Mundo Inesperado.

17

JANE

Joseph no pudo lograr presenciar, como el semblante de Jane se transformaba en una completa desesperación y era presa del pánico cuando diviso a Rick y escucho su voz.

-¡¿Que haces aquí?! ¡Rick! ¡Que mierda haces aquí! -el grito que salió de la garganta de Jane fue doloroso- No sé... no sé en donde esta Marco, si esta bien o mal -su voz sonaba a dolorida -vinimos para salvarlos a ti y a Madi.

El rostro de Joseph tenía una sonrisa de oreja a oreja con un leve tono de carmín en sus mejillas. Él se encontraba embriagado de felicidad al ver aquella reacción ajena.

-¡Maldita rata traidora! -el grito cargado de odió resonó en la habitación- ¡Mal nacido!, te lo juró Rick. Que si logro escapar de aquí ¡Te mataré! -escupio lo último, mientras comenzaba a mover sus brazos tratando de liberarse. Jane se encontraba dolida, ella sentía irá.

Una risa acompaña de aplausos ahogó el sonido que provenían de los grilletes de Jane.

-Ah~ ¡Maravilloso! -el mayor dio unos pasos mientras sonreía de oreja a oreja- ¡Esplendido! ¡Si! ¡Esa era! ¡Esa era la expresión que buscaba! -dio un pequeño giro mientras se abrazaba a si mismo y trataba de borrar su sonrisa- ¡Me gusta! pero, tengo que decirte algo linda. Soy yo quien esta contigo en esta habitación -hablo suave mientras acariciaba la cabeza ajena, dando pequeños y suaves toques- no saldrás viva de aquí -susurro- Aunque tengo que admitir, que adoro un poco tu resistencia al dolor -volvio a sonreír mientras detenía las caricias- por algo compartimos los mismo genes familiares ¿No lo crees?

"¿Familiares? -pensó Jane, mientras se mantenía quieta- ¿De que habla?"

Jane no mentiría que, al ver detalladamente el rostro del mayor se le hacia un poco familiar. Pero, no lo suficiente para pensar en que son familia.

-¿Que pasa? ¿Estas confundida? -la sonrisa que adorno por momentos el rostro de Joseph mientras alejaba la mano era de tristeza- No me sorprende, ya que a ellos jamás les agrade -soltó una risa corta mientras llevaba su mano hacia su cabello y volvía a sonreír- y desde que tengo memoria. Ellos me apartaban, tanto a mí como a mi Madre. Como si fuéramos una especie de leprosos, todo porque nos tenían envidia.

-Joseph, ¿El trato sigue en pie? -interrumpió Rick. Llamando la atención de ambos- porque no me dejan verla. Me dijeron que no le harían daño, si hacia todo lo que ustedes pidieran.

"¿Verla? -pensó la chica- ¿Esta hablando de Madi?, Entonces ¡Madi esta viva! ¿La tendrán aquí también?, ¿Se encontrara bien?, ¿Que quieren de ella?, ¿Marco también se encuentra con Madi?"

La mente de Jane se encontraba ruidosa. Su corazón se aceleró en respuesta.

-Rick, primero que nada -señalo al joven mientras se acercaba hacia él- no te encuentras en posición de preguntar nada -se cruzo de brazos- segundo, me estas interrumpiendo por idioteces y eso me molesta demasiado. Así que te doy dos opciones: Oh te largas de una vez o cambias de lugar con ella y seras tú al que comience a torturar.

Rick al escuchar aquello no objeto nada. Guardo silencio, lo único que hizo fue dar media vuelta y salir por donde llego. Dejando nuevamente a Joseph y Jane solos en aquella habitación.

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Narrador

Marco se encontraba desesperado. Sus manos temblaban al tratar de parar la sangre que emanaba de Katherine.

La herida que abarcaba entre su pecho hasta la boca del estómago era profunda, necesitaba hacer algo pronto. Su mirada avellana viajo en busca de ayuda para poder salvar a su amiga y se detuvo en Maddi. Quien estaba llevaban acabo una pelea con aquella que le dio a luz hace un tiempo acompañada de Joseph.