El trato de los 15 días. [Johnlock]

Extra (2/2)

¿Qué pasó el día 5 y 6?

(2/2)

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⚠️¡Warning!⚠️
Contenido +18
Disculpen si hay errores o faltas de ortografía, después serán corregidas.
Espero y lo disfruten
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Día: 6

— ¿Por qué siempre tienes que desaparecer y no avisarme nada?— Cuestionó molesto, colocándose los zapatos mientras llamaba por décima vez al número de Holmes. — ¡Maldita sea contigo, Sherlock!

El detective se encontraba en la casa de los Cox para hacerle unas últimas preguntas. El día de ayer, mientras hacia una pequeña exploración por el lugar logro descubrir que Emma, la madre de la joven fallecida, practicaba brujería. Y aunque él no creía en eso, debía admitir que le sorprendía bastante el tema, pero por lo menos descubrió quien era la que le hacía "travesuras" al sacerdote.

— E-es que...— Se sonó la nariz, arrastrando el papel para limpiarse. — Las cartas me dijeron que él fue...

— ¿Las cartas?—

— ¿Conoce el tarot?— Cuestionó el esposo de la mujer.

Holmes asintió. — ¿Así que unas cartas le dijeron que él sacerdote Bennett fue el asesino?

— Así es, señor Holmes.—

Este suspiro, creyendo que aquello era una estupidez, pero de alguna forma aquellas cartas le habían dicho la verdad. — Creo firmemente que solo fue casualidad que las... Cartas... Le hayan revelado dicha información, le creería más si me dice que lo vio o que alguien le contó. Pero su versión me parece una completa estupidez, sin duda alguna. — La mujer iba a reclamar, pero Sherlock continúo. — Aunque... Tienen razón. Él fue.

— ¡Yo lo sabía!— Exclamó la mujer, soltando más el llanto. — ¡¿Por qué lo hizo?! ¡¿Por qué a mi niña?!

— Sencillo, no quiero generalizar o caer en los estereotipos... Pero sus víctimas fueron jóvenes menores de 16 años. Creo que es obvio que sucedió y el porque de su muerte.—

Emma dejo de llorar ante aquella desgarradora idea. — Mi niña fue...

— Es obvio que los forenses supieron eso, pero creo que se vendieron fácilmente ante un soborno y guardaron silencio. —

— Dios... Eso es...— El señor Cox comenzó a llorar ante la idea que lo que tuvo que vivir su hija.

— ¿Ya sabe Amanda?—

Negó. — Y tampoco planeo decirle, se encuentra sola y con una estabilidad emocional bastante dudosa. No me interesa lo que haga con su vida, pero tengo un compañero que si.

— ¿Cómo podríamos culparlo? No tenemos pruebas...— Le cuestionó a su esposo la mujer, abrazándolo desconsolada.

— De eso ya me encargue yo.— Dijo, guiñándoles un ojo mientras sacaba una carpeta con fotografías y unos cuantos documentos de un maletín. — El padre Bennett cree que por no haber casas alrededor de la iglesia no habrá testigos, pero el gobierno tiene cámaras hasta debajo de las piedras...

Emma vio cada foto, la declaración oficial que hicieron los forenses ante la autopsia de Olivia Cox y Louis Smith, era completamente diferente a lo que les habían dicho.

“Nadie puede negarle nada a un sacerdote...”

Recordar aquellas palabras le provocaba una rabia inconmensurable al igual que arcadas, pues cuando se trataba de adolescentes y niños, su sociopatía desaparecía. — Lo lamento mucho, señores Cox. Pero ahora saben la verdad y se puede hacer justicia con esto. Les sugiero conseguir un buen abogado y mudarse, después del juicio los ciegos creyentes y fanáticos nunca comprenderán que el que lleva puesta la sotana no es un hombre, sino el mismo diablo. Estarán dispuestos a hacerles la vida imposible.