Blitzø y Stolas tenían algo bueno. Una vez al mes, intercambiaban sexo por el grimorio, y eso era todo. Pero, todo eso cambia cuando Stolas descubre que va a poner un huevo, y muy pronto. Blitzø tiene muchas emociones sobre esto, pero sabe una cosa...
ℕ𝕠𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕤𝕙𝕀𝕟𝕋𝕙𝕖𝕎𝕚𝕟𝕕: Un capítulo desde la vista de Stolas.
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Stolas se sorprendió gratamente cuando Blitzø le llamó esa mañana para preguntarle cómo estaba. En el año que llevaban ❝viéndose❞, Blitzø sólo había llamado a Stolas cuando a)necesitaba dinero o b)estaba borracho y horny. El diablillo nunca llamaba sólo para saludar, y mucho menos para comprobar el bienestar de Stolas. Casi siempre era Stolas quien llamaba a Blitzø, aunque Stolas sabía que sus llamadas no siempre eran apreciadas.
Entonces, cuando Blitzø le preguntó si podía venir más tarde, el corazón de Stolas dió un vuelco. ¿Por qué Blitzø quería venir?, se preguntó.
No puede ser porque esté preocupado por mí, pensó Stolas. Eso sería demasiado esperar.
¿Quizás está preocupado por el bebé?
El príncipe no tuvo mucho tiempo para pensar más sobre esto, ya que rápidamente fue golpeado por una ola de náuseas que lo dejó inconsciente.
Cuando Stolas se despertó unas horas más tarde, sintió un paño fresco en la frente. El príncipe abrió sus ojos sombríos para ver a su hija parada junto a él, mirándolo con preocupación.
"Papá", dijo Via, con los ojos húmedos. "Estás despierto."
"Vía", dijo roncamente Stolas. Su mente se sentía confusa, como si una gruesa capa de niebla se hubiera posado en su cerebro. No podía decir si esto se debía a la falta de oxígeno del huevo que empujaba sus pulmones o no haber comido durante bastante tiempo. "¿Qué haces aquí, querida?
Octavia tomó la mano de su padre y la apretó con fuerza. "Estabas llorando mientras dormías. Podía oírlo desde la cocina." Le quitó con cuidado el paño húmedo de la cabeza y lo empapó en un recipiente con agua helada. "Vine a ver cómo estabas y estabas con fiebre."
¿Mi querida Via está preocupada por mí?
Debo tener un aspecto terrible.
Stolas sonrió con cansancio, la sonrisa no llegó a sus ojos. "Estoy bien, cariño, de verdad. Todo esto es parte del proceso".
Stolas fue a levantarse en la cama cuando sintió un fuerte dolor en el estómago. Hizo una mueca y pasó un brazo alrededor de su cintura.
"¡Papá!" exclamó Via, poniendo su mano en su brazo. "Deja de moverte, no estás en condición-"
"No necesidad de que preocuparte, Via", dijo Stolas con los dientes apretados. Se obligó a relajarse, a pesar del dolor, y trató de sonreír de forma tranquilizadora. Pero Octavia no se dejaba engañar tan fácilmente.
