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Desde el momento en que se graduó sentía que un peso menos, solo lo más pesado era ir al trabajo en la veterinaria dónde ya antes estaba trabajando, por ahora solo estaba en recepción escribiendo y dando información a personas que venían preguntando por los servicios o tan solo cobrando. Corría con la suerte de que Keisuke sea el jefe del lugar, pero casi no se presentaba ahí.

Mientras que tanto su vida no ha cambiado mucho, solo era ir de la casa al trabajo, y del trabajo a casa. Había veces en que Baji ni siquiera estaba en la mansión por trabajo; sabía que era puro el papeleo lo que se llevaba su tiempo y no el de ocuparse del territorio de la Toman que últimamente estaba teniendo mucha paz.

Había algo que ha estado pensando desde hace tiempo; era el aprender a defenderse. Desde lo ocurrido con Kai lo ha estado pensando, no muchas veces va estar Baji o sus amigos para salvarlo, quería aprender a defenderse, no quería ser alguien débil y que diera esa sensación de ser siempre protegido por un alfa. Y aunque le gustará también quería poder proteger a su alfa.

Conocía a alguien que lo podía ayudar.

Le pidió al chófer que lo llevará a cierta dirección, por el camino los dos platicaban y el chófer lo contaba sobre su esposa e hijo que va ingresar a la primaria. Con esa plática llegaron al edificio, se despidió y le dijo que más tarde pasara por él.

Previamente había hecho una llamada avisando su presencia, entro saludando a las pocas personas que ya conocía, fue igual saludado con una sonrisa, entro al elevador y apretó el botón del último piso. La típica música se escuchaba que ya lo estaba hartando. Las puertas fueron abiertas y salió de ahí. Toco la puerta hasta escuchar un "pase".

— Hola Chifuyu— saludo el omega comiendo unos doroyakis.

Chifuyu miraba alrededor. — No veo a Draken.

— Esta descansando en casa— explico.

Hizo un sonido de que entendió. Mikey agrego— ¿Y ahora me puedes explicar tu presencia el día de hoy? Solo me dijiste que ibas a venir.

— Oh si— dijo decidido. — Quiero que me enseñas a pelear. Desde la última vez que fui atacado lo estuve pensando y quiero poder defenderme, no muchas veces va poder estar Baji-san o alguien más para defenderme.

— Lo entiendo— se recargo en su silla. — Te voy a entrenar pero no voy a poder enseñarte muy bien.

— ¿Por qué?

— Porque estoy embarazado. — dijo como si nada.

— ¡¿Es enserio?!

— Si, pensé que Baji te lo había dicho.

— Casi no nos hemos visto por su trabajo. — la mirada que le dio a Mikey era una sin brillos y de acusación.

Mikey rio nervioso— Perdón, pero ha llegado mucha mercancía. Bueno a lo importante, te voy a explicar lo que vas hacer y te voy a corregir, por mi estado no voy a poder enseñarte hacer los movimientos. Es más— bajo los pies de la mesa que todo el rato han estado ahí y se levantó yendo a la puerta. — Vamos.

— ¿Tan pronto?

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— ¿Un dojo?

— Es el dojo de mi abuelo.

Obviamente tenía el típico estilo japones y era bastante grande. Los dos chicos bajaron del auto para entrar por un camino de piedras, Mikey abrió la puerta corrediza y Chifuyu se asombró. Era más grande que la casa de su abuela y tenía otro estilo.

— Vamos— dijo Mikey guiándolo hasta llegar a lo que parecía un almacén afuera de la casa. Al abrir se dio cuenta que era una habitación. — Era mi antigua habitación.

perfect | Bajifuyu (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora