Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
"No debes trabajar, omega" Joaquín rueda los ojos, no es el fin del mundo cargar un par de charolas de vez en cuándo "Te vas a lastimar"
"Emilio sólo atiendo la caja no seas exagerado" El Alfa quiere gruñir, pero se dá cuenta que vá a asustar al omega.
"¿Se conocen?" María tiene el ceño fruncido, para su pesar ambos chicos asienten con la cabeza "Son pareja" hay un poco de rabia en sus palabras.
"No" dice Joaquín, aEmilio sólo hace una mueca, la beta quiere agregar algo más, pero es llamada por el cocinero para entregar un pedido.
"¿Vas a pedir algo?" Pregunta Joaquín, Emilio mira el menú, pero no se decide por nada.
"¿Qué te gusta?" Cuestiona con otra pregunta.
"¿Perdón?" Joaquín lo mira confundido.
"Me refiero a que te gusta del menú" El omega trata de analizar sus palabras hasta que lo comprende, el Alfa vá con la intención de comprar comida para llevarle a su departamento.
"Oh yo..." bueno ahora que lo piensa las alitas a la barbacoa no suenan tan mal, pero no quiere abusar, el alfa le ha llevado algo los últimos días y se le hace difícil pedirle algo más, después de todo sólo lo que los une es el cachorro "No lo sé"
Emilio posa su mirada en dónde Joaquín observa con determinación y puede adivinar lo que quiere.
"Quiero las alitas a la barbacoa" Joaquín en éste momento se odia, cómo pudo dejarse vencer tanto por una simple fotografía de comida demostrativa de un menú.
"No te molestes Emilio, yo..."
"Omega, yo pago y tú comes, no hay nada de complicado en eso" El ojimiel se muerde el labio asintiendo.
"Las pongo para llevar, ya casi acaba mi turno" Dice, sin quitar la vista de la caja en dónde teclea los últimos dígitos de las ganancias de la noche.
"Te espero" Joaquín no puede evitar sonreír.
"Niko se ofreció a venir a buscarme" Pero el Alfa niega con la cabeza.
"Conociendo a Niko es imposible que se despierte a ésta hora" Y sabe que aquello es cierto.
"Está bien, si no llega podrás acompañarme a casa"
María mira con rabia la escena, pero Joaquín y Emilio parecen irradiar luz propia que hasta los pocos comensales del lugar se dan cuenta, aunque ni Alfa ni Omega parecen notarlo.
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