Las esponjosas nubes rosadas combinaban con la ropa tan colorida que los ocho piratas vestían. Sus vistas paraban de vez en cuando hacia afuera para ver la preciosa vista desde arriba de aquel barco que se movía por sí solo entre las nubes manteniendo el seguimiento a la estrella purpura que les guiaba para su siguiente parada.
El barco fue descendiendo cuando la isla blanca apareció, las nubes se dispersaron y la estrella purpura desapareció. Bajaron ansiosos por aquella nueva aventura que les esperaba, Hongjoong les guio hacia dentro siendo él quien fuese primero en la fila. Cada dos segundos sus cabezas giraban para revisar el panorama; aquella isla de montañas blancas, enormes flores y árboles de colores grisáceos/azulados junto a una misteriosa cueva era lo único que había en aquel lugar.
Emocionados daban saltos por el lugar, habían quitado sus zapatos para sentir la suave arena brillante que formaba pequeños halos cuando el sol amarillo la iluminaba. Escuchar las olas golpear contra las rocas de la superficie daba una melodía relajante a sus oídos. Algunos estaban sentados en la arena mirando el mar, otros seguían explorando mientras que Wooyoung estaba de pie frente a la cueva.
― ¡Eh, chicos, vengan! ―grito para llamar la atención del resto quienes se unieron a él colocándose frente a la cueva que estaba cubierta por una densa y pesada tela rosada.
― ¿Qué habrá dentro? ―preguntó interesado Yeosang mirando con detenimiento lo que se encontraba frente a él.
― ¿Deberíamos explorar?
Miraron a Yunho, pero negaron rápidamente.
Estuvieron jugando en el agua, mojando sus ropas y cabellos, con la arena haciendo castillos de arena que parecían más unas obras de arte que algo común, el fresco viento les golpeaba con delicadeza y los animales marinos les daban la bienvenida dando un espectáculo acuático. Todo era felicidad y tranquilidad. Aquella isla era lo que podían pedir: no existía tiempo, no existía bien ni mal, la sensación de estar en casa era siempre presente y no les importaba nada más que la diversión.
Echados en la arena se mantuvieron por un buen rato hasta que sus ojos se cerraron casi al mismo tiempo siendo el cansancio la razón de su sueño. Los ocho jóvenes descansaban plácidamente cerca del otro con el pensamiento de que al despertar deberían buscar comida para saciar sus ya rugientes estómagos.
Pero hubo algo que interrumpió el sueño de uno.
"abre tus ojos"
La sensación de que algo andaba mal provoco que Wooyoung se despertará. Vio que aquellas nubes rosadas y hermosas habían sido reemplazadas por unas nubes grises y pesadas que amenazaban con expulsar una fuerte tormenta. Miro a los chicos y a la cueva después, algo le estaba llamando desde adentro, era como una fuerza electromagnética que no quería ignorar, pero tampoco quería ir solo, por eso opto por despertarlos a todos.
―Debemos entrar a esa cueva, parece que una tormenta nos azotará. ―explico el pelinegro cuando los tuvo a todos despiertos.
―Sí, debemos resguardarnos. ―dijo Mingi.
Corrieron hacia dentro haciendo a un lado las pesadas cortinas, el primer trueno se hizo presente asustando al octeto que ya se encontraba dentro. Pero todavía más se asustaron cuando vieron la oscuridad del extenso pasillo de la cueva a la cual no sabían a donde los llevaría. Decidieron quedarse ahí sin siquiera dar un paso más, pero Wooyoung seguía sintiendo que algo le llamaba y debía ir a su encuentro.
Ignorando el llamado de Hongjoong, el chico se introdujo todavía más encontrándose con un montón de pasillos que formaban un túnel desconocido. Adentro era todo más tétrico pero el resto de los chicos lo encontraron divertido a excepción de Wooyoung porque no, nada andaba bien, presentía que algo muy malo estaba ahí y no entendía porque sus amigos no se podían dar cuenta de lo que él estaba sintiendo.
― ¡Alto!
Su grito retumbo por todo el laberinto haciendo eco, siete miradas se posaron sobre de él haciéndolo tragar saliva.
― ¿Qué sucede? ―preguntó Jongho.
―Esto no esta bien. ―respondió.
―Obvio no, está lloviendo afuera. ―dijo San riéndose.
― ¡No! ―volvió a gritar preocupando a más de uno―, algo no anda bien aquí, dense cuenta de la realidad, algo está pasándonos.
―No queremos irnos, eso es todo.
―Ese es el punto Seonghwa hyung: no queremos irnos, ¿por qué? Esto no es normal, tenemos que salir de aquí. ―hablo firme manteniendo una postura de mando que sorprendió a Hongjoong.
De nuevo la voz que anteriormente le pidió a Wooyoung abrir sus ojos se escuchó haciendo que esta vez el resto también la escuchará.
"vayan por la espada"
Los pasillos del laberinto se abrieron convirtiéndose en dos paredes posicionadas una enfrente de la otra, el nuevo pasillo formado permitió ver al octeto una reluciente espada flotando en el aire y siendo iluminada por un rayo de luz el cual no sabían de donde salía. El pelinegro volvió a verlos haciéndoles saber que verdaderamente nada andaba bien haciendo que esta vez ellos le dieran la razón.
―Tenemos que salir de aquí, este no es nuestro mundo.
Con las palabras de Wooyoung dichas, San corrió hasta la espada para bajarla y tomarla, volvió a correr junto a los chicos. Dibujaron unas sonrisas en sus rostros, pero las paredes del laberinto se descontrolaron causando miedo en los ocho, salieron corriendo de ahí todos juntos regresando de nuevo al pasillo por el cual habían entrado, las pesadas telas rosadas estaban por todos lados y luces iluminando su camino se posicionaban encima de ellos. Corrían sin saber a dónde ir, pero quedarse de pie era peor opción que correr.
―Te subestime Jung Wooyoung.
Se detuvieron cuando escucharon su voz, se giraron sobre sus talones encontrándose a la silueta del alter ego parado justo a metros de ellos.
―Fueron ustedes. ―atacó Yunho recordando lo último sucedido antes de que cayeran dormidos.
―Y siempre seremos nosotros. ―rió el otro―. Suerte saliendo de aquí.
Desapareció frente a sus ojos sin dejar ningún rastro. Los nervios se apoderaron de ellos mirándose mutuamente para tratar de buscar la forma de escapar de ahí, rogaban por ayuda a aquella voz que ya se había presentado dos veces aun sin saber de quien se trataba. Tanta era su desesperación que no se habían dado cuenta de la forma tan extraña en como la espada en la mano de San comenzaba a brillar destellando un luminoso brillo esmeralda intenso que les llamaba. Sin dudarlo, colocaron sus manos sobre de ésta y desaparecieron en cuanto la tocaron.
Ocho golpes huecos sobre madera se escucharon más otro metálico más lejano de ellos. Hubo quejidos de dolor, sus manos tocaban sus espaldas y hombros debido a los moretones que seguro tendrían, pero respiraban tranquilos ahora; tenían la espada, habían escapado de aquella ilusión y estaban de vuelta en el barco para retomar su verdadera travesía.
El camino cada vez se hacía más duro pero conforme el avanzar, la ayuda estaría más cerca que nunca.
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ᴀɴꜱᴡᴇʀ | ᴀᴛᴇᴇᴢ
Fiksi Penggemar𝐌𝐀𝐏 𝐓𝐑𝐀𝐂𝐊𝐈𝐍𝐆 || ❝ La oscuridad acecha y se vuelve más poderosa conforme el golpear de las olas. Hongjoong, guíalos en la travesía y encuentren a Lilac, ella la única que puede salvarles ❞ Ocho piratas se embarcan en un viaje cuando sus al...