Líder ─── KookV

❛ 领导者 ❜ ─── O1O

─── (🖤)

TaeHyung estaba emocionado. Muy, muy emocionado.

Ya llevaba casi dos meses viviendo en la cabaña de JungKook y simplemente era una maravilla. Estar rodeado por el aroma del Alfa era como estar recostado en una cama de nubes, totalmente suaves y cómodas.

Por otro lado, su herida había mejorado muchísimo, ya había comenzado a cicatrizar como lo debía hacer debido a que haber bastante angustiado durante semanas provocó que su lobo no prestara atención al proceso de curación y, por ende, cicatrizara más lento.

Y bien, regresando al punto principal, TaeHyung se encontraba sentado en el enorme sofá de la sala viendo televisión, o eso pretendía, ya que cada cinco minutos se ponía de pie y pegaba un ojo a la puerta desde su lugar esperando por alguien, o más bien por JungKook.

Calculó que estuvo así durante media hora hasta que escuchó como una llave era incrustada en la cerradura y la puerta de madera se abría. Corrió como un niño pequeño hasta allá y se abalanzó hacia los brazos del Alfa, quién algo sorprendido tuvo que sostenerse de la puerta para así mantener el equilibrio y no caer hacia atrás junto al Omega.

TaeHyung rodeó sus caderas con sus piernas y sus brazos enroscaron su cuello, ocultado su nariz en la fuente de su aroma.

─── Hola, cariño ─── Saludó mientras cerraba la puerta tras sí y tenía su mano rodeando la pequeña cintura del Omega.

Pudo sentir como este se encogió en sus brazos y soltó un chillido involuntario, riendo al saber que ese apodo lo ponía tímido.

Dió unos pasos y el peligris bajó de su cuerpo con una sonrisa.

─── ¿Y bien? ¿Cuándo es? ─── Preguntó con un tono de entusiasmo. JungKook lo tomó de la mano y los encaminó hacia el sofá, dejando caricias en el proceso.

─── Hasta el momento, será el próximo fin de semana ─── Anunció y TaeHyung chilló, emocionado.

La primavera había comenzado hace dos semanas y el pelinegro le había explicado que en la manada celebraban la llegada de dicha estación con eventos y otras cosas, todo debido a que un árbol llamado Glicina florecía solo en primavera y se decía que traía buena suerte a todos los que lo presenciaran.

Para el Omega, fue una maravilla escuchar aquello y tan solo saber que podría ir lo mantuvo ilusionado, pero también algo ansioso puesto que JungKook era uno de los encargados de la decoración y no le permitía ver absolutamente nada.

Puchereó al saber que tendría que esperar a la próxima semana, recibiendo un beso en su mejilla antes de proponer algo.

─── ¿Quieres hacer postres? ─── Y solo bastó eso para que TaeHyung asintiera alegre y corriera hacia la cocina.