Vida o Muerte

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"Aveces no hay próxima vez, no hay segundas oportunidades, 

aveces es ahora o nunca."

- Anónimo


Alexandre

8:30 P.M.

Matteo está colmando mi paciencia.

Cuando llamó para preguntar si podia llevarse a la hermana de Lucas para cenar le dije que estuviera aquí a tiempo. Parece que ella le saco tema de conversación y se le olvidó que tiene que venir. Me pregunto cuanto tiempo durara para que le sople que ya se conocieron anterior al secuestro. Es un hecho que Matteo la recuerda y ella aparenta nunca haberlo conocido. 

Intento llamarlo de nuevo pero no obtengo respuesta.

Le señalo a los tipos que me prestaron por esta noche que salgamos afuera del club. Me los prestaron por cortesía de otra extorsión. 

Empiezo a marcar el número de Matteo nuevamente cuando se escucha algo estrellándose contra el bote de basura. Me volteo y quedo estupefacto, mirando a Matteo luchar contra la hermana de Lucas por el control del volante del carro. El Dodge Charger verde se menea de derecha a izquierda casi llevándose todo lo que tiene por delante. No puedo evitar cerrar los ojos cuando veo que van a chocar con el poste de luz. Percibo un chirrido en el asfalto y luego un silencio aterrador.

Abro los ojos a tiempo para ver a Matteo estrellar a puerta y dirigirse rápidamente a la puerta de la chica. Él abre la puerta y trata de tomarla por los brazos. Ella forcejea diciéndole todas las obscenidades que se le ocurren. Matteo trata de cargarla y ella le pega una patada en el pecho.

Me paso la mano por la boca y le grito a los tres hombres a mi lado que vayan a ayudar.

La chica está sonrojada por la ira y forcejea contra mis hombres. Mis hombros se encogen con la tensión de la ira que reprimo viendo a una mujer tan pequeña forcejear con tres hombres. Ellos la agarran de brazos y empiezan a amarrarle las piernas para que no corra. Ella grita. 

Arrugo la nariz y meneo la cabeza. No veo el interés de Matteo, la chica no es fea pero es ruidosa y mal hablada. 

Enfoco mi atención en Matteo, el se dirige hacia mí con la cara roja y una vena latiendo en su frente. Creo que nunca lo he visto tan enojado, de hecho, nunca lo he visto así. Él es el tipo de persona que no se toma nada en serio. Le enoja que ella no lo recuerde, su ego le hace pensar que es inolvidable.

Antes de que pueda decir nada lo guío al baño para que respire.

Cuando cierro la puerta detrás de mí Matteo se voltea.

"¡Es una maldita loca!" grita.

"Y tú eres un imbécil".

Resopla y me mira como si me fuera a brincar encima. La realidad es que cuando se le pase el capricho le va a disgustar la actitud de la chica al igual que yo.

"Te dije la hora en la que tenías que venir. Quisiste llevártela a cenar y después la traes en el asiento delantero suelta. Al menos debías amarrarla."

"No estas ayudando en nada."

Matteo comienza a caminar de un lado a otro con la respiración agitada. Este hombre es casi imposible de enojar. Pero supongo que si hubieran estrellado mi auto contra un poste estaría de la misma forma. 

Decido cambiar el tema e irme al grano. "Tienes 20 minutos para ponerte en orden," le aviso y me dirijo a la puerta.

"Alex", habla a mis espalda. "Por qué cambiaste la localización?"

Me volteo con una sonrisa macabra. "Para enseñarle que no es él quien manda".

Se le iluminan los ojos con destellos de humor y una sonrisa torcida. Me volteo y justo antes de cerrar la puerta lo oigo reírse.

Me dirijo hacia la hermana de Lucas. Ella esta atada contra una silla y con la boca vendada por un cinta. Sus ojos me miran como que quiere desaparecerme. De lejos se ve como una chica intimídate y fuerte para los demás. Pero mientras mas me acerco, más pronunciadas se hacen las lineas donde lagrimas recorrieron en su rostro.

Me siento delante de ella sin romper contacto visual.

"Buenas noches Victoria, lamento que nuestro primer encuentro sea de esta forma. Soy Alexandre."

Victoria voltea la cara para romper contacto visual. Me hace sonreír que tenga tantas agallas pero no me desvío del tema.

"Estas aquí porque tu hermano tiene una deuda que saldar conmigo. Victoria, te voy a quitar la cinta de la boca, pero solo si prometes no gritar".

Me mira con ojos marrones llenos de curiosidad y me escanea. Sus mejillas se ruborizan por encima de la cinta y contengo mi sonrisa. Ella piensa, antes de finalmente asentir con la cabeza.

Estrecho mi mano y le arranco la cinta de un tirón. Ella gruñe y me mira mal. Me disculpo por ser tan áspero y continuamos hablando.

"Te vi en las noticias anoche," ella suelta casualmente, observándome desde su asiento.

"Si," contesto simplemente.

"Por eso llamas a mi hermano". Ella continua hablando, tratando de que yo le añada información sobre mí. Cuando solo asiento ella se sonroja y desvía la mirada. Miro la hora y escaneo la discoteca vacía. Matteo esta mirando mi conversación con la chica de brazos cruzados desde el bar ¿No sabe que nunca me podría interesar esta mujer? 

Analizo a Victoria con curiosidad. Tengo que admitir que sí es bonita. Es hermosa con esos ojos marrones grandes y esa boca carnosa. Tiene la piel bronceada y el pelo castaño. Entiendo el apego de Matteo y siento lastima por él, Victoria lo miraba como si quisiera enterrarlo vivo.

"Matteo te llevará a casa cuando esto termine." Le digo y me paro de la mesa para salir.

"Espera", ella me implora con la mirada, "No me pongas con ese animal... llévame tú, por favor".

Casi me río.

"No. Tengo la noche muy ocupada."

Me dirijo hacia Matteo. "Quédate con la chica," le digo.

El sonríe y me guiña el ojo antes de dirigirse a la mesa de Victoria.


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Lucas Donovan

9:00 P.M

Salgo de la discoteca vacía con la ira carcomiéndome por dentro. El maldito solo me dejo una nota diciéndome que la localización iba a ser otra. Ahora tengo que desmantelar al francotirador que puse para que le vuele sos sesos esta noche. Me va a poner el trabajo difícil. Le voy a quitar todo lo que tiene. Porque no me meto en juegos que no pueda ganar y este lo gano hasta si tengo que hacer trampas.

Marco el número y espero a que me conteste. 

"Mande señor," oigo del otro lado.

"Mátale la madre."

"Copiado," responde y me lleno de satisfacción. 

Yo me encargaré de Alexandre, no el francotirador ni la policía que tengo a mi disposición, no los rusos ni los Rossi, yo. Lo haré que se arrepienta de haber nacido.

Nadie se mete con Victoria. Pero nada, ella estará en mis brazos esta noche y él estará nadando en el río Hudson. 


FRAGMENTADOS: Venganza que consumeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora