PARA ODELL el mundo mortal era muy moderno para su gusto, edificios altos de más de 10 pisos, calles amplias llenas de gente caminando de forma apurada.
No le gustaba la sensación de apuro que se sentia en la zona, en cambio Hermes parecía relajado con todo a su alrededor, quien sabe cuantas veces abría de venir por estos lados seguidos. Después de todo, era un Dios mensajero.
Aunque hace muchos años los mortales dejaron de creer en ellos, había uno que otros que eran la excepción.
- Nos separamos acá Odell -Dijo Hermes tomándolo por sorpresa. ¿Era acaso una broma? - Tengo que ir a resolver otros asuntos, por mientras búscala en este instituto. -Dijo dándole un papel y un mapa, cosa que hizo que Odell se sonrojara.
- No necesito un mapa -Dijo con vergüenza haciendo que Hermes riera.
- Si te pierdes, tu madre y tu padre me desaparecen -Respondio mientras empezaba a caminar lejos de el. - Trata de no arruinar nada, nos vemos en el instituto.
Y desaparecio de su vista, haciendo que Odell frunciera el entre cejo.
- Vete al inframundo.
Lo maldijo de su forma mientras comenzaba a ver el mapa y el nombre del instituto, llamando su atención que no estaba muy lejos de donde se supone que estaba parado.
Entrecerro viendo el mapa, y sin creer lo que veía, un fatal dibujo de un muñeco de palos haciendo referencia de que era el, mal dibujado.
No puede ser.... Sintió vergüenza ajena al pensar que Hermes lo habia dibujado y había fracaso en el intento.
Cerro con fuerza el mapa para comenzar a caminar, mientras pensaba en lo patético que era Hermes.
Llegando al instituto, se dio cuenta que estaban en horario de salida, pues había muchos adolescentes como el por todo el al rededor y por los jardines, decidió entrar pasando por desapercibido como alumno, o eso pensaba el, pues las miradas de la multitud femenina estaban sobre el.
Y claro, como no, soy el hijo de Afrodita... Pensó con ego mientras sonreía de manera arrogante y seguía cautivando miradas por su caminar.
Llego a una biblioteca y por curiosidad decidió entrar. Había varias personas dentro, tal vez estudiando. Pero como si de un imán se tratase algo lo atrajo a la última parte, donde vio una pequeña silueta.
La joven que allá se encontraba era de cabello castaño oscuro, de estilo un poco rockero mientras leía un libro sobre mitologia Griega.
Algo en ella, llamo su atención, y sin estar seguro de sus acciones decidió acercarse.
- ¡Mira por donde caminas, imbécil!-Exclamo otra chica con la que había chocado sin intención alguna. Sus mejillas se sonrojaron pues las miradas estaban en ellos. Cuando estaba balbuceando un lo siento la chica siguió su camino sin siquiera mirarlo.
Se sintió avergonzado, pues la anterior chica que le había llamado la atención lo estaba viendo. Aunque su mirada era de desinterés y volvió la vista a su libro, se sintió frustrado.
- Hola -Dijo con un poco de picardia mientras tomaba asiento frente a ella, llamando una vez más la vista de ella sobre el, el cual duró unos segundos y volvió al libro que leía.
Aquello hirió el ego de Odell.
- Veo que lees sobre los hijos de Cronos-Hizo la observación mientras leía el título del libro, sonrió mientras se recargaba a la mesa - Tengo mucho conocimiento sobre estos temas...
Por su parte la chica suspiro para después cerrar el libro. Y ahora si su atención estaba en el.
- No eres de este instituto, sigues molestandome y llamare a quien tenga que llamar para que te saquen.
Aquello, le cayó cono un balde de agua fría. ¿Acaso ella no cayo rendida ante el después de escucharlo? Normalmente todas morían por el, después de todo era el hijo de Afrodita.
Fruncio el ceño y se sintió molesto, pero igual algo le llamaba la atención.
Detallandola bien, tenía rasgos que se asemejaban a lo que era Hades y Persefone. Y el color de su piel era un poco llamativa...
Llamativa...
Brillante...
Hijos de Dioses en el mundo mortal...
Click...
La chica por su parte se le quedó mirando de forma seria mientras esperaba a que se dignara a irse de aquel lugar.
- ¿Y bien que esperas? -Pregunto mientras alzaba una ceja. Aquello hizo que Odell de sonrojara, sin saber porqué.
- Calma, disculpa mi atrevimiento -Se disculpo antes de que pasara a mayores. - Solamente... Tengo muchas teorías conspirativas sobre la mitológia griega y me gustaría... Hablarlo con alguien.
Mintió mientras se hacia el arrepentido, aquello como que llamo la atención de ella.
- ¿Teorías conspirativas? -Pregunto con confusión.
- Si veras... ¿Que tal si en verdad existe ese mundo Mitológico? ¿Y si los Dioses tienen hijos? A parte de los que ya están escrito en la historia claro...
Dijo con emoción, haciendo que Jade frunciera el ceño.
Vaya chico más raro... Pensó ella
- ¿Hijos aparte de los que ya están escritos? ¿Es en serió? -Pregunto ella ahora con gracia. Mientras se recargaba en la mesa haciendose la interesada sobre el tema.
- ¡Siii! -Exclamo Odell afirmandose aún mas de la mesa. - Una hija de Hades, por ejemplo viviendo en el mundo mortal.
Y fue ahí donde aquella chica rompió a carcajadas, haciendo que Odell se sintiera mal, nuevamente, y que todos lo miraran.
- Estas demente, tío. -Dijo ella con burla.
- Si existiera, ¿Crees que se pueda uno enamorar de aquella persona? -No sabia porque de aquella pregunta, pero le había salido. Odell se estaba convenciendo así mismo que no estaba llamándole ella la atención, y que todo era una jugada de su mente.
- ¿Enamorarse de la hija de Hades? - Pregunto con ironia mientras reia ante aquella pregunta. - ¿En serio me estas preguntando eso?
- Yo podría sin problema-Respondió mientras le otorgaba una sonrisa sincera.
Ella fruncio el entrecejo mientras se levantaba.
- Suerte entonces en conseguir a la supuesta hija de Hades, idiota -Dijo mientras se alejaba y le otorgaba la vista de su dedo del medio.
- Ya lo hice.
Dijo más para el mismo mientras suspiraba.
