(Obligatorio leer las advertencias en el primer capítulo)
leader | Jeon JungKook era considerado un Alfa más en su manada, sin tener ningún tipo de cargo especial, pero un día, al llegar a un Omega herido a la manada, su Alfa sintió una fuerte sensa...
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─── (🖤)
Luego de que JungKook abandonara la cabaña, el sol empezaba a asomarse desde el horizonte y TaeHyung se sorprendió cuando las horas pasaron demasiado rápido junto a los adorables cachorros. Caminó hacia el reloj que se encontraba colgado en la pared y frunció los labios al no saber descifrarle.
Descartó la idea de leer la hora y continuó explorando por todo el lugar, el cual carecía de muebles, notando algunos papales esparcidos en unos cajones, camas desocupadas y un estrecho armario cerrado.
Un estruendo a lo lejos provocó que se sobresaltara en su lugar y agudizara su audición, dándose cuenta segundos después que numerosas gotas de agua descendían desde lo más alto; de inmediato cubrió sus oídos momentáneamente al sentirse irritado por el horrible sonido de los relámpagos que caían sin cesar y que lo hacían sentir asustado.
Sintiéndose desprotegido, se subió sobre la cama y cubrió sus piernas con la manta, acercándose a la esquina de la pared para así esperar por el Alfa.
Sí, TaeHyung era alguien que no confiaba con tanta facilidad en los desconocidos, pero extrañamente se sentía cuidado y protegido cuando JungKook lo trataba bien estando juntos; era una sensación ajena que lo confundía constantemente, sumándole a su lobo que se mantenía correteando de lado a lado cada que percibía el aroma fuerte que el Alfa poseía.
Sorprendente, ¿No? Pues para él resultaba ser una sensación nueva, puesto que por primera vez en su vida, había recibido un trato digno proveniente de un Alfa.
Suspiró y empezó a jugar con sus dedos, queriendo mantenerse distraído de los fuertes estruendos afuera y concentrarse para así esperar por su llegada.
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─── (🖤)
Luego de que los cachorros estuvieran durmiendo sus cuartos, se dirigió por los senderos sintiendo su estómago rugir en el proceso.
TaeHyung debe tener hambre. Pensó y asintió para sí mismo, desviándose en el camino para ir al invernadero que pertenecía a su madre, quién se dedicaba a cultivar diversas bayas y frutas de todo tipo.
