FRAGMENTADOS: Venganza que consume

La Gala

Elizabeth

Hay demasiadas cosas por hacer.

Me desperté temprano para investigar la vida de mi enemigo y no encuentro casi nada. Los reportes solo enseñan que repentinamente salió de la nada con el título de héroe al desmantelar una de las organizaciones más grandes del planeta.

Me pregunto lo que Eliana esté pensando de el asunto, después de todo, ella era la amante de Kenneth. Mis manos vuelan sobre el teclado en el esfuerzo de poder encontrar siquiera una migaja del pasado de Alexandre. Nisiquiera pude encontrar una foto sobre el.

Por motivos de seguridad, el héroe del momento prefiere mantener su identidad un secreto. Alexandre no tiene ni idea de los enemigos que se ha ganado con sus delirios de héroe. Puede que haya engañado a las noticias pero eso no lo vuelve un héroe en mis ojos. El tomó algo de mi y le voy a quitar todo lo que ha ganado y lo que nunca podrá tener.

El timbre suena en la sala y me apena tener que pararme de mi posición tendida en el sofá con mi taza de café. Extiendo los brazos para quitarme la laptop de las piernas y colocarla encima de la mesita mientras le digo que entre a la persona que espero.

"¡ELIZABETH!" El grito de Jessica se filtra antes que sus piernas elegantes pasen por la puerta dirigiéndose hacia mí.

La miro a los ojos y me paro para abrazarla. Corre hasta mis brazos y comienza a llorar como una histérica. La rubia solo aparenta ser débil por su altura y delgadez, pero cuando me aprieta contra su cuerpo siento que me roban el aire. La aparto para verle la cara, sus ojos color miel están brillosos por las lagrimas pero fuera de eso, está vuelta toda una diosa.

La aparto de mi esperando su sonrisa pero me mira con furia, labios apretados y se cruza de brazos. Mi ánimo se va por la borda. "¡Nisiquiera te despediste antes de largarte del continente!"

Suelto un respiro. "No quería volverme emocional," evito su mirada para que no vea lo que escondo detrás de ella. Jessica es muy perceptiva con la gente y no quiero que vea detrás de mi velo de mentiras.

Jessica rueda los ojos, mirándome mal. "Siempre has sido una maldita terca," menea la cabeza resignada, "lamento lo de tu padre."

Algo se me estanca en la garganta y se me dificulta respirar. Solamente Jess entiende lo que siento con mi padre. Bueno, ella y Maxi que fueron los que mas compartieron con nosotros. Me rehuso a llorar entonces con un respiro forzado me enderezo.

"Tenemos muchas cosas que hacer hoy."

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La noche está llena de luces mientras nos dirigimos hacia la gala. Jessica está deslumbrante con su vestido dorado, su pelo largo está suelto en ondas suaves y no puedo evitar comparar la diferencia entre nosotras. Ella y toda la luz que irradia, yo y toda la luz que yo absorbo.

Jessica me mira emocionada. "Llegamos."

Suelto la respiración que tenia estancada desde que llegue a la ciudad. Le sonrío a mi mejor amiga y me preparo para lo que viene. Hago que el chofer se acerque despacio. Solo cuando percibo todas las cámaras sobre nuestro vehículo salgo.

Mis tacones se posan ligeramente sobre la acera. Salgo despacio y hago que lo ultimo que se vea es mi cara. Siento como todos parecen aguantar la respiración cuando me paro. Sonrío y es como si liberara las llamas del infierno. Todos empiezan a moverse y a tirar fotos. Las luces del flash casi me dejan ciega, tengo mucho tiempo sin esto. Mi nombre empieza como un murmullo hasta que las voces se van uniendo y el sonido sigue elevando.