AL LLEGAR al Inframundo, Jade noto un enorme castillo realmente hermoso, con estructura griega y en un color grisáceo. Entraron en el, llamándole la atención a Jade de las miles de obras que habían en sus paredes, preguntándose hace cuantos años fueron pintadas.
- Vamos, te llevare a tu dormitorio - Hades empezó a caminar a las escaleras - Debo ir al Monte Olimpo nuevamente, debo atender unos asuntos sobre tu llegada - Se sincero.
Jades simplemente ignoro lo que había dicho y se dedico a seguirlo, tratando de aprenderse el camino para no perderse.
Llegaron a una habitación bastante amplia, con un gran ventanal y una gran cómoda.
- Espero que te sientas en... -Hades se incómodo, era todo nuevo para ella y para el que no sabía muy bien como tratarla.
- En casa lo dudo -Dijo entrando aquel dormitorio - Vete si deseas.
Dijo dándole la espalda mientras se dedicaba a observar cada detalle de aquella habitación. Suspiro al no sentir más su presencia.
Volteo para asegurarse que no estuviera presente y cuando así fue, decidió acostarse en aquella espaciosa cama, y mirar el techo mientras pensaba en que hacer.
Si justo en ese momento se despertara y estuviera en una habitación completamente blanca con una camisa de fuerza, entendería más todo lo que acababa de ocurrir. Pero este era uno de esos casos donde dicen que; La realidad de supera la ficción.
Así entro en los brazos de morfeo, queriendo despertar en una habitación completamente blanca, y mucho más realista de lo que era ahora su habitación.
MIENTRAS TANTO en el monte Olimpo los 12 Dioses esperaban a Hades con paciencia, algunos más que otros, y algunos ni querían estar ahí. En aquella sala se encontraban; Zeus, Poseidon, Hermes, Dionisio, Artemisa, Hera, Apolo, Ares, Afrodita, Hefesto, Atenea y Demeter.
Bebiendo vino traído por Dionisio, esperando la llegada del Dios del Inframundo, el cual casi no los visitaba por pequeños problemas que tenían los 3 hermanos, con lo que llamaremos separaciones de vienes.
Pero claro, quisieran o no estar ahi, la inquietud de saber más sobre la hija de aquel Dios, les ganaba y por mucho.
- La curiosidad les ganó-Dijo un Hades apareciendo entre sus llamas, viendo a cada uno de los Dioses. -Me sorprendes Hermes.
Hermes aparto la vista un poco avergonzado, pues realmente el ya había conocido a la niña, no tendría mucho que hacer ahí.
-¡Hermano! -Dijo un Zeus un poco, mucho, feliz. Mientras se acercaba a Hades y le abrazaba por los hombros. - ¡Cuentanos! ¿Que tal la reconciliación?
Aquello, hizo que Apolo soltara una risa. Ganándose una mirada rápida de su hermana Artemisa.
- ¿En serio te parece gracioso a ti, Apolo? -Pregunto sin gracia Hades haciendo que este volviera a su rostro serio.
- Buuuueeeno -Dijo Poseidon tratando de alivianar el ambiente. El comentario de Hades hizo sonreír Artemisa. -Dejemos los inconvenientes a un lado, y ven a tomar con nosotros.
- Si -Respondió Afrodita con una sonrisa ligeramente coqueta hacia Hefesto - Deberíamos disfrutar un poco, casi nunca tenemos la presencia de Hades aquí.
Hermes rodeo los ojos.
- Todos sabemos porque.
Respondió Hera mientras se recargaba en la silla. Hades simplemte se acercó a uno se las sillas de aquel lugar y tomó asiento.
- Ahora que tenemos a la hija de Hades aquí podríamos comenzar a planear... -Hefesto Interrumpió a Dionisio.
- No creo que dábamos planear nada todavía. -Respondió con seriedad.
