UNO

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Plaza de la Ópera de Berlín, Alemania.
10 de mayo de 1933

Sin saberlo, seis años antes del estallido de la guerra, Park Chanyeol vio arder ante sus ojos un montón de libros en nombre de las nuevas ideas de su país. Incluso su padre le golpeo la espalda alentándolo a lanzar un libro a una de las grandes fogatas del sitio. Entre sus manos, reposaba el último libro de aquél historiador, Byun JooHyun, su escritor favorito, quién había escrito un montón de poemas dedicados a su natal Polonia, pero al ser parte del grupo que su líder quería destruir, sus ideas y orígenes iban en contra de todo lo que creían políticamente correcto.

Con solo veinte años, Chanyeol arrojó el libro con fuerza contra la gran bola de fuego y pronto lo vio arder tan rápido que el nombre grabado en brillantes letras doradas, desapareció.

Chanyeol no sabía que no volvería a leer acerca de ese hombre nunca más en su vida, además, lo último que escucho de él, fue acerca de cómo su único hijo, Byun BaekHyun, había sido aceptado en el conservatorio de música a tan corta edad, pero nada más. De igual modo, no fue algo que repercutiera demasiado en su vida, más pronto que tarde, seis años después, se comprometió con su novia y se olvidó del asunto junto con muchos más, su cabeza comenzó a dar más vueltas sobre otras cosas, como el hecho de la guerra inminente y la incertidumbre de que tanto soportarían.

En las riberas del poderoso río, en esa estación en la que todo estaba cubierto de hielo y se vuelve visible hasta el más leve aliento, la huerta que estaba en silencio. Los manzanos durmientes, con las raíces robustas enroscadas en lo profundo del suelo frío, fértil, llegaban hasta más allá de donde alcanzaba la vista. A medida que la temperatura se desplomaba y que la tierra y el cielo perdían el color, el paisaje blanqueado causaba una especie de ceguera de invierno: un día se volvía indistinguible del siguiente. Todo se congelaba, se tornaba frágil.

En ningún otro lugar se notaban tanto el frío y la quietud como en la casa de BaekHyun. Tenía dieciocho años y había descubierto ya los espacios vacíos que se formaban entre las personas. Anhelaba que su familia fuese como las que veía en la tele, donde todo parecía perfecto y la gente se llevaba bien. Nadie, ni siquiera su querido padre, entendía lo solo que se sentía con frecuencia entre esas cuatro paredes. Lo invisible.

Su padre no dejaba de halagar su talento que había desarrollado a lo largo de los años por el arte, en muchos sentidos, desde la música hasta la escritura. BaekHyun simplemente era nato para ello, había nacido de esa manera y pronto, gracias a la buena posición social y económica de sus padres, se ganó un lugar en uno de los mejores conservatorios de música de toda Europa y también, el reconocimiento de las mayores casas de arte.

Se volvió un rostro conocido, uno valioso en verdad, sus padres lo veían como la mina de oro que habían esperado toda su vida, cuando empezó a tocar en las mejores casas de ópera de Polonia y el continente, fue cuestión de tiempo para que dejarán de trabajar y entonces todo el sustento viniera por parte de su único hijo.

Byun BaekHyun, el prodigio que el mundo estaba esperando.

Cuando la guerra estalló, los murmullos sobre un montón de cosas asechaban a Varsovia, el lugar donde había nacido, los vecinos hablaban de Francia, de Inglaterra, todos confiando en que estarían a salvo, pero más que equivocados estaban. Pronto, por sus orígenes, a BaekHyun se le prohibió tocar en las casas de ópera, entrar al conservatorio, etc. Entonces, a falta de dinero, comenzó a tocar en restaurantes donde dividían a las personas según su descendencia, pero cuando un soldado enemigo, le dijo al gerente que BaekHyun lo molestaba con su música cuando trataba de comer, fue despedido sin mediar palabras.

Sus padres rápidamente compraron una casa mucho más pequeña en la capital para pasar desapercibidos, algo que el poco dinero que poco a poco se acababa con más prisa, pudo pagar. Pero pronto, con las restricciones y demás que empezaron a imputar para personas como ellos, las cosas fueron de mal en peor, llegando al punto que el dinero que tenían, se podía sostener todo con una sola mano.

TaciturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora