XXII

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En efecto los pequeños cambios que había echo habían servido de mucho, ella no dejaría que se repitiera aquello que Le sucedió al equipo de su tía o que más compañeros murieran, aún se sentía culpable de todo lo que hizo en el pasado y la única manera que creía buena para obtener el perdón de aquellos compañeros que murieron por su causa era ayudar fielmente a la Aldea.

Si de algo había servido su estadía en ese lugar era para mantener a raya a muchos shinobis e incluso a los ancianos que querían pasarse de listos en varias ocasiones, muchos ni se atrevían a cuestionar sus órdenes.

Sin embargo había algunas cosas que la hacían sentir incómoda, una era que parecía el agro del cuento, tal vez se había ganado el respeto de mucha gente en el puesto que ahora tenía pero sabía que otros cuantos le tenían miedo, no los culpaba cuando era jefa de equipo solía ser alguien muy mala al tratar a sus subordinados.

Y la otra cosa eran los tres hermanos aún ni siquiera podía estar con dos de ellos en un mismo lugar, sentía que algo la asfixiaba, aunque podía manejar la presencia junta de kankuro y temari, no era lo mismo cuando solo tenía que estar con gaara y menos cuando temari también estaba allí, por ello se las arregló para que matsuri acudiera más seguido a la oficina, así por lo menos podía hablar sin que le temblará la voz, ya ni siquiera sabía por qué se ponía nerviosa, tal vez aun ellos la odien y solo están aplazando su expulsión de la aldea o tal vez solo esta siendo paranoica

En una de sus visitas al hospital kaori le había recomendado comenzar a escribir un diario, plasmar sus problemas en un papel tal vez escribir podría ayudarla a manejar mejor sus emociones

-que estas haciendo- pregunto por encima de su hombro

Inmediatamente saltó del susto y ocultó lo que estaba escribiendo, miro a todos lados dándose cuenta que solo estaban ellos solos, maldijo en su mente, donde diablos se había metido matsuri y por que se había ido sin decir nada

-escribo pensamientos- contesto en voz baja y encogiéndose en su asiento

No era su intención el leer gran parte de lo que estaba escribiendo pero la curiosidad le ganó, se sintió mal pues había leído casi todo, no sabía que eso era lo que sentía cada vez que estaba con ellos, ahora se sentía mal por forzar a que pasaran más tiempo a solas, pero no sabía si debía decir algo al respecto, así que solo se quedó callado haciendo como si no hubiera visto nada.

- saldremos a cenar- se alejó un poco para después voltear de nuevo hacia donde ella estaba, después de haber leído eso, tal vez era una buena idea invitarla a comer con ellos.

-Tendré listos los pendientes antes de que vuelvan- respondió con la seriedad que le caracterizaba pues su trabajo siempre es lo mas importante

-gaara estas tardando mucho- se quejó kankuro apareciendo por el pasillo, lo pensó un poco más y decidió dejarlo para la próxima, primero platicaría con sus hermanos

Soltó un suspiro con pesadez, aunque estuviera esforzándose todavía ni siquiera le daban la confianza para servir un té, prosiguió con su trabajo de gestionar misiones importantes y armar el equipo adecuado para que estas fueran exitosas.

Una vez que termino tiro los papeles a un lado unos momentos, definitivamente nada volvería a ser igual, se tallo ambos ojos con una mano y elevo la cabeza para mirar el techo, era algo desagradable lo que sucedía pero definitivamente estaba feliz de que no le odiaran hasta alejarla de ellos si es que ese era el caso, aunque justo ahora extrañaba compartir sus horas de comida con alguien como antes solía hacerlo, su estómago rugió, lamentablemente ese día no había traído ningún alimento al trabajo , tenia aproximadamente una hora para comer en lo que los hermanos volvían

-parece que tienes hambre- una voz llamo su atención asustándola, volteo inmediatamente a ver al causante al parecer el día de hoy todos lo eligieron para asustarla- que tal si vienes a comer con nosotros

con una sonrisa de oreja a oreja la invito el chico de verde, la castaña tras de el solo se rio mientras que el chico de cabello largo solo miraba

-acabamos de llegar para realizar una misión- informo el chico que cabello largo, el genio del byakugan, como ella lo llamaba

Rápidamente saco unos papeles que ya tenia preparados y se los entrego, sus pases para la aldea y los detalles de su misión, se preguntaba si acaso todos los shinobis de la hoja eran unos genios como este equipo que tenia frente a ella, claro eso no significaba que en su aldea no hubiera personas excepcionales, pero le agradaban mas los de konoha por que no se quejaban

-entonces vienes- pregunto de nuevo la castaña

Estaba a punto de negarse pero su estómago volvió sonar, haciendo que se avergonzara y se sonrojara, se levanto de su asiento

- los invitare, conozco un lugar muy bueno- dijo con una sonrisa, los cuatro se dejaron guiar hasta un pequeño lugar, hablaban de cosas triviales, pues ya se habían visto varias veces, pero nunca habian tenido el tiempo de conocerse correctamente

- creí que serias un ogro mandón- dijo con honestidad ten ten

- si me lo dicen a menudo- sonrió

- solo se toma con seriedad su trabajo, cierto?- pregunto neji, casi no había hablado mucho solo para algunas ocasiones, sin embargo aquella apariencia que tenia de ella ya se había esfumado tiempo atrás, ya ni siquiera se preguntaba si era cierto lo que le había dicho en aquella ocasión al kazekage e incluso se arrepentía por haber dudado de ella

-en el trabajo siempre hay que ser una persona seria, de lo contario muchas personas cuestionaran si eres acto para ello, por eso siempre debes de ser decidido, pensar fríamente y tomar las mejores decisiones

-como sabes cual es la mejor decisión- pregunto con curiosidad rock lee

-mmm pues primero tienes que evaluar el riesgo al beneficio, luego mirar bien las habilidades del equipo si son aptos para realizar la misión y otras cosas- respondió con simpleza

-hablas mucho sobre el trabajo- se quejó ten ten, se sintió un poco incomoda, sabia que era cierto- por que no nos dices que te gusta, a mi me gusta coleccionar armas

-a mi me gusta entrenar- respondió con alegría lee, luego miraron a su compañero

-meditar- respondió

-no suelen preguntármelo pero me gusta cocinar, tejer, dibujar y leer- ella pensaba que tal vez era muy común con sus gustos

-hay algo que no sepas hacer- pregunto la castaña

El resto del tiempo se la pasaron conversando para conocerse más, había sido bastante agradable pues desde que trabaja no había podido salir a platicar con otras personas, además se sentía bien teniendo con quien compartir la hora de su cena pues normalmente comía sola en la oficina.

Heridas (GaaraxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora