Capítulo 7

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Luca subió las escaleras lentamente, llegando hacia la parte de arriba donde un gran pasillo daba hacia otra puerta, esa parte era aún más aterradora que el castillo, había varias figuras de gárgolas negras.

El joven caminaba mirando todo el pasillo, sorprendido de lo tenebroso y oscuro que estaba, un espejo estaba roto y varios cuadros tirados y rasgados.

Se detuvo delante del espejo mirándolo curioso, donde se reflejo en los diferente cristales que aún quedaban en el marco.

Volteo hacia las enormes puertas acercándose a ellas las cuales eran alumbranbadas por una lámpara de velas grande a un lado de ellas, intentó tomar las manijas las cuales tenían el diseño de una bestia, se detuvo alejando sus manos y mirando hacia atrás asegurándose de que nadie viniera.

Miró por unos segundos el suelo y regresó su vista a las puertas para tomar las manijas y abrir las grandes puertas soltando un leve quejido.

Observó dentro del lugar, era una habitación completamente a oscuras y con todo lo de adentro destruido.

Entró asombrado por lo extraño del lugar, quito una tela rasgada que colgaba del techo, admirando con temor aquellos muebles rotos y cuadros tirados, se giro mirando todo, chocando de inmediato con una mesa la cual detuvo antes de que cayera al piso, siguió avanzado hasta llevar delante de la inmensa cama la cual estaba completamente destruida así como sus sábanas y su cobija, miró hacia atrás sorprendido por aquella figura de lo que parecía un hombre.

Se acercó al retrato el cual estaba rasgado y no se lograba distinguir aquel rostro con claridad, lo observó con una ceja levantada y curiosidad, acercó su mano levantando la tela que colgaba tratando de reconstruir aquel cuadro, pero antes de que lo hiciera su atención se vio llamada por una fuerte luz rosa venir cerca de las puertas del balcón.

Se acercó lentamente hacia la mesa donde posaba aquella rosa mágica flotando y cubierta por un domo de cristal, a su lado estaba el espejo mágico boca abajo, miró curioso aquella flor acomodando un mechon de su cabello, tomó el domo quitándolo y poniéndolo en el piso, poco a poco acerco su mano intentando tocar la hermosa rosa brillante.

Una gran sombra lo cubrió asustandolo y retirando su mano, el mounstro marino solto un gruñido mientras estaba delante de él, brinco hasta estar frente a la rosa y rápidamente tomó el domo para ponerlo nuevamente mirando por breves segundo su rosa, su vista furiosa se posó sobre aquel chico que estaba en su habitación, se había alejado un poco, asustado por la presencia de aquella criatura.

Luca miraba con miedo a la bestia poniendo sus manos enfrente como protección.

¿Porque entraste aquí? —Gruñó con una voz fuerte y ronca mientras se acercaba amenazante al chico.

Ah, perdón —Luca lo miró con miedo mientras se sostenía de uno de los muebles rotos a su lado.

¡Te dije que NUNCA VINIERAS AQUÍ! —Su tono de voz empezaba a aumentar así como su enojo, alzo amabas manos furioso, asustando al chico.

No pensé que fuera malo —Luca corrió hasta estar detrás del mueble que antes había tocado mirando con terror en sus ojos, su respiración se aceleraba así como sus latidos.

¿TE DAS CUENTA DE LO QUE PUDISTE OCASIONAR? —Grito enojado mientras con su mano aventaba el mueble el cual impedía estar frente al chico, lo lanzó lejos haciendo que se rompiera.

¡Ah! ¡Basta! —Luca se alejo chocando con el armario roto que estaba a sus espaldas, estaba muy asustado por los gritos y la actitud de la bestia.

¡Fuera! —Grito mientras volvía a aventar muebles rompiendolos en el proceso, la ira lo tenía ciego.

La Bella y La Bestia [Luberto Au] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora