El AIRE FALTABA, cada vez se sentía más mareada. ¿Era un portal lo que había frente de ella? Se estaba empezando a cuestionar que era real y que no. Ya nada para la mente de Jade tenía sentido. Vio a los dos acompañantes como se acercaban aquel círculo con total confianza. Ella por su parte, desde que había aparecido había dejado de caminar. Estaba fuera de si. No entendía.
-Ay no -Dijo ella ahora si con algo de miedo en su voz. - ¿En serio esto es real? -Se cuestiono más para ella que para sus dos acompañantes.
Seamos realistas, nadie está preparado para una noticia como esta. Vivir en un mundo normal, y que la noche a la mañana te enteres que eres hija de uno de los Dioses de la mitológia griega era algo de locos; el creer. Pero al ver aquel portal cada vez se convencía más de que era cierto aquella historia.
Y le entro miedo, el conocer no solo aquel mundo mitológico lleno de criaturas y cosas fuera de lo común, si no también conocer al hombre que había detestado durante su niñez y le había dejado de importar al entrar a su adolescencia.
- No... Me siento...
- ¿Le tienes miedo a lo desconocido? -Pregunto Hermes con seriedad, haciendo que Jade sintiera enojo. ¿Le estaba provocando?
- ¿Quien te crees? -Pregunto con enojo - ¿Quién crees que soy? - Volvió a preguntar. - ¿Crees que estoy super feliz de saber que hay un mundo diferente y que soy parte de lo que se le llama Dioses? ¿Crees que es una noticia ligera de tomiar como si se tratase del cambio de clima? -Pregunto cada vez más molesta. - No le temo a lo desconocido. Pero esto, supera cualquier realidad y ficción, amigo.
Los tres quedaron en un silencio incómodo.
- Y créeme cuando te digo que no estoy feliz con nada de esto.
Dijo mientras ingresaba aquel portal con seguridad. Jade era una persona que se podía provocar fácilmente, ese era punto débil.
- ¡Llegaste! -Exclamó una voz femenina al otro lado. Sintió mareo y ganas de vomitar, era la primera vez que pasaba un portal. Miro a su alrededor memorizando aquel momento, su mente no podía procesar lo que estaba pasando. - Es un gusto por fin conocerte. -Dijo nuevamente la voz femenina.
Ahora, acercándose y dándole un abrazo, haciendo que Jade la apartara, no con fuerza bruta, simplemente la alejo. Para verle el rostro.
Su expresión se transformó a uno de incomodes.
¿Será esta rubia mi madre? Pensó.
-¡Madre! ¿Que estas haciendo acá? Se supone que el que la espera es Hades. No tu.
Dijo Odell apartando aquella mujer de Jade, la cual dio un suspiro de alivio, para después detallar un poco su apariencia.
Definitivamente es su madre. Pensó viendo lo iguales que eran.
- Vaya locura... -Dijo más para si misma.
- Soy Afrodita. -Se presento volviendo a su lado - Eres mucho más hermosa de lo que una vez dije.
Aquello hizo sonrojar un poco a Jade. Ella no era de recibir muchos alagos. Aunque sabia muy bien era era linda, no era algo que amenudo se lo suelan decir.
- Hija de Hades. -Llego un hombre corpulento de cabellos grises con barba larga del mismo tono.
- Déjame adivinar... Zeus -Dijo ella con sarcasmo.
- El mismo. -Respondió con una carcajada. - Eres la viva imagen de Hades.
Aquello hizo rodar los ojos de Jade.
- Ahora que lo mencionas -Dijo mirando a su al rededor. - ¿No se supone que él es quien tiene que estar acá y no ustedes? -La facilidad de expresión de Jade era algo sorprendente. No le importaba mucho lo que sintieran las demás personas en cómo decía las cosas. - Después de todo, estoy acá por el. ¿No?
-Correcto.
Una nueva voz se hizo presente, Jade sintió su corazón latir fuertemente. No quería voltear, ya sabía de quien se trataba. Dio una mirada fugaz a Odell el cual miraba detrás de ella y eso le confirmó que el que tenia atrás era el mismo Dios del Inframundo.
Suspiro, para voltear medio cuerpo y verlo por encima del hombro. Ahí estaba el, el hombre que la había abandonado a su suerte, quien no estuvo en su infancia y no se preocupo de ellos estos últimos años.
¿Que debía decirle? ¿Y como debía mirarle?
Vio como se acercaba con una expresión de aburrimiento, mientras él la miraba fijamente, ignorando el resto de personas.
- Jade... -Dijo ya al lado de ella. Volvió su vista al frente viendo como los presentes, miraban el espectáculo detalladamente.
- Hades... -Respondió ella para verlo de frente. - Diría un gusto, pero realmente no lo es -Dijo mientras le daba una sonrisa fingida. -
Aquello le tomó por sorpresa, y causó una pequeña sonrisa no visible en Hades.
- Vamos, iremos al Inframundo.
Aquello, le llamo la atención. Jade tenía cierto interés por lo que es la mitológia griega, y ahora que lo pensaba estaba en aquel mundo del cual siempre leía. Aquello le hizo sentir curiosidad y un poco, solo un poco de emoción.
Sentimiento, que fue percibido por Hades, haciendo que sonría una vez más.
- Vamos. -Dijo ignorando a los demás. Haciendo que Odell fruncir el ceño, no estaba acostumbrado a ser ignorado.
Los dos se alejaron de aquel lugar, sin siquiera mirar a los demás.
-Iguales.
Dijo Zeus para sonreír, y después irse. Haciendo que Hermes y Afrodita a sintieran dándole la razón, y hacer lo que el, irse de aquel lugar. Quedándose solamente Odell quien miraba como se iba Jade con Hades.
EL INFRAMUNDO era más interesante de lo que había imaginado Jade, había gritos de dolor, agonía y desesperación, aunque aún no había llegado al Inframundo, solo estaban en camino. Jade pudo ver las almas en pena sufriendo sin parar. Y Hades, pudo ver a su hija.
Su hija, si, Hija de Hades. Hades no entendí aquel sentimiento, ¿Felicidad tal vez de ver a su hija? El pensó que jamás sentiría algo como eso...Pero ahí está, viendo al fruto del amor que sentían el y Persefone... O lujuria, quien sabría.
- Me parece bien el hecho de que quieras conocer a la hija que abandonaste hace más de 17 años -Dijo Jade montandose en el barco donde un espectro les esperaba. Hades la escucho - Pero realmente es algo de locos todos esto.
- Tienes razón... No debe ser fácil asimilar la realidad. - Respondió con calma - Más cuando está supera la ficción.
- Incluso, no puedo creer que mi padre sea el Dios del Inframundo. - Dijo ella, para después arrepentirse; le había dicho mi padre.
Hades sintio la incomodes de Jade, así que aparto la mirada sin saber que decir. Sintio la mirada de Caronte en el y le dio una mirada rapida, parecia que le estaba tratando de decir, aunque Hades no podría asegurar si lo estaba viendo realmente pues aquel antifas y la oscuridad del río Aqueronte no le daban buena vista.
Suspiro
- Jade, puedes llamarme como...
- No importa-Dijo Jade mirándolo e interrumpiendolo. Aquel gesto molesto un poco, pues nadie se atrevia a interrumpirlo. - No soy una niña, entiendo. Y no te odio, o te tengo rencor...Después de todo eres mi padre- Dijo apartando la mirada – Hay muchas chicas que conocen a su padre muchos años después, y yo soy una de ellas, ¿Que tiene de malo intentarlo?
- Eres muy madura para tu edad- Respondió el Dios para seguir viendo el camino a su castillo.
- Puede ser. - Respondió ella, tal vez tratando de que la conversación fluyera. -¡Pero oye! Sigo siendo virgen -Dijo con su típico humor pesado, haciendo que Hades se sobresaltara ante aquella afirmación para toser, haciendo el barco tambalearse y generando una risa de parte de Jade y posiblemente de Caronte.
Esa fue su primera conversación...
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HIJA DE HADES (Edición)
Novela JuvenilHIJA DE HADES El torneo de los 3 hijos de Dioses