𝄞[Capítulo XXI]𝄞

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Si fuera vivir, como una flor...
Floreciendo en un, campo de color...
Sería fácil el, dejarme llevar...
Por el dulce viento que... Empieza a soplar...

Pero una rosa es lo que soy.
Con un destino que enfrentar...
Para vivir con gloria y pasión.
En medio de la tempestad...
Las rosas, las rosas,
Florecen siempre sublimes...
Las rosas, las rosas,
Perecen con dignidad...

...
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—¡Mirá papá!! ¡Aquí hay muchos peluches de vacas gigantes! —gritó emociónado Anakin. —¡Podrías llevar te un peluche de vaca gigante hermano!! —sonrió alegré.

—Pero no cabera en la camioneta... —dijo preocupado Artemis.

—¿¡Creés que allá de tigres gigantes hermano!? —sonrió emocionado a su gemelo.

—No lo sé. ¿Qué opinas tú papá? —preguntó confundido Artemis mirando a su padre.

—Niños... No me hagan ver a otro lado si no vamos a chocar. —dijo preocupado el rubio mayor. — y diría que aquí no pueden a ver tigres. Estamos fuera de la ciudad, es ya todo campo ésto. La finca Rengoku está fuera de la ciudad de Tokio y bueno... Mi abuelo vive en la finca.

—¿Por qué tú abuelito vive tan lejos? —preguntó confundido Anakin mirando al mayor.

—No le gusta la ciudad. Mi padre se mudo de la finca Rengoku cuándo tenía 23 años. Ya de eso conoció a mi madre y pues se casaron. A los pocos años nací yo y luego su tío Senjuro. —sonrió.

Los dos pequeños le miraron confundidos, luego ya no hablaron más para mirar por las ventanas del auto.

Una hora después ya habían llegado a la finca Rengoku, en la entrada estaban muchas personas. Al pasar los años el lugar se hizo mucho más grande a como era antes. Kyojuro ayudó a bajar a sus dos hijos de la camioneta, luego cerró el auto para entrar finalmente a la finca.

—¡Mirá hay caballos! —gritó emociónado Anakin y corrió hacia la cerca dónde estaban dos caballos de raza frisón. —¡Miren, miren, vengan! —gritó llamando a su padre y hermano.

Artemis también se subió a la cerca con ayuda de su padre. Kyojuro se paró detrás de los dos pequeños para que no se calleran. Mientras miraban los tres a los caballos.

—Nunca creí que vendrias a verme Kyojuro.

Al escuchar aquella voz, se dio la vuelta y hay vio a su abuelo Ryujuro. Sin más fue dónde él a abrazarlo.

—Perdón por no aver venido a vicitarte antes... —dijo avergonzado Kyojuro mirando a su abuelo. — quería venir hace unos días, pero no pude.

—No me heches mentiras Kyojuro. Serás hijo de mi hijo, pero no sabés mentir bien. ¿Qué ocurre en realidad? y ¿Por qué estás aquí? En si, son dos horas casi tres, para llegar aquí. —dice mirándole preocupado.

—Bueno... Venía a preguntarte algo y... También quería precentar té a dos personitas. —sonrió alegré.

Ryujuro le miró confundido y preocupado. Luego vio llegar a dos pequeños niños rubios detrás de su nieto.

—Oh... Tu viste hijos. Dos para ser exactos. —rió feliz.

—En realidad serán tres. Mi esposa está embarazada. —dice mirándole con las mejillas sonrojadas.

Libreta De Canciones. ♫Kyojuro Rengoku x Lectora♫ KNY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora