༊*·˚Capítulo seis ༊*·˚

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Namjoon iba de camino a su casa, muy pensativo y con las mejillas rojas como un par de tomates. ¿Cómo había sido tan tonto por sugerir acompañar a Seokjin hasta su clase? Ni siquiera había pensado en que lo estaba exponiendo a rumores que podrían crearse gracias a la gente chismosa que había en cada lugar de la universidad.

Pero ya estaba hecho, y era algo que no se podía cambiar. Aunque para suerte de ambos, no hubo ni un alma en el pasillo que pudiera ser testigo de su inesperada acción.

En su defensa había disfrutado tanto conversar con el pelimorado que por eso no pudo evitar seguir alargando el tiempo juntos. Nunca antes conversar de arte con alguien que no perteneciera a su carrera le pareció tan satisfactorio. El mayor parecía comprenderle tan bien que daba miedo, pero su corazón se sentía tan rebosante de emoción.

Sin duda disfrutaría de los días que tendrían por delante, así fuera solo para realizar un buen proyecto y luego Seokjin se olvidara de alguien tan normal como él.

Después de haber llegado a su caso, saludar a sus queridos padres y cenar con ellos la deliciosa merienda que su madre había preparado, el peligris ayudó a recoger y lavar la vajilla para distraerse un poco de sus pensamientos, hasta que la suave voz de su progenitora lo devolvió a la realidad.

—¿Por qué tan pensativo cariño? Ya vas dos veces enjabonando ese plato—señaló con diversión, avergonzando a su hijo.

—No es nada mamá, lo siento.

Namjoon se disculpó y rápidamente quitó el jabón al traste que tenía en sus manos para dejarlo a un lado con el resto de la vajilla que se estaba secando en el trastero.

—¿Cómo que no cariño? Vamos, puedes contarle lo que sea a tu mamá.

Al ver que su madre no desistiría hasta saber que le pasaba, supo que tendría que ceder o no le creería. Pero eso no significaba que tuviera que contarle todo con lujo de detalles. Porque no se sentía preparado para decirle que por primera vez después de tanto tiempo volvía a tener un gusto por alguien.

—Me ofrecí a ayudar a un amigo de Jackson en un proyecto y estoy un poco estresado por ello, ya sabes lo perfeccionista que soy cuando se trata de un trabajo de la universidad.

—Ohh, comprendo—la mujer se posicionó a su lado, observando como su hijo se secaba las manos y luego tomaba un trapo para secar los trastes limpios y ubicarlos en su respectivo lugar en la despensa—. Pero dime, cariño... ¿es solo eso o hay algo más con respecto al susodicho?

En definitivo, esto debía llamarse el sexto sentido de una madre que no se rinde hasta conseguir una respuesta que le deje contenta.

—Sí, mamá. Solo es eso—respondió con rapidez, sin la mínima intención de cruzar su mirada con la ajena.

—Entiendo, y si dices que es amigo de Jackson, eso significa que no está en tu carrera, ¿cierto?

—Así es, el pertenece a la carrera de diseño gráfico.

—Vaya, esa es una carrera muy bonita, pero cuéntame más a detalle de que va el dichoso proyecto y que es en lo que tú puedes ayudar, hijo mío—la fémina indagó auténticamente curiosa, porque suponía que debía ser una propuesta muy interesante como para que su querido Namjoon accediera dándose un tiempo para colaborar con sus conocimientos.

—Pues...

Mientras el moreno relataba todo lo vivido en los últimos días, exceptuando el detalle de su crush con el pelimorado y su poca confianza como para arriesgarse a pedirle que le dé una oportunidad, la señora Kim escuchaba fascinada, hasta que su hijo por fin terminó con su labor.

My curious moon; KNJ & KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora