Dia 6: Colores

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Hiro 18 años y Miguel 16 años.

Las palabras en cursiva son ingles, las normales en español, en cursiva y negritas japones.

AU, la idea la saque de unos tiktoks y fics de otras ships, no es idea mía.

Mención pequeñita del Kuban porque también amo este ship.

~*~ <3 ~*~

Un mundo donde naces viendo todo en tonalidades grises y que la única manera de poder ver los colores es cuando encuentres a tu alma gemela puede ser cruel pero hermoso a la vez. Hermoso por como te sientes al saber que has encontrado a la persona indicada con un estallido de color y pudiendo ver como es el mundo real, es algo único que varios anhelan, pero cruel porque hay personas que pasan toda su vida sin haberla encontrado o que, si son separados por la muerte, el ver los colores es un amargo recuerdo de que ya no están juntos.

Miguel Rivera desde muy pequeño deseo encontrar a esa persona, no le importaba si era un hombre o una mujer, solo quería poder verla y que ambos están juntos para poder disfrutar de la belleza que esta oculta y solo unos pocos pueden admirar. El ser un cantante en potencia le a dado la oportunidad de conocer a muchas personas, manteniendo la esperanza que en una de esas el destino lo una a su alma gemela, pero no había tenido suerte alguna.

- ¿Enserio no has tenido ni un poco de suerte? – pregunto su mejor amigo mientras ambos paseaban por la ciudad de San Fransokyo.

- Nada nadita – soltó un suspiro – Por suerte tu has encontrado a tu alma gemela Leo.

- Me sentí muy afortunado cunado lo conocí, el ver su presentación con figuras de origami fue incluso mas hermosa cuando comencé a verle color a todo – sonrió al recordar el momento donde cruzaron miradas y todo a su alrededor cambio – Enserio espero que puedas sentir eso algún día.

- Gracias amigo, yo también lo espero – dirigió su vista al cielo e hizo una pequeña mueca, enserio quería ver el azul de este, lo verde de los árboles o el café de la tierra, pero aun debía esperar.

En otro lado, pero en esa misma ciudad hay un chico, Hiro Hamada no es el tipo de persona que deseaba con todo su corazón ver colores, el estaba dispuesto a vivir siempre viendo las mismas tonalidades de blanco, negro y grises, principalmente porque él no quería encontrar a su alma gemela, simplemente porque era realista y sabia que probablemente no la encontraría.

Su tía veía todo en color gris, hasta la fecha no había encontrado a esa persona y ella vivía bien con eso, no se sentía triste ni desanimada, solo es feliz tal y como esta. Por otro lado, esta su hermano y sus amigos, ellos si encontraron a sus almas gemelas y lo alentaban a buscar la suya, pero siempre se negaba, se rehusaba a hacerlo.

- Por ultima vez, no lo hare – esto ocasionaba que a veces tuviera pequeñas peleas con Tadashi.

- Inténtalo, estoy seguro de que la encontraras – el mayor sabía que se negaría, pero no quería que viviera toda su vida con el mismo tono monocromo.

- Tía Cass está bien así, nunca necesito encontrarla – se dio la vuelta, quería dar por finalizada esta platica.

- Nos conto que lo hizo, pero nunca la encontró y se rindió, también me a dicho que lo que menos quiere es que tu vivas así – le sujeto el hombro pero el menor solo se apartó.

- Entonces no la buscare – y con eso finalizo la plática, tomando su sudadera y saliendo de la habitación mientras escuchaba a su hermano llamándole – No me interesa encontrarla.

Pero el destino es confuso y trabaja de manera misteriosa, puedes querer que no suceda algo y sucede o desear que algo pase, pero no se cumple. Esta ocasión el destino quiso que ambos estuvieran juntos de una vez por todas, el castaño iba entrando a la cafetería mientras que al mismo tiempo el azabache salía, pero por un momento, solo un pequeño instante basto para que sus miradas se cruzaron solo unos segundos, pero eso fue más que suficiente.

El nipón al momento en el que ya se encontraba en la calle quedo sin palabras al ver como todo se iba tornando de colores vivos y sus ojos se acostumbraban a una nueva perspectiva, el moreno por su parte se detuvo al darse cuenta de que ya no eran los mismos tonos de siempre, todo había cambiado y era más hermoso.

- Miguelito, ¿Estas bien? – su acompañante quedo un poco confundido al ver como este no se movió y solo veía hacia todos lados.

- Eso creo – miraba sus manos, el piso, las paredes y demás cosas para comprobar si lo que veía era cierto – P-Puedo ver los colores... - la emoción que sentía en ese momento era mucha.

- ¡¿Neta?! – se sorprendió mucho y lo agarro de los hombros - ¿¡Como?! ¡¿Cuándo? ¡¿Dónde?!

- Perate carnal – lo detuvo y bajos sus manos – Fue hace un momento, después de entrar – vio hacia a fuera del local, viendo como Hiro aun no se retiraba y seguía viendo a su alrededor – Cuando cruce miradas con él.

- Entonces que estas esperando – ve a hablarle, lo jalo a afuera del local para que lo hiciera.

- Cálmate un poco – cuando ya estaba afuera respiro hondo antes de hacerse a Hiro – Disculpa.

- Mmm – volteo y al momento en el que volvieron a ver sintieron un leve cosquilleo.

- C-Creo que somos almas gemelas – puso una mano detrás de su nuca y un ligero sonrojo apareció en sus mejillas.

Hiro también se sonrojo, pero no sabia que hacer o decir, momentos atrás juraba no buscar a su alma gemela y de manera imprevista ahora esta frente a él, lo primero que se le ocurrió fue correr, pero algo dentro de él lo evitaba.

- Soy Miguel Rivera, un gusto – tomo su mano y planto un beso en el dorso de esta, ocasionando que el sonrojo aumentara.

- Hiro Hamada – cubrió un poco su rostro con su otra mano - ¿P-Por qué estás seguro de qué lo eres?

- Todo cambio en el momento donde nuestros se encontraron, eso lo sabes muy bien – sonrió proyectando la alegría y dicha que sentía en ese instante.

- S-Si, solo, no puedo creer que esto haya sucedido – puso sus manos en su cabeza, estaba feliz, un poco abrumado, pero feliz.

- Te gustaría que nos diéramos la oportunidad de conocernos – pregunto nervioso e inseguro.

- Me encantaría – se sonrieron mutuamente y con eso ya no hubo necesidad de decir algo más.

Leo veía desde dentro de la cafetería mientras le marcaba a Kubo para contarle que Miguel encontró a su alma gemela, Tadashi había bajado para decirle algo mas a Hiro antes de que se fuera, pero se detuvo al ver la escena que ambos chicos formaron, sintiéndose aliviado y contento.

Para los dos el mundo ahora tenía color.

Días llenos de colores (Higuel Week Pride)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora