Decidido. Así se encontraba Seokjin aquel lunes por la mañana. Su fin de semana había sido tranquilo, pero el pelimorado se encontraba más que ansioso por encontrar a Jackson y conversar con él acerca de su proyecto.
La noche anterior el doncel le escribió un mensaje al susodicho, y para su suerte este había aceptado gustoso. Por lo que cuando acabaran sus clases en la universidad, se reunirían en la cafetería para una charla amena.
Aquel rubio pidió detalles ante tanta insistencia del mayor, pero este se contuvo y le pidió que fuera paciente. A lo que Jackson no le quedó de otra más que aceptar.
Cuando la profesora Choi les dijo a sus alumnos que podían retirarse, Kim se incorporó apresuradamente, despidiéndose de su amiga Wheein, a quien le dio la excusa de que tenía unas cosas que hacer y que por eso no podría irse con ella a tomar el autobús de regreso a casa.
La fémina no le dio mucha importancia, sin antes pedirle que tuviera cuidado y que le avisara cuando llegara a su hogar. Para finalmente irse por su propio camino cuando observó a su amigo desaparecer de su campo visual.
Seokjin a toda prisa se dirigió a la pintoresca cafetería de su universidad, y tomó asiento en una de las mesitas que daban a un bonito ventanal con vista al campus. Notando que había llegado antes que la persona se suponía sería su salvación para el proyecto encargado del señor Lee.
Sus manos sudaban y su pierna se movía por pura inercia, temiendo que Jackson se negara. Ya que como estudiante universitario cada minuto valía oro, y existía la posibilidad de que el rubio le expresara amablemente que no podía gastar el tiempo que tenía para hacer sus propias actividades extracurriculares en una colaboración de la que ni siquiera obtendría una calificación.
Sin embargo, Seokjin quería confiar en el poder de la amistad, o a última instancia en una jugada desesperada le ofrecería recompensarlo con alguna salida, regalo o lo que sea que el chico de las fiestas quisiera.
Cinco minutos más tarde escuchó como alguien se acercaba, y cuando volteó para encarar al susodicho, se encontró con la brillante sonrisa del joven de piel tostada.
—¡Jin hyung! ¿Cómo estás? —saludó, ofreciendo su mano para que el mencionado la chocara.
—Yo me encuentro muy bien Jackson, gracias por preguntar—con amabilidad le devolvió el gesto y le regaló una pequeña sonrisa—. Siéntate por favor.
El rubio hizo caso, y acomodó su mochila en el respaldo de la silla.
—Dime hyung, ¿para qué soy bueno? —le cuestionó poniendo sus brazos sobre la superficie de la mesa, con una ceja levantada que demostraba lo expectante que se encontraba—. No me imaginé que alguna vez pudieras contactarme con tanta insistencia, por eso tu mensaje me sorprendió gratamente. No es que lo viera como algo imposible, pues somos amigos, pero tú me entiendes...
—Sí, lo sé, ambos somos de carreras distintas, y la mayoría de veces en las que conversamos muchísimo se dan en las fiestas de la universidad, pero te tengo en alta estima Jack, así que no le des muchas vueltas al asunto, ¿sí?
—Claro... Como tú digas, hyung.
—No me hagas arrepentirme de esto, es un asunto serio—le retó con un puchero en los labios al ver que el semblante intrigado había cambiado por uno más relajado y divertido—. Por favor.
—Ok, ya me calmo.
—Bien, pero antes de iniciar nuestra charla, ¿te apetece tomar algo? —el mayor le cuestionó a su dongsaeng—. ¿Un café, un jugo o un té helado?
—Estoy bien por el momento, mejor cuéntame el motivo por el que estamos aquí.
—De acuerdo—Seokjin soltó un suspiro y levantó su mirada, conectándola directamente con la ajena. - Como parece ser que eso es lo que más te intriga, te lo diré todo.
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My curious moon; KNJ & KSJ
Random*·˚Ni la luna era capaz de verse tan hermosa como él en esa noche *·˚ Seokjin es un joven doncel que cursa su carrera como diseñador gráfico, por lo que un día debe buscar una idea para un proyecto y no se le ocurre una más interesante e innovadora...