III

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Salió de la casa, al principio había sido duro lidiar con sus emociones, pero ahora era capaz de controlarlas y actuar diferente, sin embargo, esto solo lo lograba si su tía no estaba cerca de lo contrario se desbordaría en llanto.

Pronto una voz la hizo detenerse, el kazekage quería hablar con ella, se dirigió a la oficina y entro en esta, con una mirada fría se dirigió al escritorio, el kazekage la miro

- ___- pronuncio aquel hombre- tengo algo importante que hablar contigo

- Hay algo malo con mi rendimiento en misiones- pregunto inocentemente, si bien algo había aprendido en ese tiempo era mentir y vaya que se le daba muy bien, sin embargo, en su ojos se notaban podridos como si la oscuridad la hubiera consumido por completo, lo cual no era totalmente verdad

El hombre solo suspiro y negó, el sabia en parte que la chica le tenía odio a su hijo menor, pero no que ella quería matarlo- bien supongo que puedo dejarlo así, no lo odies mucho- se levantó de la silla para salir de su oficina hacia el encuentro con orochimaru, dejando a aquella niña sola que se retiro a su casa poco después

El tiempo paso demasiado rápido, pronto toda la aldea se enteró del ataque que se llevaría a cabo en konoha, ella solo se quedo en casa, no quería involucrarse en cosas estúpidas no quería tener que ver morir a alguien que conocía delante de ella otra vez, exceptuando al pelirrojo, bailarina en su tumba cuando eso sucediera

Mientras tanto después de aquella batalla contra naruto gaara entendió y recordó aquellos momentos con su tío, pronto vino a su cabeza aquel día en el parque, dos días después de que el mismo asesinara a su tío, aquella niña que por primera vez lo llamo su amigo, recordó aquel oso color blanco que tanto tiempo mantuvo con él para recordar aquellas palabras. Y así fue llevado de nuevo a su aldea por sus dos hermanos con quienes se disculpo y ellos le perdonaron.

La gente empezaba a juntarse en la entrada, para ver a los ninjas que regresaban completamente derrotados de konoha, ella se acercó para ver algo que la lleno de completa felicidad y a otros de sorpresa, aquel pelirrojo estaba herido y sangraba, no pudo evitar poner una sonrisa que tapo con ambas manos, lamentablemente para ella eso no lo mataría y ella lo sabia muy bien

Por que no aprovechar esta gran oportunidad que se le había dado, se acerco al grupo de aquel pelirrojo al darse cuenta de que aquellos dos ya no podían cargar con el.

-están bien-pregunto a ambos, estos la miraron sorprendidos- los ayudare- ofreció ella, el marionetista que era el mas cansado de los dos le cedió el lugar, ella se acercó y se posiciono a lado del pelirrojo para después tomar su brazo y pasarlo por encima de su cuello.

Al sentir su cercanía la inundo una sensación de asco, sin embargo ella solo se mostraba preocupada por ellos, mientras que en su cabeza comenzaron a volver aquellos horribles recuerdos, poco tardaron en llegar al hospital para curar al pelirrojo, esta se retiró de la habitación dejando a los hermanos en ella, no podía aguantar mucho cerca de el sin querer hacerle algo, habría sido una gran oportunidad para matarle sin embargo aquellos dos no bajaban la guardia ante nadie.

Camino por bastante tiempo por la aldea, de nuevo los sentimientos de las personas habían cambiado, ellos tenían miedo, miedo porque el pelirrojo volvió, regreso a su casa, se fue a su habitación y se acostó en su cama mirando al techo, aquella paranoia volvió una vez mas volvió a tapar sus ventanas asegurándose que no la observara, después de tratar pensar un plan para destruir al pelirrojo se quedó completamente dormida.

Heridas (GaaraxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora