༊*·˚Epílogo ༊*·˚

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Ya eran más de veinte años juntos, pero para Namjoon y Seokjin su relación no había cambiado en nada. El amor, el respeto, la confianza y la comprensión seguían tan presentes como tiempo atrás. Hace muy poco el doncel había dejado de trabajar y ahora se dedicaba únicamente a su hogar y a apoyar a sus hijos. El diseño gráfico siempre sería una parte muy importante para él, pero ya no lo disfrutaba como antes, por lo que decidió parar para entretenerse con otras cosas.

Sin embargo, la situación era muy distinta para Namjoon, quien luego de varios años exitosos había conseguido escalar en varios puestos en su trabajo, hasta finalmente volverse el director de un reconocido museo histórico de Seúl. Tal y como siempre soñó después de dedicar toda su juventud a investigaciones sobre cualquier tema relevante de historia.

No obstante, lo que más llenó a la pareja de todo el tiempo que compartieron desde que iniciaron una relación fue la hermosa familia que crearon juntos.

Soobin fue el inicio de todo, pero años después se le unió Beomgyu, un bonito bebé que era la mejor combinación de ambos. Pues el historiador siempre defendería su opinión acerca de que su primogénito se parecía más a su esposo y que la única característica que el susodicho heredó de él eran sus tiernos hoyuelos.

Y que, a día de hoy junto a su hermano mayor eran la más grande razón de orgullo en la familia Kim. Ya que la pareja disfrutó muchísimo de criar y ver crecer a sus dos retoños, quienes tenían personalidades tranquilas al igual que sus progenitores.

Aunque dejando ese tema de lado, los esposos también tenían muchas otras vivencias que habían cambiado su vida conforme los años fueron pasando. Entre ellas, una que involucraba a un doncel al que conocieron luciendo un precioso cabello celeste y que terminó convirtiéndose en el esposo del querido primo de Seokjin, Jeon Jungkook.

Pero esa era una historia aparte. Una de las más memorables por el mágico romance de los involucrados. Y que a la pareja le recordaba a su propia relación por lo bonita y la manera tan espontánea en la que se desarrolló.

A fin de cuentas, eran cosas de destinados.

Y eso nada ni nadie podría cambiarlo.

Y eso nada ni nadie podría cambiarlo

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—Te ves muy guapo, hijo.

El doncel halagó a su príncipe de cabellos rojos, quién lucía una camisa color cielo y un pantalón de tela que le hacían ver como un muñequito de porcelana.

—Papá Jin tiene razón, Gyu—comentó Soobin con una brillante sonrisa—. Es una pena que tan bonita apariencia sea para la cita con ese compañero tuyo.

—Binnie...

—Lo siento, lo siento—el primogénito de la familia Kim se disculpó ante el tono severo del mayor—. Son los celos de hermano.

—Ay, Bin, ya estás como papá Nam.

El doncel menor bufó sonoramente, dándose una última mirada en el espejo de cuerpo completo para comprobar el resultado final de su atuendo. Sintiéndose orgulloso por el buen gusto de su amado padre, al que no tardó en abrazar a modo de agradecimiento.

My curious moon; KNJ & KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora