Si no hay Pan, come Pastel

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Heimdall -¡¿Q-qué acaba de pasar?!-todos estaban incrédulos por lo sucedido.

Ares -¡No puede ser! ¡Madre!

Zeus –Esa humana es bastante inteligente, como no tenía forma de liberarse del báculo de mi esposa, decidió usarlo en su contra, usando la nube de escombros para así bloquear la visión de Hera e impedirle esquivar a tiempo.

Ares –Padre, ¿cómo puedes estar tranquilo luego de ver eso? ¿A caso no ves que...?-Zeus lo azota contra una mesa.

Zeus –Tu madre aún no ha muerto, de hecho, esa hermosa chica acaba de cometer un terrible error.

Charlotte –Ya no egues tan guda ahoga, ¿vegdad?

Hera -¡Tú... maldita!

Heimdall -¡Hera acaba de perder su brazo derecho! ¡Y lo peor es que fue con su propia arma!

Geir –Chicos, Charlotte es impresionante, pensar que alguien como ella pudiera someter así a la reina del Olimpo, ¿pero quién rayos es ella?

Brunilda –Querida Geir, el poder de Charlotte proviene de su odio hacia los tiranos.

Geir -¿Odio?

Brunilda –Veras...

Reino de Francia, año 1,778, en vida, Charlotte era hija del noble François de Corday, un hombre muy importante dentro del círculo social de los reyes de Francia, si bien Charlotte vivía entre lujos, ella sentía pena por las personas que pasaban hambre, por lo que ella siempre les ayudaba dándoles algo de comida y dinero, cosa que no pasó desapercibida por su padre.

François -¿Eres tonta o qué? ¿Qué te he dicho sobre dar limosnas?

Charlotte (10 años) –Pero padre, ellos necesitan ayuda.

François -¡Ese no es mi problema! ¡No quiero a esos vagos mendigando en mi casa! Entiende que tenemos una reputación que cuidar.

Charlotte –Pero tenemos más comida de la que consumimos, solo se desperdicia.

François -¡Ese no es mi problema! ¡Entre más los alimentes más vendrán!

Charlotte no podía entenderlo, ¿por qué los que tienen más no pueden ayudar a los que tienen poco? Siempre veía que todos los nobles eran como su padre, no buscaban ayudar a nadie, solo se preocupaban por ellos mismos y maltrataban al necesitado, los años pasaban, y la situación solo empeoraba, y así siguió hasta el día del cumpleaños de la Reina María Antonieta.

Rey –Gracias a todos por venir a la fiesta de mi esposa. [Luis XVI – Rey de Francia]

Reina –Siéntanse libres de disfrutar de los manjares que prepararon nuestros cocineros.-dice mientras se abanica. [María Antonieta de Austria – Reina de Francia]

Todos los invitados empezaron a comer, Charlotte no se sentía a gusto con esas personas, le parecían muy arrogantes, egoístas, glotones y haraganes, no hacían nada por nadie, los demás hacían todo por ellos.

Tesorero Real –Mi señor, nuestras reservas han disminuido un poco últimamente, de seguir así podríamos tener pérdidas el siguiente año.

Luis XVI -¿Han estado cobrando los impuestos como es debido?

Tesorero –Sí señor, pero las personas se niegan a pagar, dicen que ya no tienen como pagar.

Luis –Eso es ridículo, tenemos muchas fuentes de trabajo, no es mi culpa que sean unos inútiles holgazanes, veamos si siguen así luego de que suba todavía más los impuestos.

Charlotte -¿Qué?-se acerca al rey luego de haberlo escuchado. –Mi señor, con todo respeto, no creo que eso sea buena idea.

Luis XVI –Ah, señorita Corday, ¿por qué decide cuestionarme?

Shuumatsu no TenshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora