Libreta De Canciones. ♫Kyojuro Rengoku x Lectora♫ KNY

𝄞[Capítulo XIII]𝄞

Llévame contigo al más allá,
pues aquí no dejo de llorar
Llévame a otra realidad,
no quiero despertar
Junto a ti por fin podré olvidar,
que la pena siempre fue mi hogar
Llévame, no puedo respirar,
quiero tenerte junto a mí.

...

Mientras dos pequeños jugaban con un peluche de un gato blanco, su madre revisaba unas cosas sentada en las sillas del aeropuerto. Había llegado hace una hora al lugar para esperar a la tía de ambos niños.
Shinobu desde que empezó su trabajo cómo abogada solía estar más ocupada de lo esperado. Siendo así que llegaba trade a todo lo que hacía.

—¿Dónde te metiste Shinobu? ¿Tanto duró tu reunión? ¡¿O cómo por qué te tardas tanto!!? ¡No pienso ir me sola a Japón!. —se dijo nerviosa y enojada T/N mientras miraba la pantalla de su celular.

—¿La tía Shinobu no vendrá? —preguntó uno de los pequeños mientras miraba la pantalla del celular de su madre.

—Si vendrá cariño. Soló me preocupa que no llegué a tiempo. —dijo la mujer mientras le acariciaba la cabeza a su hijo.

—¡Pero mami! ¡Nos vamos en el avión del abuelo Muzan! No importa mucho si llega tardé. —sonrió alegré Anakin mientras abrazaba a su mamá.

—Yo creó que la tía Shinobu le tiene miedo a los aviones. ¡Hace una semana vimos una película dónde el avión se llenó de vampiros! —dijo emociónado ahora Artemis mientras miraba a su madre emociónado. —¡En la película se veía mucha pintura roja Mamá que salía de los cuerpos de las personas! —gritó felizmente emociónado el menor.

T/N miró al pequeño preocupada. Definitivamente  iba a prohibirle a Shinobu mirar aquéllas películas con los niños.

—Qué feo... —dijo asustado Anakin mientras se escondía bajó la blusa de su madre. — N-no quiero ver pintura roja nunca más...

—¡Ay no seas cobarde! —regaño enojado Artemis a su hermano.

—Ya no pelees bebé. Y por favor no vuelvas a ver esas películas, no tienes edad para ver esas cosas. —dijo la mujer mirando al pequeño.

—¡Pero Mamá! ¡No me gustan las películas de animalitos que cantan! —miró enojado Artemis a su madre.

—Amor... Vamos no digas eso. Aún qué, ¿Cómo es que té gusta ver Las baquitas Vaqueras? —dice mirándole mientras reía la ojos chocolate.

—¡Eso es mejor! ¡Tienen mejores canciones que las cosas raras que mirá Anakin! —rió burlón.

—¿Oh si? Al menos te sabés la canción bonita? —sonrió riendo la mujer.

—Bueno... Esa es la única canción que me gusta... ¡Es por qué a ti te gusta mamá!. —dice mirándole feliz y emociónado.

—¡Mami canta la canción! ¡¿Si?! ¡Por favor Mamá! —dijo felizmente Anakin saliendo de debajo de la blusa de su madre.

—Bueno, pero devén cantarla conmigo ¿si? —vio asentir a ambos niños. — Mmm... Hay un lugar, lindo en verdad. Dónde el río y el cielo se van a juntar... Esta por Nebraska, rincón celestial. Al oeste el paraíso encontrarás...

—¡Verde verás! ¡Comprenderás! ¡Que no hay lugar que se comparé con lo que harás! —sonrió alegré Artemis mientras cantaba. — ¡Es simple y sencillo! ¡Y solo hay paz, al oeste el paraíso encontrarás!

—V-Vuelan abejas... Zumbando t-tranquilas... F-flores perfuman la v-vida acá... —tarareo nervioso Anakin con las mejillas ruborisadas.

-Los animales que hay por aquí, caminan junto a ti. — T/N le dio un pequeño beso a Anakin. — Sólo en media hectárea el paraíso está... ¡Va a suceder! ¡Lo vas a ver! ¡Este paisaje en verdad te va a sorprender!... Ya tan solo falta, que quieras venir. A este el paraíso a vivir... Ven a vicitarme, mi nido es tu hogar... —abrazó a ambos pequeños.