Solo eran ellos ocho en aquel enorme barco navegando en aguas desconocidas. Seguían el mapa colocado en la habitación del capitán, lo estudiaban, recordaban, investigaban, todo era aceptable para aquellos novatos piratas que están en busca de una salvación de las garras de la intrépida oscuridad.
Llevaban dos días y dos noches completas en mar, no había rastro de tierra, eran solo las hermosas sirenas que a veces hacían acto de presencia durante el viaje. Yeosang amaba salir a verlas, saludarlas y escuchar el cántico de sus melodiosas voces. Hongjoong dijo que no había peligro, aunque se sabía que las sirenas tenían su lado malvado, éstas lindas amigas del océano no buscaban hacerles daño.
―La brújula indica que sigamos hacia el norte. ―dijo Seonghwa colocando la pequeña brújula de madera color marrón con detalles platinados a las orillas.
―El viento no está a nuestro favor en estas últimas horas, las velas están izadas, pero necesitaremos mucho más que esto si queremos llegar a la primera parada del mapa. ―lo dicho por Yunho hizo que los demás le dieran la razón sin protestar. Tenía razón.
―Por el momento seguiré mi posición arriba para tratar de encontrar una isla, el capitán sigue en el timón, también esta ansioso. ―dijo Wooyoung mordiendo una manzana y saliendo de ahí.
―Si Hongjoong se entera que Wooyoung le sigue llamando capitán y no por su nombre tendremos a estos dos enfrentándose con espadas. ―el comentario de Jongho hizo reír a más de uno amortiguando el ambiente en la habitación.
Hongjoong había estipulado en palabra que no quería ser llamado solo capitán, estaba acostumbrándose a serlo, pero no quería obtener más peso, además, él quería hablar formalmente con todos, llamarles por sus nombres sin ningún honorifico, quería borrar todo eso porque sabía que desconocía el tiempo que pasaría en aquel barco con ellos así que era mucho mejor entablar amistad sin problemas con el resto.
Ser solo ocho en el barco sin ayudantes era cansado, se movían de un lado a otro: limpiaban, recogían, tendían, distribuían la comida, la ordenaban, hacían todo lo que un embarcado tenía que realizar. Y no podrían hacer todas esas tareas sin ayuda de su capitán quien estaba más o menos capacitado para esta situación debido a que sus enseñanzas fueron dadas por su padre; un embarcado soñar y adhiriéndose a las aventuras que el mar traía consigo.
Soñaba con ser como él, su padre era su ejemplo a seguir, pero sentía que no tenía lo suficiente para que su padre, sea donde sea que este, se sintiera orgulloso del de cabellera corta. No quería defraudarlo, ni a su padre ni mucho menos a su madre. Solo la tenía a ella y quería ser alguien de orgullo del cual su madre hablara sin problemas, halagando el maravilloso chico que tiene por hijo.
Sus vidas en ese barco cambiarían, todos tienen un pasado, pero esas mismas vidas que creyeron conocer serían quitadas del libro. En cuanto pusieron un pie sobre aquel gran y galante barco, ninguno de los integrantes del octeto sabía lo que el destino tiene preparado para todos.
Pero antes de eso debían enfrentarse a la maldad, a la oscuridad que tratará de desviarlos del camino.
La tarde comenzaba ya a caer, se turnaban para comer y así poder tomar el mando del barco para no crear una desviación. Seonghwa era el segundo al mando después de Hongjoong; si él de estatura baja no se encontraba, el mayor tenía poder total para tomar decisiones y todos debían obedecerle. También era el que podía estar detrás del timón, como justo ahora, manteniendo una postura recta y mirando como el hermoso mar brillaba con el sol escondiéndose y el cielo dibujando un ocaso digno de una pintura.
Si la luna caía, de nuevo se sentirían decepcionados. No habían encontrado nada todavía y no entendían por qué. Apresurar un camino sería una mala decisión: las cosas realizadas de manera presionada nunca salen bien y Hongjoong les repetía ese lema desde que subieron al barco, aunque estaban todos con el conocimiento de que su capitán estaba desesperándose, él debía ser el último quien perdiera la cabeza.
Era la cabeza del equipo.
― ¡TIERRA!
Cuando Wooyoung anuncio el avistamiento de una pequeña isla que pudo visualizar con ayuda del catalejo sintieron sus corazones bombear con tranquilidad y un suspiro de esperanza salió de ellos.
Conformen más se acercaban, aquel pequeño punto que se veía a lo lejos, se hacía mucho más grande y comenzaban a sentir la adrenalina de una aventura: su primera aventura como piratas.
Al bajar del barco, miraron a su alrededor como niños pequeños en un mundo nuevo: era una isla de vegetación variada, árboles más grandes que otros, arbustos con flores de diversos tipos y colores, la arena brillaba como si se tratara de oro, lamentablemente no se podía ver absolutamente nada más que eso, tenían que entrar para ver que misterio ocultaba aquella isla.
― ¿Será bueno que vayamos todos? ―pregunto confundido Yeosang con cierto temor.
―O somos todos o no somos ninguno. ―respondió Hongjoong―. Ocho hacen un equipo, ¿olvidan nuestro lema?
Con preocupación, angustia y temor decidieron entrar los ocho antes de echarle un último vistazo al barco que comenzaba a perderse entre tanto verde de aquella isla.
Las miradas rodeaban aquel paisaje que ofrecía tierras de inclinaciones distintas, no había depredadores ni mucho menos aves, solo peculiares arbustos más adentro con acabados extraños que sus ojos jamás habían visto. Entre más veían, más se perdían entre tanta admiración, pero quien se enfocó solo al frente fue San.
Dio pequeños pasos hacia al frente, indeciso todavía de lo que hacía, extendió su brazo hacia lo que parecía no ser nada, pero al momento en que su mano hizo contacto con lo desconocido, lo invisible se volvió visible ante los ojos del octeto. Miraban maravillados de ver como la mágica aparecía una mansión rustica con antigüedad cargada en sus paredes.
En sus puertas, un texto apareció de la nada, San se acercó para leer mejor mientras el resto escuchaba:
"Bienvenidos navegantes en busca de su salvación, esta es la primera parada donde encontraran el camino hacia su siguiente destino. Las olas golpearan, el viento soplara contra suya, pero si permanecen luchando unidos, la oscuridad se rendirá. Abran los ojos y pongan sus corazones en esta travesía, la ayuda llegará pronto".
Las puertas se abrieron, San se alejó asustado y unió su mirada con las de los demás aun pensando si entrar o no a aquella mansión que estaba escondida en medio de la isla y que guardaba el arma principal para llegar obtener su defensa.

ESTÁS LEYENDO
ᴀɴꜱᴡᴇʀ | ᴀᴛᴇᴇᴢ
Fanfiction𝐌𝐀𝐏 𝐓𝐑𝐀𝐂𝐊𝐈𝐍𝐆 || ❝ La oscuridad acecha y se vuelve más poderosa conforme el golpear de las olas. Hongjoong, guíalos en la travesía y encuentren a Lilac, ella la única que puede salvarles ❞ Ocho piratas se embarcan en un viaje cuando sus al...