Shuumatsu no Tenshi

La Asesina de Nobles

La primera ronda había acabado, y los dioses celebraban su victoria ante los humanos.

Zeus -¡Wohohoho!-festejando como un loco.

Hera –No esperaba menos de ella.

Sekhmet -¡Eso fue una *hic* locura! ¡Nada me embriaga más que el olor de la sangre humana!

Heimdall -¡La primera batalla del Ragnarok entre Freya y Tomiris ha llegado a su fin, con Freya como la vencedora! ¡La humanidad ha dado su primer paso hacia su extinción!

Ciro –Aún con todo en contra nunca se rindió, eso la describe muy bien.

Cambises –Un final apropiado para una gran guerrera como ella.

Ciro –Gracias por permitirnos verte luchar de nuevo, reina Tomiris.

dios 1-¡¿Vieron eso, estúpidos humanos?! ¡¿Pensaron que su campeona más poderosa podría hacer algo contra nosotros?!

dios 2 -¡Este es el poder de los dioses!

dios 3 -¡Inclínense, recen y ofrezcan sus vidas como tributo para calmar nuestra furia!

Gabriel –Se hacen llamar dioses, pero no son más que un montón de niños.-él y Brunilda se retiran del balcón.

Geir -¿Hermana? ¿Señor Gabriel?

En la arena, una vez que la barrera fue bajada, Freya avanzaba con mucha dificultad a la salida.

Heimdall –Señora Freya, permítame acompañarla a la salida, de nuevo felicidades por su victoria, se le ve muy contenta.

Freya –Sí, pero no es del todo por eso.-se oye a una multitud subir a la arena, al voltear, ambos observan al ejército de Tomiris subiendo en la arena, al frente se encontraba el hijo de Tomiris con una mirada de enojo.

Rustam –Te comprendo hijo, pasar el resto de la eternidad sin nuestra amada reina, sería un destino peor que el infierno mismo, por eso, ¡moriremos con ella!-el ejército grita y con sus armas se lanzan contra Freya.

Heimdall -¡Esperen! ¡No pueden entrar al ring porque sí!

Spargapises -¡A donde vaya ella, nosotros también iremos!

Heimdall -¡Oigan, cálmense por favor! ¡La batalla terminó! ¡Invadir el ring está estrictamente prohibido!

Rustam -¡Prepárate!

Freya –Muy bien, si eso quieren, ¡ustedes le harán compañía en la nada!-su espada se enciende en llamas de nuevo. -¡Tomiris, tu gente es impresionante!

Spargapises –Escucharé el nombre de mi madre en el crepitar de las llamas.-la diosa ataca, destruyendo lo que queda de la arena.

Geir -¿Qué fue ese ruido?

Gabriel –Nada, Geir, nada.

Geir –Señor Gabriel, ¿No hará nada por su amigo? ¿Qué pasará con él y Tomiris?

Gabriel –No pasará nada.

Geir -¿A qué se refiere con eso?

En la arena, los cuerpos quemados en la arena se empiezan a fragmentar, para luego desaparecer en un fino polvo color verde, el cual Freya ve irse con algo de nostalgia.

Brunilda –Geir, esto es una batalla de almas, si el alma es destruida, ya no quedará nada de él, serán solo polvo flotando en la nada absoluta.

Geir -¿Polvo?

Gabriel –Niflheim, no queda más que la tranquilidad de la no existencia, al menos para ellos.-al oír eso, Geir recuerda lo sucedido cuando se reunieron los arcángeles.