Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
"Tienes suerte" dice el dueño de aquel restaurante en el que Joaquín solía trabajar, un omega anciano y muy amable "Desde que te fuiste nadie ha querido trabajar aquí, pero hay un problema Lisa se cambió al turno de la mañana. Sólo queda el turno de la noche"
Joaquín a éste punto aceptaría cualquier horario que esté disponible, necesitaba ahorrar lo máximo que pueda antes de que el embarazo avance.
"Lo acepto" Exclama decidido.
"Hay otro pequeño problema" y el ojimiel sabe a qué exactamente se refiere "Por tu olor noto que estás en estado, sabes muy bien que éste trabajo es pesado, sólo te daré unos meses, aunque si después de haber dado a luz a tu cachorro sigue disponible el puesto, pues es tuyo"
Joaquín asiente con la cabeza, está dispuesto a regresar a las 6 de la tarde para comenzar su turno.
Llega al departamento, prepara algo para comer, algunos regalos aún no los ha podido devolver porque el remitente le marca incorrecto, así que tiene una loca idea en la cabeza. Después de todo no se van a quedar envueltos en una caja para siempre.
Encuentra un par de sartenes, un lindo florero, vajilla extravagante, cubiertos y una pequeña caja que contiene dos brazaletes plateados. Admira las joyas y luego lee el remitente, tal vez aquel regalo si deba devolverlo.
Lo vá a intentar una última vez, luego de eso si no lo recibían, ya verá que hacer.
Niko llega un poco después y el ojimiel vá de salida, le explica que tiene el turno de la noche y el rubio se ofrece a traerle cuándo su trabajo termine, Joaquín ruega al cielo que no se le olvide ó aún mejor que no se quede dormido. No viven tan lejos, pero regresar en la madrugada aún así es demasiado peligroso.
La noche no es tan concurrida cómo la mañana, pero a pesar de eso varias personas han venido a cenar ó a tomar café y es necesario estar atento. La chica a la cuál conoce por trabajar en el local, le hace conversación hasta que Joaquín alza la cabeza cuándo menciona un nombre conocido.
"Emilio" el entusiasmo de María es evidente, sus ojos brillan al ver rizado, pero cuándo Emilio nota un pequeño omega en la caja, no puede evitar posar toda su atención en él.
"¿Qué haces aquí?" El Alfa lo vé un poco intrigado, un poco molesto, Joaquín piensa que está alucinando.
"Aquí trabajo" Oh no Definitivamente eso no le gusta a su Alfa interior.
Alfa, cavernícola Alfa.
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