Blitzø y Stolas tenían algo bueno. Una vez al mes, intercambiaban sexo por el grimorio, y eso era todo. Pero, todo eso cambia cuando Stolas descubre que va a poner un huevo, y muy pronto. Blitzø tiene muchas emociones sobre esto, pero sabe una cosa...
ℕ𝕠𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕤𝕙𝕀𝕟𝕋𝕙𝕖𝕎𝕚𝕟𝕕: Blitzø va a ver a Stolas después del trabajo.
⚠️NSFW⚠️
¡Gracias por su paciencia! ¡Este capítulo es más largo y espero que les guste!
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Antes de dirigirse a la mansión de Stolas después del trabajo, Blitzø se detuvo en Smoothie King (propiedad del Rey del Infierno, por supuesto) para comprar algo para Stolas.
Blitzø no había podido dejar de pensar en lo enfermo que se veía Stolas ayer. Las imágenes se habían repetido incesantemente en su mente todo el día: las ojeras oscuras bajo los ojos de Stolas, las partes de su cuerpo donde faltaban sus plumas, la delgadez de sus huesos de la cadera y de su columna vertebral al meterse en la bañera...
Pero Blitzø también había visto destellos de los cambios más... ❝paternales❞ en el cuerpo de Stolas. Había recordado la suave redondez del abdomen de Stolas. El rubor en las mejillas del príncipe cuando el diablillo le dijo que quería al niño. La forma en que sus gruesas plumas descansaban sobre su floreciente estómago y cómo se había sentido la pancita de Stolas bajo sus dedos.
Y Blitzø quería desesperadamente sentir eso de nuevo.
Blitzø esperó impacientemente en la fila del Smoothie King, dando golpecitos con el pie todo el tiempo, y finalmente le gritó su orden al pobre empleado cuando llegó al frente de la fila. Blitzø pidió un desagradable batido de rata y trató de no vomitar cuando vio al empleado mezclarlo. Agarró el vaso tan pronto como salió y corrió de regreso a su camioneta antes de correr hacia la mansión.
Cuando Blitzø finalmente llegó frente a las puertas del palacio, se dio cuenta de que intentar subir el balcón de Stolas con un maldito batido en la mano (y un brazo herido) era una receta para el desastre. Así que decidió hacer algo que nunca antes había hecho: usar la puerta principal.
Él refunfuñó mientras subía los molestos y empinados escalones de la mansión. A Blitzø no le gustaba lo pequeño que siempre le hacía sentir el lugar. Aquí nada era del tamaño de un diablillo.
Cuando Blitzø llegó a la cima de las escaleras y fue a llamar a la increíblemente grande y ostentosa puerta principal, dudó.
Esto es tonto, ¿verdad ? ¿Estar preocupado por Stolas cuando dijo que no me necesitaba? ¿Por qué conduje hasta aquí cuando ni siquiera es luna llena?
Ugh, estúpido y sensual Stolas, haciéndome confundir en todo.
Blitzø sacudió la cabeza, frustrado consigo mismo. A la mierda, ya conduje hasta aquí.
