Protestó Diamond, tocándose el pelo con nerviosismo. –Estábamos a punto. –
–Era brujo. – Dijo entonces Scarlett mirando a Aliance. Pareciendo entender todo. La bruja la miró suplicante. No quería que dijera nada.
–Ese no era cazador, era brujo. Y te conocía. – Siguió diciendo la fae.
–Ha sido un error. Puedo volver a abrir el portal. Sólo tengo q–.
Diamond interrumpió a Aliance, que buscaba desesperada entre sus libros y empezaba a dibujar runas en el aire para volver a crear el hechizo.
–Tu energía se ha agotado. Vamos a reponer fuerzas. –Le ordenó.
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El descenso (bocetos)
FantasyEstos son solo breves relatos de la historia que estoy escribiendo, la cual quiero convertir en saga; y es un poco caótico, pero me hace ilusión empezar a publicarlos por aquí hasta que pueda darles un orden. (Estoy usando un fanart de Crescent City...