Heartbreaker [Stranger Things]

Cuatro

“1979”

_____:

Respiro hondo varias veces y me levanto.
Se me revuelve el estómago por tanta emoción.

—Cinco, ¿Estás bien? —escucho cuestionar la voz de Peter, sin embargo no doy ninguna respuesta.

—Lleven a los chicos al cuarto arcoiris —exclama papá.

Mi adormilada subconsciente me da un último golpe antes de sumergirse en mis sueños. Observo por un segundo como salen todos de la sala y luego mi mirada se posa involuntariamente en Peter, quien sigue parado frente a mi tratando de mantenerme despierta, su tono angustiado me llama la atención. Apoya las manos en mis hombros, a cierta distancia y observa atentamente mi reacción.
Cierro los ojos y comienzo a quedarme dormida.

Peter:

Me vuelvo inmediatamente al ver el desastre que inconscientemente se a generado. Se que a Cinco le a costado mucho trabajar en sus emociones y por lo tanto su poder es un poco caótico. Algo que no se pueda solucionar con ayuda, y yo estoy dispuesto a hacerlo.
Me colocó frente a ella, está absorta en sus pensamientos y la tomo con las dos manos sobre los hombros.

—Cinco —murmuro.

Se aparta un poco y me echa un rápido vistazo. Sus ojos verdes me miran preocupados.

—Cinco, ¿Estás bien? —le pregunto bruscamente al ver que no dice nada.

Escucho que el doctor Brenner da una orden pero no he puesto la suficiente atención como para obedecerla, mi mirada solo se posa en el rostro adormecido de Cinco, observo cómo sus ojos comienzan a cerrarse y entonces le pasó el brazo por la cintura y la acerco a mi, la levanto tomándola cuidadosamente y sin dudarlo la llevo hacia la enfermería. Aceleró el paso como si de verdad me importará su salud, pero en realidad es todo lo contrario estoy cerca de hacer que está niña tonta me ayude a dar el siguiente paso y no estoy dispuesto a esperar más tiempo mientras trato de manipular a alguien más, será ella mi clave al éxito.
Llegó a la enfermería y la dejo en una de las camas, la enfermera se acerca a examinarla y entonces escucho como la puerta se abre de golpe:

—¡Alejate de ella! —me ordena.
Me mira fijamente con enfado y yo lo miro con expresión ceñuda.

—Solo hice lo que debía —digo con voz ronca—. Cinco estaba muy débil, la traje antes de que le sucediera algo malo.

—¿Y ahora te interesa la salud de los chicos? —me pregunta, y dibuja una sarcástica sonrisa.

No, solo de la única persona que me ayudara a destruir tu patético circo. Sigue ahí parado esperando una respuesta y admito que su tono es acusador, temo que sospeche algo, tengo que disimular, tenso la mandíbula y no digo ninguna palabra.

—Sal de aquí —me ordena.

Salgo de la enfermería y me percató de que me arde la piel, mi respiración ahora es mas frenética y no puedo evitar sentir rabia cada vez que ese imbécil me levanta la voz y me da órdenes como un animal.
Voy directamente a mi habitación y entro al cuarto de baño y entonces suelto el aire que no me había dado cuenta estaba reteniendo. Me tomo un par de minutos tratando de relajarme y me miró directamente al espejo, sin embargo no funciona y mi subconsciente asoma su fea e insidiosa cara.
Abro la llave y con mis manos llevo un poco de agua a mi rostro pero es un inútil desesperado recurso para tranquilizarme así que comienzo a desabotonar la camisa y la dejo caer al suelo, hago el mismo paso con la playera que llevo debajo y por último me quito los pantalones y zapatos. Me meto rápidamente en la ducha, impaciente por sentir el chorro de agua correr por mi cuerpo.
El agua caliente me relaja por completo pero entonces me viene a la mente la imagen de cinco en mis brazos, se veía tan vulnerable, y no puedo evitar recordar sus pequeñas y delicadas facciones, como sus grandes pestañas y sus delicados labios caían con gracia a pesar de no tener control, y apesar de estar rapada tiene el pelo rubio de punta, y hay zonas en las que se ve que en realidad lo tiene castaño.
Cierro los ojos. Levanto la cara hacia el anhelado terrente.