Capitulo 4

145 1 0
                                    

-¡Genial!- se alegró Anderson.

-Pero una duda ¿Somos algo como "enemigos" para ese tal Versace?- preguntó aun confusa Axelle.

-Si, por decirlo así. Versace va en contra de las personas del otro mundo, porque gracias a mi y a esas personas hemos conseguido encontrar a personas que tenga la suficiente energía y poder para recobrar la Alquimia y que puedan volver a su mundo. Esto de algún modo a Versace no le hace mucha gracia ya que hace que su trono baje y no le tengan respeto.

-¿Y donde están esas personas que pudieron devolver la Alquimia?- preguntó ahora Jean.

-Muertos- Axelle abrió los ojos sorprendida mientras Jean se quedo como una estatua en su sitio- Como e dicho antes Versace no tolera que alguien tenga el poder que el no tiene, así que se encarga de ellos de la peor forma.

-¿Y como las personas que han venido de nuestro mundo han podido sobrevivir ante los soldados de Versace?- Preguntó de nuevo Axelle. Anderson sonrío por la cantidad de curiosidad e interés que mostraba Axelle.

-De eso es de lo que me encargo yo. Os ayudare con vuestra imagen junto con mi equipo.- Axelle miro a Jean para preguntarle con la mirada si todavía no ha cambiado de opinión.

-Veamos a ese equipo- dijo un seguro y aun perplejo Jean.

-Seguidme- los chicos asintieron y siguieron al señor que desde un principio les demostró confianza y seguridad.

Anidaron por un gran pasillo estrecho cubierto con una gran alfombra roja con figuras geométricas de diferentes colores. Las padres estaban hechas de madera y las ventanas tenían forma diferente a las que ellos estaban acostumbrados.

Axelle admiraba cada esquina del lugar, la estructura y dibujo con la que está construida le llama la atención dandole ganas de seguir en este lugar y descubrir o ayudar a este mundo. Llegaron a un pasillo mas ancho donde daba lugar a unas escaleras al frente y otros dos pasillos a cada lado con muchas puertas de madera oscura. Anderson sigue por las grandes escaleras cubiertas con la misma alfombra que cubría todo el suelo del pasillo, la barandilla de las escaleras eran de madera.

-Todo es de madera- susurro Jean a Axelle, ella sonrió y se encogió de hombros.

-Me gusta- le responde su amiga. Jean le devuelve la sonrisa y sigue caminando. Cuando llegamos a la parte de abajo encontramos un gran espacio, al frente se encuentra un tipo de salón muy medieval, a la izquierda hay dos puertas que darán lugar a algo y del lado de las escaleras habían dos puertas iguales que de la izquierda donde también había un pasillo. Seguimos andando por el pasillo de la izquierda y nos encontramos con una gran puerta que llega hasta el techo. Anderson la abre dejando a la vista un gran barullo de gente yendo y viniendo. Parecía una mini ciudad pero dentro de una "casa" por así decirlo.

-Bienvenidos a Revertere- dijo señalando a gente que paseaba de un sitio al otro.

-¿Por qué están aquí metidos?- preguntó Jean.

-Porque si salen fuera no volverán con vida- Los chicos alzaron sus cejas impresionados.

-Seguidme, esto no es todo.

Ando hacia la derecha un gran recorrido hasta encontrar otras escaleras que subían a un segundo piso donde habían muchas puertas.

-Aquí es donde viven cada una de esas personas- señalo las puertas.

Miraron hacia abajo por la barandilla que había delante de toda la planta de arriba dejando las vistas al descubierto.

Siguieron caminando pasando muchas puertas hasta que llegaron a una muy particular, diferente a las demás. Las otras eran de madera barnizada, mientras que esta es de roble blanco, con piedreria, si, piedreria en una puerta. Axelle y Jean se miraron entre ellos extraños. Anderson abrió la puerta dejando ver una gran sala donde había muchas cosas diferentes, habían trajes de soldados cubiertos con vitrinas de cristal, en otra pared vitrinas con espadas, armaduras, cañones, lanzas, etc. En mitad de la sala se encontraba una gran mesa vacía.

-Esta es mi habitación preferida- hablo por primera vez Alice. Se mantuvo callada todo el camino junto con su tío.

-Anderson- una voz masculina, muy dulce y fina llamo nuestra atención haciéndonos girar.-
aliquis te exspectat.- dijo en algún idioma que ninguno de los chicos lo entendió.

-Ahora voy- le contesto Anderson. La mujer se dio la vuelta y se fue por donde vino. -Alice, te dejo a cargo, ya sabes que hacer, vosotros, seguir las instrucciones de Alice ella sabe que hacer con ustedes.- los chicos asintieron al unísono. Anderson les apretó los hombros en señal de agradecimiento y se fue.

-Acompañadme- dijo la niñita caminando hacia una especie de estantería que cuando la niña tiro de un libro se desplazó hacia un lado dejando ver una especie de túnel.- pasad- dijo poniéndose a un lado dejando que Axelle y Jean pasaran asustados y extrañados por lo que acaban de ver. No sabían lo que iba a ocurrir ni que planeaban hacer con ellos simplemente asentían a todo lo que le decían y se dejaban llevar por ellos.

Caminaron sin saber que les espera.

Excalibur.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora