Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
"Tenemos que hablar ésto en privado" dice Juan, Emilio acepta, pero Joaquín se niega a dejarlo ir sólo. A su lado se siente protegido y seguro, así que los 3 van juntos a un lugar apartado del salón. Andrés Vázquez echa maldiciones a sus espaldas diciendo que Emilio no merece nada.
El omega de Joaquín ronronea a gusto y el Alfa no puede sentirse más que aliviado al volver a tenerlo cerca, disfrutar del olor dulce que emana el chico de ojos mieles. Y también debe admitir que mirar el estado en que el omega está no le gusta, sus ojos no brillan con la misma intensidad cómo lo hacía semanas atrás. Emilio siente culpa por haber cometido semejante estupidez.
"Dime Padre" Juan toma un respiro largo, pensando bien las palabras que vá a decir.
"Emilio he tratado de que manejes el bufete de abogados desde hace años, pero no has querido. Luego llegas aquí simplemente reclamando lo que te pertenece. Estoy cansado de salvar tu trasero cada vez que cometes un error"
"Padre yo sé que no he sido un hijo ejemplar, pero..." La discusión de los Alfas se precipita, Joaquín comienza a notar el olor amargo en el ambiente debido a la rabia acumulada. Gime ansioso.
"Pero nada Emilio, dejaste al omega a su suerte y luego apareces cómo si te merecieras todo lo que una vez rechazaste" El rizado quiere gritar, todos los errores que cometió en el pasado traen ahora consecuencias. "Si Joaquín te perdona es porque tiene un gran corazón"
"Lo sé papá, es por eso que no quiero a Andrés Vázquez a su lado" Juan niega con la cabeza.
"Le ofrecí ser mi socio mayoritario en mi bufete, Andrés es una persona profesional y tiene todo lo que se necesita de un buen Alfa" Emilio no puede creer lo que su padre le dice, Andrés es el peor cretino de ésta tierra y no vá a permitir que otra vez le robe su vida. Ni a su omega, ni a su cachorro.
"Dame 1 año, te demostraré que soy capaz de regresar a la facultad de derecho y de mantener a mi omega" Emilio implora, debe ser digno de Joaquín y quiere darle lo mejor a su futura familia "Dejaré ese horrible trabajo, lo prometo"
Juan parece pensarlo, tantas veces puso su fé en Emilio y todas esas le ha fallado ¿Sería bueno confiar otra vez en él?
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