Heridas (GaaraxLectora)

VIII

estaba decidiendo si la pisaba, hacia trozos o quemaba, iba a hacerlo, pero era demasiado bonita para acabar de esa manera, miraba la rosa desde lejos, tal vez solo la dejaría como adorno, mi tía entro al cuarto llamando mi atención

-saldré un rato, encárgate de la comida- ordeno, solo asentí con la cabeza y volví la mirada a aquella rosa, de nuevo la miré al ver que ella la había tomado

- que significa esa mirada de recelo, no quieres que la toque- pregunto con burla, desvié la mirada- es muy bonita, de donde la sacaste- no respondí nada, no iba a decirle que el asesino me la había obsequiado

-él te la dio- la mire con confusión, a veces olvidaba lo inteligente que era-parece que es una muestra de disculpa

-solo lo hizo para sentirse menos mal por lo que hizo, pero no puede borrarlo- mencione

-no, no puede hacerlo, pero tú y yo sabemos que no es su culpa, debes entender que solo era un niño-respondió con tristeza- no es culpable 

-no no es su culpa- dije- es mía- susurre

Finalmente decidí conservarla por un tiempo, casi mi mente se derrumba al enterarme que de ahora en adelante cada una de las misiones que haría seria acompañada de él, tenía más oportunidades de matarlo, pero sería cansado para mi

No me equivoque comenzamos a hacer misiones juntos, intenté envenenarlo, matarlo con armas, ahogarlo, hacer que se quedara entre escombros, pero por una u otras razones no se moría el maldito.

ahora mismo lo esperaba en la entrada, se supone que íbamos a entregar unos documentos tan importantes que seguro nos intentarían matar por ellos, por supuesto iba a aprovechar esto, tome un veneno que había conseguido en una misión pasada, me encargaría de dárselo en su comida

Esta vez mis compañeros no tardaron en llegar y partimos hacia aquel lugar, no ocurrió nada importante en el camino hasta que tuvimos que pagar por el alquiler una noche.

Nos dieron alojamiento, mencionándonos que nos llamarían para comer en unos minutos, Sali de donde estábamos sin decir una palabra, en dirección al baño una vez allí llame a una de mis sombras, le entregue el veneno, ella ya sabía qué hacer, volví a la habitación, todos se encontraban allí, me senté a descansar, mientras tenía una sonrisa de victoria, hoy se moría y eso me daba tanta felicidad

Unos sujetos entraron a la habitación con algunos platillos, los colocaron delante de nosotros, invitándonos a comer todo, en parte la manera de hablar de ellos fue rara, mire la comida detenidamente, ya sabía que estaba envenenada, yo la envenene, pero había algo más en ella