Cap. 1 ¿Qué carajos acaba de pasar?

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—Señorita Katherine, usted se queda, necesitamos arreglar unos asuntos.

Padre nuestro que estas en los cielos o es para mandarme a la mierda o es para follar.

—Si... ajaaap... , no hay problema. — trago saliva. 

Espero que sea para follar.

—Cierra la puerta con llave. — habla Melanie con ojos llenos de fuego. 

Mis manos tiemblan. 

Puta madre porque estoy nerviosa.

Siento como Melanie se acerca por detrás.

—¿Sabes que es lo que más me gusta de usted señorita Katherine?

Mi respiración esta agitada, y no ayuda que se esté acercando más a mí.

—No lo sé —contesto con voz temblorosa.

Me toma de la cintura y me acerca a ella.

—Tus ojos me vuelven loca, la forma en que me miras me encanta, tu pequeña nariz que se enrojece cundo hace frio, tus labios...—lo dice pegándose a ellos, estamos a milímetros de besarnos — estas — lo dice tocando mis pechos— en realidad me gusta todo de ti, pero sabes una cosa.

—¿Qué cosa? —pongo mi cabeza en alto.

—No me gusta que te insinúes con otras.

—¿De que estas hablando?

—De lo que paso ayer en el bar. — la miro fingiendo confusión. — Con Valeria, cuando le estabas coqueteando.

Saco valentía y le contesto — Aahh eso no fue nada, es linda, tiene pechos grandes y un culo perfecto ósea si le daría ... y no consejos, pero por supuesto que no le estaba coqueteando.

Noto como su cara pasa de estar enojada a estar aún más enojada, creo que desperté a la bestia.

Me toma de la mano, una corriente pasa por todo mi cuerpo.

Me lleva a la mesa de conferencias,  me empuja bruscamente sobre ésta haciéndome caer con las manos extendidas — Aaauucchhh. 

Me toma de las caderas atrayéndome hacia ella.

—Me encantaría follarte con esta hermosa vista.

Mi corazón está a mil.

Me da un suave empujón para poderme recostar sobre la mesa.

Desabotona mi blusa con agilidad, me saca el sostén y lamer con delicadeza mis pechos. Mi cuerpo se llena de electricidad.

Sube mi falda acariciando mi pierna , aparta mis bragas, baja hacia mi intimidad, siento su respiración cerca de mi intimidad, su húmeda lengua me acaricia.

—Carajo Melanie — pasa su lengua por todas partes — mierdaaa... aaahhh

La tomo del pelo queriendo que lo haga más rápido.

Con sus dos manos abre más mis piernas.

—Estas tan húmeda —me lo dice relamiéndose los labios y con su voz agitada.

Me introduce un dedo mientras me lame el clítoris.

—Aahhh...  aahhh..... caarajoooo ..... — me estremezco.

Introduce otro dedo y por el placer trato de cerrar las piernas.

Melanie me las vuelve abrir y sigue saboreando todos mis fluidos.

Los movimientos de su lengua son mágicos, sus dedos... DIOS, todo lo que hace me excita.

—No pares ahhhh... no pares...— mi cuerpo se estremece haciéndome retorcer encima de la mesa— Mmmmm..... aaaahh..... ssiiiiiiii...

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