Adicta a ti

Capítulo 5

JASE

No se porqué no puedo quitármela de la cabeza, Ana me saca a veces de mis casillas pero aún así no se va de mi cabeza, no puedo evitar preocuparme por ella, ayer me molestó que se desquitara tan violentamente con aquel árbol, la lleve a su casa solo para asegurarme que no se desquitaba con cualquier otra cosa que pillase por la calle.

Aparco mi moto como siempre en un lugar alejado, observo llegar a Eddie en su moto pero no viene con Ana lo cual me sorprende, a grandes zancadas me acerco a él, no suelo entablar conversación con él pero la curiosidad de saber de Ana puede conmigo.

-donde está Ana?- le pregunto.

-no lo sé, salió muy rápido de casa y se vino en taxi- dice encogiéndose de hombros.

Vive con el?...que relación tendrán esos dos, dejo de pensar en eso y empiezo a caminar en dirección a mi clase, ella debe de estar ahí o si no con Kat, la localizó sacando un par de libros de su taquilla, sin perder el tiempo le pregunto.

-está en su clase, intenté hablar con ella pero está rara-me responde pensativa.

Ahora que se donde está, más relajado voy a mi taquilla y saco mi libro de mates, seguro podré molestarla ya que se sienta a mi lado, me gusta verla, la otra noche me sorprendió peleando con Martha, no me la imaginaba una boxeadora, su cara es perfecta, no tiene ninguna cicatriz ni moretones ni nada por el estilo, me la imaginaba la típica chica pija.

Entro en clase y la localizo al final, su cabeza cubierta por la capucha de su suéter y apoyada en la pared, a pesar de que hace calor se viste así, me acerco, la llamo a la vez que le quito su capucha, quiero ver su rostro tan perfecto, blanco y suave, y esos ojos azules que me hipnotizan, quiero ver sus labios carnosos suaves como el algodón.

Un pequeño gemido casi inaudible escapa de sus labios hinchados, su pómulo está igual de hinchado, tiene moretones en la frente, barbilla, en el pómulo, no entiendo por que está así, si yo la deje intacta en su casa. Le pregunto como se lo hizo, en respuesta me fulmina con la mirada y vuelve a ponerse la capucha, con una sonrisa inocente le pido a la maestra que me deje llevarla, asiente dudosa, antes de la maestra se arrepienta, cojo su mochila y la mía, la cojo del brazo y la saco de ahí.

Unos segundo después me dice que le duele por la forma en la que la cojo, al oír esas palabras la suelto casi de inmediato, sus ojos azules que normalmente brillan están apagados, me tenso al ver un enorme moretón en el pecho, con cuidado le quito su suéter, no me gusta nada lo que veo, mi sangre se hiela al ver los innumerables moretones que tiene en los brazos, hombros, raspaduras en el codo, se ve bastante mal. Con cuidado la arrastro al baño, le vuelvo a preguntar donde se lo hizo pero no me da una respuesta coherente.

Enfadado por sus mentiras salgo de ahí dando un portazo, si ella no me puede decir lo hará Eddie, a medida que avanzo a su clase mi ira aumenta de impotencia, debí haber estado con ella para protegerla de quien sea que la agredió de esa manera tan brutal, los moretones de su vientre y costillas se quedaron grabados a fuego en mi cabeza.

-disculpe, puedo hablar con Eddie un momento?- pregunto poniendo mi mejor cara de bueno.

La señora, que es regordeta, asiente con un rubor en sus pálidas mejillas, Eddie con el ceño fruncido sale, lo arrastro a un lado, le cojo de la polera azul que lleva y lo estampó contra la pared, me mira sorprendido.

-me vas a decir ahora mismo que le hiciste a Ana- le siseo intentando contenerme.

Por el instituto se rumorea que son novios, mi mente se imagina lo peor, si el le hizo eso,no vivirá para contarlo, acabaré con el si el fue el causante de sus moretones.